Los padres de familia deben de supervisar las actividades de sus hijos cuando acceden a las redes sociales, ya que se exponen a grandes peligros.
Las redes sociales se han convertido en las grandes protagonistas de la actualidad, a través de ellas se puede informar, difundir y compartir contenidos, orientar sobre determinados temas, pero también socializar, aunque comúnmente se dice que acercan a quienes están lejos y alejan a quienes están cerca.
Lamentablemente no siempre se utilizan con buenos fines, siendo niños y adolescentes los más vulnerables.
La psicóloga, Claudia Olivares Hernández y máster en Educación, mencionó que actualmente se vive un boom en comunicación a través de las redes, incluso, superando la que se hace de forma personal.
Sin embargo, no solamente se han convertido en una nueva forma de comunicación, al ser tan novedosas y ofrecer gran variedad de contenido, pueden volverse adictivas si no se administra, regula o modera el tiempo que se pasa en ellas.
Recomendó que el tiempo ideal para los niños es de dos horas de uso de la tecnología, que podrá irse incrementado de acuerdo al aumento de edad de los menores.
La edad mínima permitida para abrir una cuenta en Facebook, una de las redes sociales más utilizada, es de 14 años, sin embargo, diariamente muchos niños menores de esa edad que no cuentan con supervisión por parte de sus padres, lo hacen por medio de datos falsos.
Y es que en las redes sociales la sinceridad no es el valor más utilizado, por lo que se sufre el riesgo de ser engañado por quienes se esconden tras un monitor, una tablet o un smartphone para ocultar su verdadera identidad.
“Lamentablemente los niños y adolescentes son los que más se exponen a ser contactados por personas que les pueden hacer daño. Hay quienes hacen un perfil falso y se hacen pasar por menores de edad para entablar comunicación con ellos”, dijo la también orientadora vocacional de la Preparatoria de la Universidad México Americana del Norte, A.C. (UMAN).
Ya enganchados, una vez que se ganan su confianza pueden persuadirlos para pedirles material gráfico en donde aparecen desnudos o con poses sugerentes, enviarles material pornográfico o incluso, llegar hasta el secuestro, luego de agendar una cita entre el acosador y el menor de edad.
Sin embargo, esto no pasa solamente con extraños, también conocidos que cuentan con toda su confianza pueden dañarlos utilizando una imagen explícita.
“Se ven muchos casos en los que tanto mujeres, como hombres se ven afectados al subir a sus páginas o proporcionar fotos comprometedoras a novios o amigos y cuando hay algún pleito o diferencia, para dañarlos, difunden este material”, relató.
Dijo también que, el bullying es común a través de Internet, afectando más a quienes tienen poca autoestima, sobre todo a los adolescentes, quienes se encuentran en una edad en la que requieren la aprobación de los demás para sentirse aceptados.
“Los padres de familia deben trabajar mucho en la autoestima y la confianza e imagen que los hijos tienen de sí mismos, fortalecer su amor propio y explicarles que quizás habrá personas que se burlen de ellos y quieran dañarlos, pero lo mejor es ignorarlos”, comunicó.
También consideró importante el otorgarles la confianza para que les cuenten cualquier situación que les pase a través de redes sociales que los haga sentir incómodos, afectados, dañados o vulnerados.
RECOMENDACIONES
La Comisión Nacional de Seguridad, a través de la División Científica de la Policía Federal, a través de la página www.gob.mx en su apartado de “Artículos” emite una serie de recomendaciones sobre el uso de redes sociales para menores.
La primera es, crear contraseñas seguras, utilizando ocho caracteres como mínimo, mezclando letras, números y signos, fácil de recordar pero difícil de suponer y cambiarlas constantemente.
Una de las más importantes quizás, es el no proporcionar, ni publicar información personal, de la familia o amigos en Internet, tales como teléfono, dirección, lugares frecuentados, etc.
Indudablemente es muy difícil resistir el publicar una fotografía propia, sin embargo, algunas podrán ser mal utilizadas y poner en riesgo la reputación.
No se deben abrir correos de remitentes desconocidos, ni conversar con personas en chats o redes sociales que no conozcan, además, no agregarlos a sus listas de contactos.
Conversar en chats o redes sociales de forma respetuosa y sin insultos, y si se reciben insultos, molestias o realizan una petición inapropiada, desconectarse de inmediato y darlo a conocer a los adultos, preferentemente a los padres de familia.
No entrar a sitios extraños o negativos con contenidos como pornografía, zonas de descargas, o chats desconocidos, ya que pueden contener virus que afecten el equipo o dispositivo; también es recomendable utilizar programas o herramientas de protección o antivirus.
Finalmente, la dependencia recomienda cerrar las sesiones de correo electrónico y redes sociales en equipos de acceso público.