Al principio de su periodo como alcalde de Apodaca, Raymundo Flores era calificado con un 6.7 por los ciudadanos del municipio con más crecimiento en el área metropolitana.
Sin embargo, desde entonces había un rubro donde no había salido bien librado: la sensación de que en la ciudad había corrupción.
Habían pasado sólo 100 días desde que tomó las riendas y era de pensarse que en ese tiempo nadie puede cambiar el sentiemiento de la gente.
Pero a dos años de que Raymundo fue electo alcalde de Apodaca, la gente sigue sintiendo temor, sobre todo de la policía y del departamento de Tránsito.
Así como a Escobedo le dicen “escomiedo”, Apodaca tiene su mote y no es nada halagador: “Hampodaca”.
Apenas hace unos días, un periódico de la localidad comprobó que los agentes de Tránsito realizan retenes antialcohol en lugares de poca visibilidad y sin el permiso del edil.
El cabildo de Apocada informó al iniciar septiembre que ellos no tienen autorizado al departamento de Tránsito para realizar dichas campañas que van en detrimento de la confianza del ciudadano hacia el funcionario público.
En el último sondeo realizado por Hora Cero, el alcalde fue calificado con un 6.02 y quizás se deba a que sus colaboradores no están haciendo el trabajo.
PRECANDIDATOS
Y cuando falta un año para la sucesión presidencial en el municipio, el diputado Benito Caballero resalta entre las preferencia del pueblo con un 28.4 por ciento. Le sigue Félix Coronado, pero a distancia.
El PAN no ha pintado en Apodaca desde hace mucho tiempo y actualmente José Armando Martínez, Braulio Martínez y José Luis Zambrano tratan de convencer a la gente de que ya se necesita un cambio.
En cuanto a la gubernatura, los apodaquenses prefieren a Abel Guerra, del PRI, y a Fernando Elizondo, del PAN, como sus mejores “gallos”.