
Cansado de vivir en una colonia con mala imagen, Jesús Sánchez Ortega quiere sembrar árboles para cambiarle la cara al Pedregal del Topo Chico en Escobedo, pero sobre todo quiere sembrar el amor en las personas.
Para Jesús Sánchez Ortega, habitante de la colonia Pedregal del Topo Chico, lo más importante es compartir un poco de lo que Dios y la vida le han dado, desde una sonrisa hasta su tiempo para ayudar a quien más lo necesita.
Desde la edad de cinco años, Jesús habita en la colonia Pedregal del ‘Topo’, como muchos la conocen, y desde que tiene memoria siempre ha percibido un panorama sombrío y desalentador en el sector.
Cansado de que la colonia proyecte esa imagen, Jesús se ha propuesto cambiar la cara del barrio sembrando el amor en las personas primero, y luego plantando árboles en la plaza principal y el camellón central de la avenida Las Torres.
Enclavada en las faldas del Cerro del Topo Chico, Pedregal del Topo Chico es una colonia con más de 40 años de antigüedad, donde la mayoría de sus habitantes son de clase media baja y de ocupación obrera.
Los problemas de este tipo de colonias van desde la violencia en las calles, hasta algunas afecciones en la salud de sus habitantes.
Por lo anterior, Jesús ha decidido actuar para cambiar la imagen de la colonia y la forma de pensar de sus vecinos, pues considera que para poder tener un cambio exterior, primero hay que transformar el interior.
“La misión de Ámate Escobedo es el desarrollo social y humano de nuestra comunidad. Queremos empezar a plantar árboles con el objetivo ambiental, reduciendo la contaminación y ayudando a revertir el calentamiento global; queremos vestir a la colonia de manera diferente y que la reforestación tenga un efecto psicológico en los ciudadanos”, precisó.
Con la regeneración de áreas verdes, aseguró, la gente puede salir a despejarse y empezar a tener un cambio en su vida; incluso, quien presente algún cuadro de depresión puede salir del problema.
Aunque en la colonia no existen muchos espacios públicos, el objetivo de Jesús es que la gente comience a plantar árboles y le dediquen cuidados en el tiempo que se desarrollan.
“La idea es impactar en el ámbito psicológico y emocional”, repitió el ciudadano quien ya ha adecuado algunas áreas de su colonia con ayuda de amigos y familiares.
Con su experiencia en el área terapéutica, Jesús se ha dado cuenta de que cuando las personas tienen contacto con la naturaleza, los problemas personales empiezan a fluir de mejor manera.
“Me dedico a la psicoterapia y a mis pacientes les ayuda mucho salir a caminar, cuando los adultos mayores salen y respiran aire en las plazas o parques, cambia mucho su estado de ánimo, en los niños es algo similar.
“Estar en contacto con la naturaleza te hace descargarte de todas tus emociones; si la gente hace ejercicio, al menos 20 minutos al día, se oxigena la sangre y ésta llega al cerebro, eso a su vez nos ayuda a no tener tantos pensamientos negativos”, indicó.
Otro de los objetivos es reducir la contaminación ambiental, pues en los últimos años ese problema se ha ido agravando, sin que las autoridades hagan algo al respecto.
Trabajando de la mano con la Secretaría de Obras Públicas de Escobedo, Jesús consiguió que le otorgaran una cantidad de árboles; sin embargo, tiene que conseguir padrinos para el cuidado de las plantas.
Hasta el momento, alrededor de 35 personas se han sumado al proyecto de Jesús; sin embargo, si quiere realizar su sueño de ver convertido el camellón central de avenida las Torres en un parque lineal, tienen que sumarse más.
“Primero vamos a reforestar la plaza principal de la colonia, pero el verdadero objetivo es regenerar el camellón donde se encuentran las torres de luz, desde donde se ubica el C4 hasta la calle Santa Engracia de la colonia Santa Martha”, detalló.
El proyecto contempla adecuar aproximadamente 3.5 kilómetros de la avenida Las Torres con una banqueta, césped, árboles y aparatos para ejercitarse, todo con el fin de cambiarle la cara a Pedregal del Topo Chico.
Las Torres es una avenida que atraviesa la colonia y además es el acceso a otros sectores como San Isidro, Jardines de San Martín, 19 de Julio, Ampliación Nuevo Escobedo, entre otras.
“Hay algunas colonias con sus áreas verdes y realmente se siente un ambiente diferente; los árboles, la gente caminando y los niños jugando, sin duda creo que te motivan.
“Sabemos que se puede lograr tener una mejor colonia, sobre todo si actuamos en conjunto vecinos y autoridades, eso sería mejor”, acentuó.
Los obstáculos
Para Jesús, el mayor obstáculo es la mentalidad de sus vecinos y la falta de cultura para cuidar las cosas, pues en diciembre del año pasado habilitaron un basurero como parque, pusieron juegos y la obra no duró ni un mes.
“Considero que la mayor adversidad es la mentalidad de nuestros vecinos, aunado a la falta de colaboración; son muy pocos los que levantan la mano para tratar de cambiar la imagen de la colonia”, apuntó.
En segundo término se encuentra la falta de recursos para llevar a cabo los planes, pues al no ser una fundación debidamente establecida -hasta el momento- batallan para conseguir inversionistas.
“La falta de recursos económicos es otra piedra en el camino; lo que hemos hecho es con muy poco dinero de cada uno de nosotros y personas que se suman al movimiento”, señaló.
Aunque el municipio colabora con algunas cuestiones, para Jesús y su gente fue muy difícil tocar puertas y tratar con los funcionarios.
“No puedo negar que en principio teníamos que tocar muchas puertas, ir de un lado para otro y nos negaban la ayuda, pero con esfuerzo y dedicación todo es posible”, precisó.
Otra piedra en el camino es la falta de coordinación con la Comisión Federal de Electricidad, no por falta de disposición, sino que no se han dado las circunstancias para platicar con los encargados de responsabilidad social.
Aunque las intenciones de Jesús -según sus vecinos- son buenas, el realizar trabajos dentro de un área que es propiedad federal podría convertirse en un delito que derive en sanciones como la cárcel.
“Para nosotros es un obstáculo y un riesgo que tenemos que tomar; personalmente voy a asumir el riesgo si es que pasa algún problema con las autoridades federales”, aseguró.
Sin embargo, espera llegar a alguna negociación con la dependencia y terminar con los problemas que aquejan a su comunidad, como la falta de árboles, la acumulación de escombros, y la grava suelta que hay en algunas zonas.
A sumarse a la causa
Debido a que la inversión para la regeneración es cuantiosa, económica y laboralmente, Jesús invita a todos los colonos a unirse a la causa y así reducir los costos y el trabajo.
“Quien esté interesado se puede poner en contacto a través de nuestra página de Facebook Ámate Escobedo, o al teléfono 84008662; se acepta ayuda desde donadores hasta mano de obra.
“A lo mejor hay gente que no tiene dinero para aportar, pero sí tiene una pala, pues esa pala será bienvenida para realizar el trabajo que será benéfico en la comunidad”, invitó.
A pesar de que en el proyecto se podrían sumar las dependencias federales y municipales, el propósito de Jesús es involucrar a la ciudadanía para que tengan un sentido de pertenencia y comiencen a valorar su barrio.
“La idea es crear conciencia del amor, y la conciencia del amor es compartir lo que Dios nos da, eso hará que la gente tenga un sentido de pertenencia y valore lo que tiene”, enfatizó.
El ciudadano aclaró que los planes no tienen nada que ver con partidos y es sin fines de lucro, pues ha recibido algunas críticas por buscar el apoyo del municipio.
“Quiero que haya armonía en el entorno, considero que el amor es el elemento principal para que la sociedad comience a compartir todo lo que tiene, especialmente su tiempo para mejorar nuestro medio ambiente”, puntualizó.
Además del desarrollo de la comunidad, Jesús imparte cursos y talleres para cuidar la economía, resolver problemas psicológicos y revertir la violencia familiar… pero esa es otra historia.