
Sin trabajo fijo y con el sueño de ser rapero, Brandon “N”, de apenas 23 años de edad, cargaba con antecedentes de violencia familiar, siendo su pareja Carolina el blanco de sus constantes ataques de ira derivados por su alcoholismo y drogadicción.
La madrugada del domingo 17 de octubre, los vecinos de la colonia Mirador de San Antonio, del municipio de Juárez, presenciaron cómo la vivienda ubicada en la calle Menoni 202 se manchó de sangre con el regreso del recién salido de un centro de rehabilitación donde permaneció durante tres meses.
Tan solo un día después y con la playera ensangrentada, Brandon fue encontrado comiendo croquetas para perro en una tienda de conveniencia ubicada en el cruce de Leona Vicario y la avenida Díaz Ordaz, lo que atrapó la atención de los policías de San Pedro.
Cuando lo interrogaron, el multihomicida les confesó el crimen y la ubicación de los cadáveres, y aunque quiso agredir a los uniformados, finalmente fue capturado.
Ya con una orden de aprehensión en mano, elementos de la Fiscalía General de Justicia del Estado procedieron a detenerlo, ya que Brandon solamente estaba a disposición de un Juez Cívico por una falta administrativa al resistirse al arresto. De inmediato, fue enviado a un penal.
CAVÓ SU TUMBA EN VIDA
Lorenzo Encinas, quien conoció personalmente a la joven Carolina y su relación abusiva con el homicida, lamentó profundamente el suceso y pudo detallar el “infierno” que vivía Brandon en su día a día.
“Es un joven de carácter urbano popular que tiene un perfil de problemática muy específica relacionada con el consumo de drogas, desintegración familiar, violencia en el noviazgo y se inició en el mundo de las adicciones a corta edad.
“Tiene muchos ingredientes que detonaron en una situación donde la ansiedad se apoderó de él y cometió el multihomicidio que ya todos conocemos”, destacó.
Señaló que el incidente pudo haber ocurrido tanto en otra colonia de Juárez como en cualquier sector marginado, derivado por el alto índice de adicciones en jóvenes.
“Existe una inmensa cantidad de droga y desamparo en el área metropolitana de Monterrey. Específicamente con Brandon, fue una situación multifactorial que tiene diversas aristas, comenzando por los centros de rehabilitación que ni siquiera reunían las condiciones para determinar su trastorno.
“Apenas salió y la problemática familiar empeoró, aparte él ya venía practicando constantemente la violencia a su pareja y todo se terminó desencadenando por el cumulo de situaciones motivado por su descontrolada drogadicción”, precisó.
Consciente de la crisis de inseguridad que impera en Nuevo León, Encinas afirmó que la tragedia puso en jaque los escasos avances para prevenir crímenes de ese calibre e incluso se cuestionó si la pandemia derivada por el Covid-19 dejó pendientes por cumplir.
“Por ser solidario con los jóvenes no podría afirmar que Brandon es un caso perdido. Fue una circunstancia que se dio por un mal control de la ansiedad en él, en un momento determinado con una situación que terminó en tragedia con la muerte de cinco personas.
“Ahí se da otra situación: fueron cuatro feminicidios, incluidas dos menores de edad y reafirmas el hecho de que vivimos en una sociedad machista”, expuso.
Respecto al futuro que le depara a Brandon, mencionó que el joven “cavó su tumba en vida” e incluso refirió que mientras permanezca en el Centro de Reinserción Social se asemejará a “un muerto que camina”.
“Sentenció su vida y su destino, no dudaría que en ningún momento haya presentado un trauma severo durante la infancia, se necesitaría hacer un examen de psiquiatría forense para determinar su perfil psicosocial o criminógeno.
“Lo que sí te puedo asegurar es que donde estuvo recluido se pudieron haber dado cuenta de sus tendencias violentas o que todo lo provocó un mal viaje de las drogas, yo apuesto que ambos factores influyeron”, remarcó.
Asimismo, Encinas reconoció que a pesar de que puedan existir muchos casos similares o peores al de Brandon tanto a nivel local y nacional, el objetivo es combatir las situaciones multifactoriales que, de no ser tratadas, pueden llevar a más masacres.
“El multihomicidio perpetrado por Brandon es una prueba contundente de no combatir la problemática desde raíz y me duele bastante que Carolina haya tenido ese final tan siniestro, el hecho pone en tela de juicio la problemática de las adicciones que persiste en Nuevo León”, finalizó.
TRANQUILO PERO CORAJUDO
Durante una visita realizada por Hora Cero al lugar de los hechos, Irma Guadalupe Coronado, residente de la Colonia Mirador de San Antonio, detalló que el joven privó de la vida a su familia debido a un fuerte resentimiento porque estos lo anexaron.
“Ese muchacho se drogaba mucho, utilizaba el cristal. Durante la tarde del sábado fueron sus papás a traerlo y aparentemente llegó tranquilo. Vino su pareja a visitarlo junto a sus dos hijas e incluso jugaron un rato en el parque.
“Ya en la tarde siguió conviviendo con sus familiares cuando de pronto en la noche alguien comenzó a gritar: ayúdenme por favor, me quieren matar. Fui con mis nietos para pedirles que auxiliaran, no pudieron hacer nada porque la puerta estaba cerrada con llave”, relató.
Ante la imposibilidad de intervenir, comentó que procedieron a llamarle a la policía, quienes tardaron aproximadamente 20 minutos y una vez que arribaron, el joven salió a atenderlos, quien les indicó que el incidente era en la casa de a lado.
“Le preguntamos a los oficiales si no harían nada al respecto y se fueron. Tiempo después, el silencio imperó cuando de pronto en la madrugada escuchamos muchos golpes.
“En la mañana del domingo, vi a Brandon salir como si nada a comprar barbacoa e inmediatamente se resguardó en casa. Además, unos agentes ministeriales llegaron a colonia buscando a su vecina”, contó.
Confesó que por momentos pensó que los gritos eran de Marlene, hermana del joven, sin embargo, recordó que a última hora reaccionó y optó por no quedarse, dejando el lugar junto a su hijo y presagiando la inminente tragedia.
“Cuando venía de regreso en la iglesia me comentaron que en el sector se habían reportado un crimen, en el que un muchacho asesinó a toda su familia y no me equivoqué, el muchacho cometió una fechoría.
“Aunque todos sabían que se drogaba, él se veía tranquilo. Incluso llegó a cortarles el pelo a todos los muchachos de la colonia, desafortunadamente, era muy peleonero y corajudo, apenas alguien lo veía feo y ya quería hacer bronca”, añadió.
Tras compartir su testimonio, admitió que la crisis de inseguridad en Juárez es insostenible, llegando a sentirse en “alerta roja” ante el elevado número de incidentes violentos.
“Es inimaginable la crueldad con la que llegó a actuar este muchacho, como pudo asesinar a esas criaturitas que ni siquiera pudieron disfrutar de la vida. Ni estando encerrado creo que este muchacho va a pagar la bajeza que cometió”, sentenció.
Por su parte, Felipe Carrillo, mecánico de la colonia y vecino de Brandon, destacó que al igual que Irma Guadalupe llegó a escuchar los gritos de auxilio y hasta que vio que las patrullas sitiaron el domicilio fue cuando supo del homicidio.
Señaló que su situación era tan crítica que al momento de llevarlo de internarlo en el centro de rehabilitación, personal de la dependencia acudió a su domicilio para que no intentara escapar.
A su vez, mencionó que en ocasiones llegaron a temer que el joven perdiera los estribos y en ataque de ira impulsado por sus adicciones, tanto él como su familia fueran su siguiente objetivo.
“Desde hace cinco años conocía a este chamaco, aparentaba ser normal como cualquier otra persona, pero cuando tomaba y se drogaba se transformaba en una persona sumamente violenta, la vecina de alado abandonó la casa porque él ingresó por el techo e intentó acuchillarla.
“Todos en esa familia son bien agresivos, especialmente la mamá que ya tiene antecedentes de haber acuchillado personas, la hermana no se queda atrás y solo el padrastro era tranquilo. De por sí, el muchacho era bien problemático y ya estaba atorado con varias personas”, remarcó.
Asimismo, Mónica Frías, encargada de una tienda de conveniencia en Mirador de San Antonio, añadió que el homicidio fue un hecho “difícil de digerir” principalmente porque su familia, y especialmente dos menores de edad, pagaron con su vida la locura del joven.
SE PUDO EVITAR LA VERGÜENZA NACIONAL
Durante la conferencia de El Nuevo León Informa del 19 de octubre, el gobernador Samuel García Sepúlveda calificó al multihomicidio como “de terror”, señalando que el joven Brandon estaba sumamente afectado de su salud mental.
“Lo más doloroso e incomprensible es que se pudo haber evitado, es una vergüenza ser nota nacional de ese feminicidio e infanticidio encabezada por un sujeto que pudimos haber detenido.
“Hoy desgraciadamente ya es muy tarde no nos queda más que dar el ejemplo y disponer de todo el peso de la ley para sancionarlo debidamente”, afirmó.
Conforme avanzaron las investigaciones y ante el descontento de los colonos por el actuar de las autoridades, donde incluso afirmaron que estaban coludidas con Brandon, la Secretaría de Seguridad Pública de Juárez emitió un comunicado en el que precisaron su actuar durante el momento.
En primera instancia, sostuvieron que el reporte de la ciudadanía señaló “que un joven de 23 años estaba golpeando a su papá”, en la colonia Mirador de San Antonio.
“La Unidad 108, arribó a las 21:46 horas, al ingresar al sector sobre la calle Jemima no se logró visualizar el numeral señalado por la persona que reportó, no siendo exacta la información, por lo que se detuvo la unidad en los cruces de las calle Jemima y Benoni, en donde inmediatamente se hizo notar, activando el código sonoro en dos ocasiones.
“El agente policial bajó de la unidad y se ubicó frente a un domicilio en color verde con puerta en color blanco, procediendo a tocar la puerta en repetidas ocasiones, sin obtener respuesta de morador alguno, enseguida se aproximó a los domicilios contiguos, siendo este con fachada en color rojo con blanco y protector en color negro; así como otro en color rojo con blanco”, explicaron.
Ante la insistencia y la nula respuesta por parte de los vecinos, los uniformados procedieron a contactarse con el C4 y luego de un patrullaje de 37 minutos procedieron a retirarse del lugar.