Son seis años con los que cuenta Javier Corral para hacer cumplir sus promesas. Y si se le pone obstáculo alguno durante su administración, el gobernador electo aseguró que recurrirá a su fuerza moral y política: el pueblo de Chihuahua, para retomar fuerza y continuar avante.
Nuevo León puede presumir de tener a un gobernador muy “bronco”, pero a Chihuahua le espera uno muy rebelde.
Y es que desde el inicio de su carrera política Javier Corral, gobernador electo de ese estado fronterizo, se ha caracterizado por ser un hombre de carácter fuerte y, para muchos, de discursos incómodos, lo que lo ha llevado a enfrentarse con diversas figuras políticas.
No conoce de colores, jerarquías, cargos o incluso nacionalidad a la hora de seleccionar los blancos de sus críticas; ya sea desde el Congreso Local, de la Unión, como candidato a la dirigencia nacional del PAN o la Gubernatura.
El panista, que asumirá su nuevo cargo el próximo 4 de octubre, sabe que por ser un crítico del sistema se observará con lupa su desempeño en la silla de gobernador, por lo que se encuentra trabajando en una estrategia de gobierno.
“Estoy organizándome para hacer un nuevo gobierno, que sea referente en el país de muchas cosas, porque además si alguien ha elevado una crítica al actual régimen y al actual sistema, soy yo, desde el Congreso, por lo tanto, estoy más comprometido”, aseguró durante una charla con los alumnos de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).
Pero su actitud no sólo le ha funcionado a la hora de defender sus ideales, sino también para sumar miles de simpatizantes, quienes prácticamente lo orillaron a buscar la gubernatura.
“Yo ni candidato quería ser en esta ocasión, aunque no me lo crean, yo estaba más resuelto a no participar. Había terminado un esfuerzo nacional al interior del partido, encabezando un movimiento de reconstitución del PAN y encabecé la disidencia partidista el año pasado y realmente no quería volver a un esfuerzo interno tan desgastante”, confesó.
“Desde afuera, más que desde adentro”, relató, “se empezó a reclamar mi participación en la candidatura a gobernador de Chihuahua, lo que finalmente acepté. Y también el PAN, para mi sorpresa, aceptó”.
No tiene la tarea fácil, pues recibirá Chihuahua con una deuda de 42 mil 213 millones de pesos, de acuerdo a datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público además de un déficit presupuestal que asciende a los 4 mil 600 millones de pesos.
Pero con ese mismo carácter fuerte que Corral promete gobernar Chihuahua, y enfrentarse a quien sea.
CORRAL VS. DUARTE
El gobernador electo nunca ha ocultado su descontento con la administración del priista César Duarte.
Desde el Senado, Corral se ha encargado de apuntar los errores del gobierno tricolor y lo señala como el principal responsable de todos los problemas que aquejan a la entidad actualmente.
“Los problemas que hoy vive Chihuahua sólo se explican por la ineficiencia y la corrupción política, porque Chihuahua ha sido históricamente una región del país muy trabajadora, muy creadora, con muchas potencialidades, con buenos y malos gobiernos en muchas etapas, pero nunca como la etapa actual, en donde el cinismo político se enquistó en el estado y nos devastó indicadores muy importantes, no solamente del crecimiento económico, sino sobre todo demolió la confianza ciudadana, la credibilidad pública en las instituciones”, señaló.
Ahora como sucesor en la gubernatura, se plantea abrir una investigación en su contra. Comentó que ya hay una denuncia interpuesta ante la PGR contra Duarte por enriquecimiento ilícito y que existen los elementos suficientes para librar una orden de aprehensión en su contra.
Su postura es indeclinable y siquiera plantear una negociación es inaceptable, “así nos ofrecieran a pagarnos el déficit presupuestal”.
“Nosotros le vamos a dar (a las autoridades) todos los elementos que sobran en Chihuahua, que acreditan el saqueo, y serán las instituciones las que lleven a Duarte a la cárcel, promovidos por nosotros”, indicó.
El político panista mencionó que una vez que asuma su nuevo cargo, su gobierno preparará sus propias investigaciones para darle seguimiento tanto a las denuncias ya interpuestas como cualquier otra irregularidad que se presente, pues no cree que el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, o el gobierno federal lo vayan a apoyar.
“Lo tenemos que hacer así porque yo no estoy tan seguro de que el Presidente de la República quiera actuar en contra de la corrupción. Yo al Presidente Peña no le veo en los hechos ningún signo, ningún acto que me permita decir que realmente va a combatir la corrupción”, manifestó.
No puedo ver a un solo funcionario federal porque dicen que nadie me recibe hasta que no me reciba el presidente de la República, y el presidente de la República no me recibe porque decidió impugnar la elección de Chihuahua”
CORRAL VS. PEÑA NIETO
Corral aseguró que el gobierno federal le está jugando “bola dura” pues a casi tres meses de las elecciones, ni el presidente Enrique Peña Nieto o algún funcionario federal lo han querido recibir.
“No puedo ver a un solo funcionario federal porque dicen que nadie me recibe hasta que no me reciba el presidente de la República, y el presidente de la República no me recibe porque decidió impugnar la elección de Chihuahua”, afirmó.
Independientemente de los problemas que actualmente mantienen, Corral señaló que siempre buscará estar en los mejores términos con el gobierno federal.
“Yo voy a trabajar de manera civilizada, franca, abierta, honesta y coordinada con el Gobierno Federal, pero yo no me voy a someter, ni voy a andar en la falsa cortesía”, sentenció.
Y aunque asegura que no cambiará su postura sobre el primer mandatario, indicó que sí modificará un poco su estilo.
“El gobernador, lo primero que tiene que hacer, es cuidar el estilo y no convertirse en un elemento de inestabilidad política en su propio Estado, pero no voy a dejar de decir lo que pienso.
“A lo mejor habrá que cuidar momentos y formas, pero el coexistir en las tareas ejecutivas no nos deben hacer declinar y aplicar nuestros propósitos”, señaló.
CORRAL VS. TRUMP
La candidatura de Donald Trump para la presidencia de Estados Unidos dejó de ser cosa de risa para Javier Corral.
Quien antes lo llamó “payaso” y “un chiste”, ahora también encuentra a Trump como “un fenómeno sumamente interesante”.
“Lo importante de Trump, es que así como está mostrando lo peor del Partido Republicano, también está mostrando lo mejor de ese partido, es un fenómeno muy interesante, cómo ha tocado fibras también adentro de la democracia norteamericana”.
Corral afirmó estar preocupado por la inquietud que el discurso del candidato republicano está sembrando en Chihuahua y los estados fronterizos en general.
“Amenaza esfuerzos de relación binacional muy importantes… con muchas dificultades hemos avanzado nuestra relación con Estados Unidos… todo eso lo amenaza Trump con su discurso, que no sólo es racista, es antimexicano”, mencionó.
Es por esto que el panista buscará reunirse en breve con los gobernadores fronterizos, tanto de México como Estados Unidos, para fortalecer lazos de trabajo y amistad.
“He enviado una carta a los gobernadores fronterizos tanto de México como de los Estados Unidos, les pedí como Gobernador Electo de Chihuahua que nos reuniéramos en un esfuerzo de alto nivel para explorar todos los mecanismos que propositivamente podemos explorar para reafirmar nuestros lazos de amistad y demostrarle a este candidato que la frontera es lo que hace grande en muchos sentidos a México y Estados Unidos”, comentó.
Aún está a la espera de respuesta por parte de los mandatarios estatales.
CORRAL VS. EL MAL GOBIERNO
Mientras se encuentra en lo que llama “el limbo de la transición”, Javier Corral planea sus acciones de gobierno, el cual aseguró tendrán un sentido social.
“Yo quiero organizar a la sociedad e impulsar el cambio en Chihuahua, rodearme de un gran equipo que se encargue de las tareas sociales, administrativas, ejecutivas, técnicas como económicas del Estado.
“Yo creo que esa es una de las decisiones más importantes de un gobernador, saberse rodear de las personas adecuadas, integras, con experiencia y conocimiento en la sala… a prueba de balas diría yo”, declaró.
Uno de los principales problemas que buscará enfrentar durante su administración es la desigualdad social, problema que considera ser uno de los principales elementos de la inestabilidad, desarmonía y desintegración de Chihuahua.
Afirmó que buscará gobernar para los que menos tienen, sin caer en el populismo; posibilitándoles a las personas su crecimiento y no “manteniéndoles en la pobreza”.
Y reiteró que su prioridad será establecer lazos con la población Tarahumara.
“Los que más han esperado son los pueblos indígenas de Chihuahua. Los pueblos Tarahumaras son los padres fundadores de nuestra tierra y vamos a ir a saldar una deuda con ellos, a través de un modelo de desarrollo económico integral en la sierra de Chihuahua”, dijo.
Uno de sus proyectos, adelantó, será tomar en cuenta la opinión de las comunidades indígenas en cuanto al desarrollo económico, social y turístico de Chihuahua.
“No se oponen al desarrollo turístico de la sierra de Chihuahua, lo que no están de acuerdo es que en la capital se tomen las decisiones y luego les atraviesen los ductos por en medio de sus tierras. Vamos a diseñar un modelo de legislación que garantice el derecho a la consulta previa, libre e informada de las comunidades indígenas”, precisó.
Son seis años con los que cuenta Javier Corral para hacer cumplir sus promesas. Y si se le pone obstáculo alguno durante su administración, el gobernador electo aseguró que recurrirá a su fuerza moral y política: el pueblo de Chihuahua, para retomar fuerza y continuar avante.