por moises gomez/enviado
Fragua de la Independencia mexicana y lugar de magia es sin duda San Miguel de Allende, Guanajuato.
Situado a 92 kilómetros al oeste de la ciudad de Guanajuato, por la carretera federal 110, se encuentra este histórico lugar. Su temperatura oscila entre 16 y 22 grados centígrados, lo que hace del recorrido una experiencia agradable.
Mochila, jeans y tenis debe ser el único equipaje al caminar por las calles de San Miguel para admirar de manera detallada su arquitectura, muestra de su singular belleza y señorío.
Recorrer sus calles brindan un matiz del estilo barroco y neoclásico, entre las que predominan edificios como la parroquia de San Miguel de Arcángel o el oratorio de San Felipe Neri.
Empedrados y puertas de artísticos diseños adornan las calles de San Miguel. Vale la pena recorrerlas a pie para no dejar de admirar cada detalle del pueblo. He aquí una probadita de los lugares que debes visitar.
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Desde muy tempranito, con cámara y mochila en mano, pon pie en las calles empedradas de la ciudad y llega al primer lugar de visita, la Parroquia de San Miguel Arcángel, ubicada en la plaza principal del pueblo.
Este legendario templo alberga en sus pilares años de historia y épocas. Construida con un estilo barroco, en su nave principal lucen los altares chapados en oro como testigo fiel de la región minera en que se sienta este lugar.
De día puedes admirar cada detalle y grabado en sus columnas, ventaneales y puertas. De noche es un espectáculo visual. Toda iluminada de luz ambar que mezclada con la cantera toma distintas tonalidades, sombras y figuras que le dan un porte y señorío a la construcción.
Unos pasos más y llegas al Museo de Allende, recinto donde se conserva la historia del pueblo y de Guanajuato, así como la del legendario General Ignacio Allende y su incursión en la Independencia de México.
Situado en una de las esquinas que dan al jardín principal de San Miguel de Allende, el antiguamente llamado Palacio de los Condes de la Canal -por ser éstos quienes lo construyeron- es una muestra de las residencias aristócratas del siglo XVIII.
Ahora convertido en museo, uno puede admirar los grandes patios dentro de la casa y la basta vegetación ornamental que allí y en varias casonas se conservan.
Caminando por la calle Canal llegará al Templo de la Concepción o Templo de las Monjas, un lugar digno de tomar un respiro en su frondoso árbol de trueno y contemplar las impresionantes puertas de aproximadamente cinco metros ya con motivos religiosos.
El interior de la Iglesia está iluminado por unos vitrales en lo alto de la cúpula. Santos y óleos son adornados con accesorios chapados en oro. La acústica es digna de ponerse a prueba y comprobar las maravillas de la ingeniería para cuidar el más mínimo detalle de la expansión de la voz en épocas donde los equipos de sonido no existían.
Si por el camino el hambre lo hace presa, es un momento ideal para probar los churros del restaurant San Agustín de la actriz Margarita Gralia, acompañados de un delicioso café de grano.
Para cubrir el antojo remate con unos deliciosos tumbagones (galleta hojaldrada de huevo y harina) que es el dulce típico del lugar.
Fiestas de San Miguel
La Sanmiguelada es sin duda la fiesta mayor donde se dan cita los turistas de todas partes del mundo.
Cada septiembre, en San Miguel de Allende se lleva a cabo un evento que sólo puede ser comparado con el ‘Mardi Gras’ en Nueva Orleáns o el ‘Spring Break’ en Daytona Beach, Florida.
La Pamplonada (nombre derivado de Pamplona, España, de donde la corrida de toros es originaria) de San Miguel de Allende se realiza el tercer sábado de septiembre, que es el fin de semana que cae entre la celebración del Día de la Independencia de México, El Grito (16 de septiembre) y el festival del santo patrón de la ciudad, San Miguel Arcángel (29 de septiembre).
Dentro de los festejos, los teatros Angela Peralta y Bellas Artes se iluminan para dar pauta a lapresentaciones musicales de jazz y música de cámara.
Su tradicional feria de la Lana y el Latón donde millares de hilos de seda y plata se entretejen para dar forma a las piezas más exóticas para lucirse como ornamento en las casas o en el mismo cuerpo.
Así es que si de vacaciones relajantes se trata, estás invitado a dar un paseo por este histórico lugar y comprobar que San Miguel es una belleza del bajío.