Cuando el ciudadano va a las urnas, una de las principales características que busca en el candidato a gobernar es su arraigo.
Alfonso Rodríguez Ochoa, actual secretario de Ayuntamiento en Guadalupe, no solamente es de allí, sino que nació “a dos cuadras del palacio municipal”.
Servidor público desde los años setenta, Rodríguez Ochoa es uno los nombres que se mencionan rumbo al cambio de alcaldes en 2009.
“Nací, crecí e hice mis estudios en Guadalupe”, dice con orgullo el ex diputado federal y ex dirigente priista.
“Ahí he vivido toda mi vida, excepto los años que me fui a trabajar a México. Tengo mucha familia por ahí, muchas amistades, he visto cómo ha crecido Guadalupe”, expresa.
“En mis tiempos de niño únicamente llegaban las casas hasta la exposición ganadera, enfrente de la exposición para el lado sur, norte y oriente eran puras huertas de naranjas y sembradíos. Había pocas colonias, pocos habitantes, mi abuelito tenía establo de vacas lecheras y muchos terrenos de esos eran de él. Fui viendo cómo se fue desarrollando el municipio entonces conozco la realidad con mucha profundidad”.
Desde 2006, Rodríguez Ochoa era mencionado como posible candidato a la alcaldía, pero el Partido Revolucionario Institucional eligió a Cristina Martínez y él se disciplinó como siempre lo ha hecho.
Apunta que el perfil lógico de un líder político para el municipio de Guadalupe tiene que tener mucha calidad humana y responsabilidad social para ser receptivo y proactivo en la búsqueda de alternativas para atender las demandas y necesidades de la población en general.
“El funcionario debe afrontar los problemas de la gente con profunda calidad humana”, dice.
Ciudad Guadalupe se pobló con gente que vino de otros estados en busca de trabajo y por eso se formaron muchas colonias irregulares.
“Tenemos un presupuesto para 650 mil habitantes cuando somos un millón, entonces tenemos que hacer cosas muy creativas y exigirle al gobierno federal y al estatal”, manifiesta.
“Hoy en día la administración pública no funciona con Mesías o iluminados sino con equipos profesionales capacitados y con experiencia, con un líder motivador, de calidad y entrega”.
Cree que los gobernantes deben unir esfuerzos con organizaciones no gubernamentales, clubes de beneficencia, universidad, para poder sacar adelante los problemas de la población.
Dice que hay que trabajar mucho con los niños, antes de que los malos hábitos los alcancen.
Dice que el servidor publico que aspire a ser alcaldes debe tener vocación y experiencia.
“La complejidad de la administración pública en zona metropolitana demanda profesionalización y experiencia; no es factible la improvisación… esos tiempos ya pasaron”, manifiesta.
Aunque se sabe entre los “aspirantes”, menciona una larga lista de personas con cualidades para dirigir el destino de Ciudad Guadalupe.
“Héctor Arredondo Cano, conocido por todo mundo con mucha sensibilidad, Pancho Plata y Héctor García García, Ovidio Campos, Ivonne Alvarez, que es gente de mucho trabajo.
“Y así como ellos hay un Víctor Caballero, Raúl Ramos y los jóvenes que son hijos nuestros o hijos de amigos de aquí de Guadalupe que están trabajando muy duro por la comunidad y son gente ya 100 por ciento de Guadalupe. que poseen una experiencia y un perfil adecuado”.