
Por Claudia Espinoza H.
Reseña y comentarios de la #Marchas8M en #Monterrey:
De inicio, ambiente cordial y aparentemente bien organizado. Nos piden dejar pasar al frente a mamás con niños y carriolas. Casi la mitad de las que asisten llevan pancartas.
No solo hay consignas del #8M, también se manifiestan por movilidad y contaminación.
Me dicen que estamos avanzando muy lento, que es inusual. Llegamos a Padre Mier y comienzan las pintas. Empleadas del Nuevo Mundo salen con globos a apoyar y evitan el vandalismo.
Comienza la degradación: una mujer embozada y con un martillo rompe ventanales y kioskos, en coordinación con otras dos. Siguen por 5-6 cuadras. Una joven las festeja y le digo: si fueran tan valientes lo harían con la cara descubierta. Se avergüenza y se aleja.
Prácticamente cada pared es vandalizada. Escriben nombres de agresores y consignas. Y también estupideces (y no me disculpo, porque lo es): “los hombres muertos no violan”.
Llegamos a Palacio Municipal. Curiosamente, no pintan nada. Solamente en las bolas de concreto al frente. Llegamos a @MuseoMARCO y quitan la tablaroca que lo protege para pintar las paredes. Se salva La Paloma, que tiene bufanda violeta.
En esa esquina vemos humo y corren, no sabemos por qué. Avanzamos, y frente a Catedral vemos una religiosa y feligreses protegiendo la reja. Un par de mujeres hacen pobre esfuerzo por controlar.
Unas cobardes están incendiando lonas frente a la reja. Otras más las festejan diciendo: saquen sus rosarios de nuestros ovarios. Unas las rodean diciendo: estas morras sí me representan. La mayoría nos alejamos.
Hacen lo mismo frente a las rejas del Casino. Nadie hace nada, no vemos a nadie poniendo control. Acaban de gritar que aquí estamos seguras porque nos cuidamos entre todas. Suena a incongruencia, la mayoría ya no nos sentimos seguras.
Llegamos a la explanada. No hay ni siquiera un pequeño templete, no se oye nadie informando si habrá mensaje de cierre o algo. En lugar de eso, vemos explosiones frente a las vallas. Hay cientos de niños ahí, carajo!
No podemos esperar, hay que irse, ya no es seguro estar ahí. En la retirada, el contingente sigue entrando a la explanada, y vemos a las delincuentes todavía en las orillas como buscando qué otro desmán hacer.
Esto es lo que quiero decir:
1. No fuimos cientos, como dicen ABCNoticiasMX elnorte nmasmonterrey MilenioMty. He estado en varias marchas y no había menos de 20 mil mujeres.
La autocensura a todo lo que da. No se ayudan los medios.
2. No encontré datos de quien organizó, a diferencia de otras ciudades. Me dicen que en otros años se veían mujeres organizadoras poniendo orden en todo el trayecto para evitar lo que vimos hoy.
3. Cero coordinación con autoridades, obvio. Ese grupúsculo se pudo hacer encapsulado con mujeres policías. Nos pusieron en riesgo a todas. Fuego, viento, mínima humedad atmosférica. Una chispa en las pancartas o miles de pañuelos de poliéster y estaríamos ante una tragedia.
4. Viendo tantos miles de mujeres me pregunto por qué si somos tantas, no vemos al menos una décima parte de ellas organizadas frente al CongresoNL o la FiscaliaNL, exigiendo cambios reales para no tener que salir cada año a lo mismo.
5. Mientras eso no cambie, seguiremos marchando sin rumbo real, más allá de desahogarnos. Se puede gritar, pintar, vandalizar, amenazar al comerciante que vende su mercancía sólo porque es hombre. Se pueden justificar como karladelacuesta y decir que “no es daño, es justicia”.
6. ¿Cuántos pueden asegurar que esas que quemaron y pusieron en riesgo a miles de personas tienen realmente un agravio real? NADIE. Porque se esconden tras una capucha. Las que tenían agravios reales se manifestaron con datos y pacíficamente, yo las ví en todo el trayecto.
7. Dejemos de justificar lo injustificable si no participamos en lo que realmente pueda incidir en cambios reales, ya sea mañana, el año próximo o en una década. Miles de madres y padres siguen buscando a sus hijas, poco favor les hacemos si decimos que “quemar todo” está bien.
Esta es mi opinión personal, y no tienen que coincidir al 100 con ella. No soy novata en estas cosas y concluyo que ojalá esa asistencia tan orgánica tuviera un cauce que llevara a algo que realmente nos beneficiara A TODAS. Les dejo una nota de color. v