La noche del 5 al 6 de diciembre la mayoría de las familias en Bélgica recibieron a San Nicolás -Sinterklaas- cómo se le conoce a Santa Claus aquí y en algunos países europeos.
Los más pequeños de la casa se hicieron acreedores de juguetes y grandes sorpresas, además de unas galletas por haberse portado bien durante el año.
Los chiquitines debieron hacer su carta previamente y pedir sus regalos. Pero eso no es todo, a manera de agradecimiento deben dejar un zapato con una zanahoria además de un vaso de leche y alguna fruta para que San Nicolás se hidrate mientras distribuye los regalos.
CUENTA LA LEYENDA…
Cuenta la leyenda que San Nicolás viene cada año desde España a Bélgica y desembarca específicamente en el puerto de Amberes.
Viene acompañado de sus ayudantes, llamados Zwarte Pieten (Pedro el Negro o Pedrito), quienes se llevan a los niños que no fueron obedientes.
Estos “ayudantes”, de piel de color y cabello negro rizado, son “los malos de la leyenda”. Cabe mencionar que en los últimos años afrodescendientes de este país han protestado contra la figura pues consideran que representa burla racista.
Esa importante tradición que se celebra al interior de cada hogar, no podía pasar desapercibida este año. Para los niños es uno de los días más esperados y que los mantiene llenos de ilusión.
De hecho, a diferencia de Norteamérica, los niños belgas reciben sus regalos el 6 de diciembre y no el 25.
UNA MEXICANA EN LA CAPITAL NAVIDEÑA
En lo personal iniciamos este año de manera oficial con esta tradición en casa. Mi hijo tiene tres años y ya comprende mejor la tradicional leyenda. Fue muy satisfactorio oírlo decir por la mañana, cuando se despertó: “ya vino Sinterklaas”. Corrimos a la sala y bajo la chimenea ya estaban sus regalos.
Cómo él, muchos niños más despertaron el pasado domingo felices a recibir sus regalos. Y es así como en Bélgica, Países Bajos, el norte de Francia y otras regiones de Europa arrancan de manera oficial la temporada navideña.
El centro de la ciudad de Gante, Bruselas y otros estados de Bélgica y Europa, lucirán un poco solitarios. Debido a las restricciones por la pandemia, los vistosos mercados navideños no invadirán las calles.
Aquellos aromas de chocolate, que se mezclaban con el olor del vino y diversidad de alimentos que se ofertaban en algunos locales, no se dejarán sentir.
La pista de hielo y la atractiva rueda de la fortuna no estarán en esta ocasión en esta ocasión en la ciudad.
Sin embargo, las calles lucen iluminadas por diversidad de adornos navideños que hoy dejan ver y sentir el espíritu navideño pese a la pandemia.
FESTEJOS RESTRINGIDOS
Las autoridades sanitarias de Bélgica establecieron que para los festejos navideños tan sólo se podrá tener un invitado extra a la familia que habita en un mismo hogar. Para quienes viven solos, podrán tener dos invitados.
Se continuará con toque de queda y a la media noche las personas que habrán de regresar a sus hogares deberán planear su retorno poco antes de la hora indicada para evitar multas.
Así será de diferente esta Navidad. Sin libertad de poder estar con los tuyos pero si con mucha precaución para evitar más contagios o propagación del virus.
Más vale estar sanos y poder disfrutar de una parte de la familia para en el futuro volver a estar todos sanos y juntos. Seguro muchas familias harán uso de las redes sociales o plataformas para permanecer en contacto con la familia y tener un festejo virtual.