Lerma, Méx.-
Este jueves se lleva a cabo la audiencia contra José Juan “N”, uno de los presuntos feminicidas de Fátima Quintana, una niña de 12 años que fue lapidada y agredida sexualmente en el 2015, en la comunidad de Santa María Zolotepec, Lerma, cuando volvía de la escuela.
Por este caso, José Juan, es el único de los tres presuntos responsables que no fue sentenciado, pues Luis Ángel Ataide Reyes fue y ocho meses de prisión y Misael Ataide Reyes, a cinco años, pues entonces era menor de edad.
A los juzgados ubicados en el municipio de Lerma, acudieron integrantes de diversas colectivas feministas que han acompañado a los padres de Fátima Quintana durante 6 años en qué han demandado la sentencia del tercer responsable del feminicidio de su hija.
A las 08:30 de la mañana, María de la Luz Estrada, coordinadora ejecutiva del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio aseguró que “confían en que el Poder Judicial del Estado de México juzgue con perspectiva de género y hagan justicia por esta niña de 12 años lapidada y agredida sexualmente tras regresar de la escuela”.
Añadió qué es la oportunidad histórica para que el Tribunal Superior de Justicia del Estado de México demuestre su interés por la protección de las mujeres, y por modificar los errores que se han cometido en el pasado, corrigiendo este juicio y sentenciando al último de los tres presuntos responsables del feminicidio de la menor.
Si bien, en un principio algunas de las mujeres intentaron irrumpir en la audiencia y vandalizaron con pintas el área de los juzgados, la representante legal de la señora Lorena Gutiérrez solicitó que se contuvieran o retiraran pues ponían en riesgo la audiencia de este día.
Recordó que el 5 de febrero de 2015, la menor fue interceptada por tres jóvenes, cuando ella regresaba de la escuela y fue víctima de tortura sexual y feminicidio.
La brutalidad y la saña con la que fue privada de la vida ha tenido un impacto negativo y afectación en toda su familia, precisó, además de las represalias en su contra, luego de la exigencia de justicia les obligaron a abandonar su residencia y a desplazarse de manera forzada a otra entidad, así como la muerte de su hermano Daniel, con quien la niña mantenía una relación estrecha.
“El desgaste y la falta de justicia, no solo generó un contexto adverso que no permitió superar la pérdida de su hermana; así mismo, la falta de una atención adecuada y la negligencia de las autoridades provocó su evitable muerte”.