Lo que parecía un acto de buena fe se convirtió en la peor pesadilla para una familia del municipio de Escobedo, que desde el 1 de junio suplica el regreso de Mónica Segura Temich, una joven madre de 22 años de edad.
Con ocho meses y medio de embarazo, la vecina de la colonia San Francisco desapareció a inicio de mes, cuando se encontraría con una mujer que supuestamente la apoyaría con dinero y ropa para su futuro bebé.
Días atrás, la víctima había publicado en un grupo de Facebook que intercambiaba ropa de niña de cuatro años por prendas para recién nacido pues “estaba a punto de dar a luz”.
Vía etiqueta, Ana Paula Covarrubias Contreras se puso en contacto con Mónica para presuntamente ofrecerle su apoyo como miembro de la organización VIFAC, que soporta a mujeres embarazadas de escasos recursos.
“Buenas tardes, tengo mucha ropa para bebé recién nacida (niña) y algunas otras cosas que le pueden servir a alguien que acabe de tener bebé y realmente esté muy necesitada le puedo donar, o si saben de algunas colonias a donde pueda ir a embregar estos artículos y algunas despensa a gente que en este momento tenga realmente la necesidad, le agradecería me pasaran el dato (sic)”, decía el mensaje de la presunta secuestradora y con el que llegó a la joven escobedense.
El viernes 29 de mayo, la mujer llegó a la casa de Mónica, ubicada en Alcatraz 218. De acuerdo con Cecilia Segura, madre de la víctima, Covarrubias Contreras paseó por toda la casa para “cerciorarse de las necesidades de la familia”.
La mujer incluso sentenció que era trabajadora del gobierno y que podría llevarla a algunas instituciones para que le ofrecieran apoyo económico. Sus promesas “endulzaron” el oído de la necesitada madre.
Para sellar la confianza, la presunta secuestradora se retiró de la casa, pero no sin antes dejarle pañales, ropa y dinero, más la promesa de verla el 1 de junio en el centro de Monterrey para llevarla a algunas dependencias de gobierno que la pudieran apoyar.
Mónica, según la describe doña Cecilia, es una joven inocente, difícilmente desconfía de las personas, lo que la convierte en una “presa” sencilla para los embaucadores.
Su madre, intentó advertirle, pues le pareció extraño que de la nada, una mujer desconocida quisiera convertirse en su hada madrina.
“Yo sí le dije a mi hija, le dije que eso no estaba bien. Que tal vez las personas ayudaban con despensas, pero ya con dinero se me hacía muy raro. Le dije que había que pensarle, pero ella me dijo que no porque le creyó que trabajaba en el gobierno.
“Ella le lavó el coco y mi hija cayó porque mi hija es muy inocente, no tiene malicia para desconfiar, ella piensa que toda la gente es buena”, expresó doña Cecilia.
A pesar de las alertas, la joven mamá decidió acudir al encuentro con Covarrubias Contreras. Mónica dejó a sus otros dos hijos de 3 y 7 años con su padre y partió con dirección a la estación Padre Mier del metro cerca de la 1:00 de la tarde.
En el camino, la escobedense señaló a su esposo que el punto de reunión había cambiado a la estación Cuauhtémoc. Ese fue el último contacto con su familia.
“Primero la citaron en Padre Mier, pero habló por teléfono con su esposo para decirle que le habían cambiado la dirección, que ahora sería en la estación Cuauhtémoc. Esa fue la ultima llamada”, dijo la madre.
Habían transcurrido horas desde la partida de Mónica y no había manera de contactarla. Su WhatsApp marcaba como última conexión las 4:36 de la tarde y su teléfono había sido apagado.
El calvario de la familia Segura Temich comenzó. Cerca de la media noche una llamada despertó a doña Cecilia para informarle que la joven no había regresado de su encuentro con la desconocida mujer. Sus sospechas se habían convertido en realidad.
“Cuando llegué de trabajar como a las 7:00 de la tarde la llamé para saber cómo estaba, pero no me contestó. Sí me preocupé, pero pensé que tenía el celular apagado porque era el día en que descansaba su esposo.
“Como a las 12 de la noche me habla su esposo para decirme que mi hija no ha regresado. Me levanté de un saldo de la cama. Le estuvimos marcando al número de ella y la susodicha y ninguna contestaba, ahí ya se me hizo raro”, sentenció.
La sospechosa había publicado su teléfono en el mismo grupo por el que contactó a Mónica, pero al igual que el de la joven una grabación indicaba que había sido apagado.
Las horas se volvieron largas y tediosas. Doña Cecilia esperaba que Mónica regresara al amanecer. Anhelaba que la noche hubiera sorprendido en la calle y decidiera quedarse con alguna amiga, pero no fue así.
En las primeras horas del 2 de junio la familia interpuso una denuncia por desaparición ante la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) de Nuevo León por lo que se emitió una ficha de búsqueda.
Hasta el día de esta edición, Mónica no había regresado a casa, en donde sus padres, hermanos, esposo e hijos aguardan con angustia su regreso.
“Los niños preguntan mucho por su mamá y yo les digo que fue al centro, que al rato regresa y al otro día igual y así estoy. Me duele demasiado, aparte de mi dolor, ver a los niños sufriendo porque les hace falta su mamá y yo me imagino la angustia de su mamá por ellos.
“Yo sueño con ver a mi hija que viene entrando a la casa. Yo aquí la espero y me quedé con esa idea. Estamos pidiendo a Dios por ella“, expresó.
Las averiguaciones avanzan a cuentagotas mientras que conocidos de la víctima buscan por redes sociales a la presunta secuestradora.
En Facebook si se busca le nombre de Ana Paula Covarrubias Contreras decenas de publicaciones se desprenden acusándola de ser quien se llevó a la joven madre.
“Ella es mi hermana, el día de ayer salió a la 1:00 de la tarde para encontrarse con la señora Ana Paula Covarrubias Contreras en una estación de metro. Esa señora ofrece ayuda a madres solteras y se hace pasar de una fundación (Vifac). A mi hermana le ofreció apoyo y a partir de las 4:30 de la tarde perdimos contacto. No sabemos nada de ella tiene 8 meses de embarazo. Ahí les dejo las fotos y más info”, es uno de los tantos mensajes que se difunden en la red.
La familia acusó que el perfil de la mujer fue desactivado aunque en redes sociales otros aseguran que solo cambió el nombre por Paula Contreras.
El motivo: aún se desconoce oficialmente, pero la madre presiente que el objetivo del secuestro es quedarse con el bebé.
“Esa es mi teoría que la engañaron para quedarse con el bebé porque la mujer se enfocó mucho en cosas de la bebé”, manifestó.
De acuerdo con la entrevistada, desde el día que pusieron la denuncia por la desaparición han recibido varias amenazas pidiendo que las retiren o de lo contrario le harán daño a Mónica.
“Tenemos mucho miedo, la verdad, porque yo he recibido llamadas de una mujer exigiéndome que retira la denuncia y que si no la retiro va a matar a mi hija”, aseveró doña Cecilia.
Con voz entre cortada doña Cecilia pide a la presunta raptora que por favor regrese con bien a su hija. Que si su deseo es tener un bebé y por alguna razón no ha logrado concebir que acuda a una institución pública para adoptar.
“Yo le diría a esa mujer que no hay necesidad, que hay muchos niños que ella puede adoptar, si es que necesita un bebé. Hay muchos niños desamparados, ese bebé es bien recibido por su mamá, por su papá y por toda su familia. La bebé es muy querida, estamos muy emocionados por la bebé”, dijo.
En la colonia San Francisco de Escobedo hay una familia que añora el regreso de Mónica Segura Temich -madre, hija, esposa y hermana- quien viste blusa color vino, pantalón de mezclilla y sandalias grises con piedras.
Atraída por un aparente acto de bondad, todo indica que la joven fue engañada, pero su madre no pierde la esperanza.
“Yo sé que mi hija está viva. Yo tengo esa sensación de que mi hija está viva”, puntualizó.