MÉXICO.- Un saldo de 121 heridos, algunos de gravedad, y el arresto de 92 personas dejaron enfrentamientos entre policías federales y locales con grupos de anarquistas que realizaron actos vandálicos en las inmediaciones de la Cámara de Diputados y calles del Centro Histórico de la ciudad, cuando Enrique Peña Nieto se entronizaba en la presidencia de la República.
Los grupos de manifestantes, que fueron identificados por el Gobierno del Distrito Federal como “anarquistas”, realizaron destrozos y saqueos en comercios y afectaciones en monumentos históricos.
En total la Cruz Roja atendió a 76 personas y trasladó a otras 29 a diferentes hospitales. Nueve personas resultaron con heridas graves, reportó la institución. La Policía Federal informó que 12 de sus elementos presentaron lesiones menores, la mayoría producidas por piedras o palos. La Policía del DF dijo que al menos cuatro efectivos fueron heridos.
“Nunca habíamos tenido una provocación de este tamaño, esto no tiene que ver con una protesta política aceptable, condenamos todos los actos de barbarie (…) fue planeado deliberadamente para afectar la Alameda, que es un símbolo de la ciudad”, dijo el jefe de gobierno Marcelo Ebrard en conferencia de prensa tras las revueltas.
Las manifestaciones ocurrieron en dos frentes: el primero, antes de las 07:00 horas afuera de la Cámara de Diputados, preparado con un cerco de seguridad desde la noche del domingo pasado; el segundo en el Centro Histórico, cuando las manifestantes intentaban llegar al Zócalo capitalino para realizar un pronunciamiento oficial.
Mientras Enrique Peña Nieto tomaba posesión como nuevo presidente, afuera del recinto legislativo la Policía Federal intentaba controlar a los manifestantes que ignoraban las peticiones de líderes del movimiento #Yosoy132 —quienes convocaron a la marcha hace una semana— de “no caer en provocaciones”.
El grupo reducido respondía al gas lacrimógeno lanzando piedras —que había obtenido después de destruir los camellones frente a la estación del metro San Lázaro—, palos, petardos y bombas molotov.
Los encargados de resguardar la seguridad utilizaron balas de goma, gas lacrimógeno y agua a presión para repeler ataques.
Después de las 11:00 horas, los manifestantes acordaron la retirada para trasladarse el Zócalo. A su paso por el Eje 1 Norte saquearon un par de gasolineras y se enfrentaron con los empleados.
En su paso por avenida Juárez destruyeron vidrios de restaurantes, hoteles, tiendas de conveniencia y destrozaron el cajero automático de un banco en la esquina de Dolores. Los enfrentamientos continuaron cuando los manifestantes no pudieron llegar a su destino, porque en Palacio Nacional, el nuevo presidente dirigía un mensaje a la nación y las calles de acceso al primer cuadro de la ciudad estaban bloqueadas.
Los enfrentamientos continuaron en el eje central Lázaro Cárdenas cuando intentaron pasar la fila de seguridad que habían impuesto los granaderos frente al Palacio de Bellas Artes.
Ebrard Casaubon dijo que no habrá impunidad y se actuará con apego a la ley, ya que desde su punto de vista estos hechos no tenían relación con lo que sucedía en San Lázaro y en Palacio Nacional.
“Era un protesta pacífica”
Voceros del movimiento #YoSoy132, organización que convocó a una protesta pacífica afuera del recinto legislativo de San Lázaro desde hace una semana en contra de la “imposición de Peña Nieto”, reconocieron que la situación estuvo fuera de control.
Vladimir Chony, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dijo estar sorprendido por el nivel de violencia y añadió que los manifestantes que ocurrieron en estos actos no se pueden identificar como parte de la organización, porque permanecieron encapuchados.
En un comunicado difundido por la tarde, #YoSoy132 dijo ser un movimiento de carácter pacífico. Además, condenó la “presunta infiltración de elementos cuyo objetivo era buscar enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad”.
Sin embargo, el movimiento responsabilizó al nuevo gobierno de Enrique Peña Nieto por las “acciones represivas” del día de ayer.
Exigieron que se haga justicia por la “brutalidad” con la que los policías arremetieron contra los manifestantes del colectivo.
Mariana Favela, miembro del movimiento #YoSoy132, aseguró que “no hay pretexto ni justificación para las manifestaciones de violencia, pero hubo un cerco desmesurado y así el control pacífico se dificulta”.
El Gobierno del Distrito Federal no identificó a tres grupos anarquistas involucrados en los desmanes de ayer: Bloque Negro Anarquista, Cruz Negra Anarquista y Coordinadora Estudiantil Anarquista.
A través de un comunicado, un grupo anarquista denominado “La hormiga” aseguró que “ante la fuerte represión que estamos sufriendo, informamos que uno de los heridos es nuestro compañero Juan Francisco Quinquedal, profesor de teatro quien tiene una larga trayectoria dentro de la lucha del pueblo mexicano”.
También informaron que resultó herido Carlos Jair de 24 años, de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), miembro del Comité de Lucha, quien también ha participado en el paro en esta institución. La Cruz Roja Mexicana dio a conocer que Quinquedal, de 67 años de edad, fue intervenido quirúrgicamente y que presentaba un edema cerebral.
Después del desastre
Tras los incidentes se reportaron un total de 121 heridos.
:: Noventa y dos personas fueron arrestadas.
:: La Cruz Roja atendió a 76 personas y trasladó a otras 29 a diferentes hospitales.
:: La Policía reportó que 12 de sus elementos presentaron lesiones menores.
:: Se identificaron a tres grupos anarquistas involucrados: Bloque Negro Anarquista, Cruz Negra Anarquista y Coordinadora Estudiantil Anarquista.