Debido a su peculiar tamaño, el colibrí es un ave atractiva a los ojos de quienes pueden llegar a verlo, sin embargo, esta especie corre peligro al ser capturados para el día de San Valentín.
El sacrificio de los colibríes se debe a que son asociados con el amor y la fecundidad, además de que son usados como amuletos del amor o en prácticas de brujería.
De acuerdo a la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), entre todas las especies que se conocen del colibrí, nueve se encuentran en peligro de extinción y otras nueve se consideran vulnerables.
Actualmente existen 343 especies de colibríes en el mundo, de las cuales 58 pertenecen a territorio mexicano.
El Parque La Estanzuela, en el municipio de Monterrey, es uno de los lugares donde se encuentran hasta el 40 por ciento de todas las aves de Nuevo León, entre ellos el colibrí yucateco, garganta azul y pico ancho.
17 de estas variedades se reproducen durante el verano en Canadá y Estados, para regresar posteriormente a México durante el invierno.
Las alas de un colibrí se pueden mover hasta 80 veces por segundo y cuando un macho está tratando de impresionar a una hembra, el batido de sus alas puede aumentar hasta 200 veces por segundo.
Además, respiran 250 veces por minuto y experimentan más de 72 mil latidos del corazón cada hora.
Algunos pueden soportan grandes migraciones, como los más de 800 kilómetros sin escala a través del Golfo de México o los 4 mil 800 entre Alaska y México.
Cabe destacar que esta pequeña ave juega un papel sumamente importante en el ecosistema como polinizador.
Sin embargo, en el Mercado Sonora, mejor conocido como el mercado de los brujos, estas pequeñas aves están a la venta debido a que son utilizados en rituales para el amor.
De acuerdo a los brujos expertos en “amarres”, el ritual consiste en untar el ave muerta en miel, envolverlo en la ropa interior de la persona y colocarlo debajo de su almohada o, en otras ocasiones, se pide que se sirva en una sopa.
Su precio oscila desde los 50 hasta los 350 pesos y se puede conseguir vivo, muerto, solo o ya montando en algún amuleto.
De acuerdo a la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010, Protección Ambiental-Especies Nativas de México de Flora y Fauna Silvestres, los colibríes son especies protegidas, pues están catalogados en peligro de extinción.
Además, en el Artículo 420 del Código Penal Federal, dice que impondrá pena de uno a nueve años de prisión y por equivalente a trescientos a tres mil días multa, a quien ilícitamente realice actividades de caza, pesca o captura con un medio no permitido de algún ejemplar de una especie de fauna silvestre, o ponga en riesgo la viabilidad biológica de una población o especies silvestres.