Originaria de Tamaulipas la luchadora busca demostrar que las mujeres pueden tener un lugar en el díficil deporte del pancracio. Para hacerlo debe lidiar con su obligación como madre.
Aliada al estilo clásico sobre el enlonado, la luchadora Bengalee empezó casi siete años atrás la aventura de ser profesional de los costalazos, camino en el que pese al tiempo andado apenas empieza a enfrentar retos importantes. “Soy una luchadora feroz y recia, al estilo de las gladiadores de antaño, manejo las dos esquinas con buen trabajo de llaves a ras de lona y toques aéreos”
Uno de sus retos es encarar de frente las oportunidades en la Ciudad de México, dejando su natal Tamaulipas con la gloria en su mente.
“Soy una persona entregada a lo que hace y sé sobreponerme a las adversidades, quiero ser alguien en la lucha libre. Me enamoré de este mágico mundo y nada me alejará de él, me enamora transformarme en Bengalee para satisfacer a los aficionados y vencer mis miedos, decidí hacerlo parte de mi vida cuando me di cuenta que tenía la capacidad de enfrentarme a rivales de calidad”.
Es madre y aunque la prioridad es su hijo, eligió a la lucha libre para enfrentar su día a día y darle una mejor calidad de vida.
“Por eso estoy dedicada al cien a la lucha libre, todo ha cambiado porque me ven como una deportista de respeto, a veces me imaginan como alguien con superpoderes y eso es fantástico”.
Pupila del Mensajero de la Muerte y Peligro, la enmascarada abraza las dos esquinas y tiene en Marcela e Irma González a sus principales estetas a seguir, “porque llegaron a ser muy grandes de una forma aguerrida y con mucha calidad como luchadoras. No tengo familia en el medio y aunque sé que hay muchas luchadoras con mayor capacidad y virtudes que yo, hago la diferencia con la técnica que manejo, algo que ya no es muy común en las arenas”.
Sagaz e intrépida en los encordados, a Bengalee le gusta el lado femenino y delicado de los felinos, la máscara es parte de su esencia y quiero conservarla por siempre.
“El físico también es importante porque como profesionales debemos dar una buena imagen al subir a un cuadrilátero, aunque la prioridad es la preparación luchística, una buena combinación de ambos es lo ideal”.