Miradas incrédulas se asoman al conjunto de cruces blancas y a las numerosas líneas color naranja marcadas en el pavimento, de lo que parece ser la reconstrucción de una escena que literalmente huele a muerte.
Restos de autopartes, de ropa; algunas monedas mexicanas; manchas de sangre e, incluso, tejidos humanos quedaron esparcidos en un espacio estimado de 15 metros cuadrados y que los servicios periciales, tras intervenir en zona de desastre, no alcanzaron a llevarse.
Son, en otras palabras, las huellas de la mayor desgracia de los últimos seis años ocurrida a un grupo de migrantes hispanos en el sur de Texas, quienes –hasta ese entonces– habían llegado hace apenas días o quizá horas al país de la “esperanza”, de los “sueños” y de la “felicidad”, para morir irónicamente en un suspiro.
La terrible noticia sacudió a los residentes de la ciudad de Palmview, un poblado de cerca cinco mil 500 habitantes, de acuerdo con el último censo de la nación. El incidente rápidamente traspasó fronteras, aunque según el Departamento de Policía local no se habían comunicado familiares de los fallecidos para reclamarlos, ni de los heridos.
De acuerdo con los primeros reportes, el pasado martes 10 de abril, alrededor de las 10:30 de la noche, agentes de la Border Patrol le hicieron la parada a una minivan Chevrolet Astro color arena, con placas de circulación 15M/HB4 del Estado de Texas, cuyo conductor bajó de la misma y fue abordado por los uniformados.
Pero cuando éstos quisieron detenerlo, se escabulló hacia la camioneta y pisó el acelerador para huir junto con un grupo de 18 indocumentados (en una unidad diseñada para solamente siete pasajeros).
Tras evadir el puesto de revisión el operador desencadenó el lamentable suceso donde nueve personas murieron, seis más fueron hospitalizadas; una con lesiones menores detenida y tres restantes quedaron prófugas.
Esa noche el comandante de Policía, Lenny Sánchez, señaló que se desconocían las causas del accidente (acontecido en la calle lateral de la autopista 83 en dirección al este, casi esquina con Minnesota), aunque al día siguiente, en rueda de prensa, Christopher Barrera, jefe del Departamento, confirmó que éste se presentó tras una persecución en la que participaron (en operativo conjunto) la Patrulla Fronteriza, elementos de la Policía de Mission y del Condado de Hidalgo.
En el informe preliminar se asentó que tres mujeres habían recibido tratamiento médico de urgencia, y luego fueron puestas a disposición de las autoridades migratorias.
LA RUTA DEL PELIGRO
Hora Cero hizo un recorrido por los áridos caminos de Palmview, pegados al borde del río Bravo, los mismos que los migrantes deben pasar en su intento para alcanzar las comunidades urbanas de Estados Unidos.
En el sitio pueden observarse vestigios que los indocumentados dejan, como envases de plástico, cámaras de neumático y artefactos de madera que construyen para flotar. Incluso, hay hasta balsas abandonadas entre la vegetación de mezquites y huizaches.
¿Cómo descartar que una de esas prendas húmedas tiradas entre el monte no fue la misma que utilizó alguno de los 19 ilegales horas antes de sufrir el terrible accidente?
Las estremecedoras veredas clandestinas parecen ser parte de una película de horror, por las que hacer movimientos en falso puede ser una grave equivocación para los “mojados”, ya que no solamente rondan los agentes de la Patrulla Fronteriza, sino también los traficantes de droga.
A medida que se avanza hacia el norte los arbustos comienzan a hacerse más densos, así como también se vuelve más complicado caminar con el peligro a que aparezca una serpiente.
El intempestivo calor y la falta de viento entre la hierba provoca mucha sed y chorros de sudor corren entre la ropa.
Según cuenta Rosalinda Huey, vocera de la Border Patrol, esa zona es sumamente peligrosa porque es muy fácil perder el rumbo y morir deshidratado.
Sin embargo, los indocumentados parecen no tomar las recomendaciones, pues diariamente son muchos los que ponen en peligro sus vidas, a pesar de que la tarea sea muy complicada, ya que la “migra” se encuentra patrullando los 508 kilómetros de río y recorre 54 mil 717 kilómetros de brechas, rancherías y zonas pobladas.
Después de atravesar los agrestes caminos fronterizos comienzan a verse algunas casas, aunque solamente los “coyotes” saben en cuál de todas refugiarse, porque varios habitantes de la zona sur de Palmview se encuentran armados, por temor a que algún desconocido los ataque, por lo que aproximarse puede ser letal.
Según el Departamento de Policía, los migrantes que murieron el pasado martes muy probablemente estuvieron escondidos en alguna propiedad cercana, aguardando a que pasara por ellos la Chevrolet Astro, la misma donde acabarían con sus vidas.
Ya de noche, tras haber pasado inadvertida con 19 personas abordo entre las calles de terracería, finalmente la unidad alcanzó a llegar a la autopista 83, pero no por mucho tiempo, pues casi enseguida se topó con un puesto de control policial y segundos después todo acabó en tragedia.
DUELO COMUNITARIO
Lucy Moreno, quien trabaja en la guardería Kids Rock, situada justo en frente de donde se registró el percance, relató que este infortunio –similar al ocurrido en 2008 en el Estado de Arizona, donde también murieron nueve personas–, ha dejado muy consternado al personal de su empresa, padres de familia y vecinos del sector.
Cuenta: “Obviamente son seres humanos y pensar que terminaron su vida tan trágicamente nos ha afectado mucho. Este día (uno después del choque) decidimos cerrar el negocio en memoria de estas personas y también por la seguridad emocional de los niños”.
Ahora, en el lugar que ocupaba el muro donde golpeó la Astro, el cual fue reducido a escombros, se encuentran veladoras, arreglos florales y las figuras de varias cruces formadas a base de cal.
Y es que horas después de la colisión predominaba el mal olor, las moscas y los tallones de sangre de las víctimas, que eran demasiado evidentes como para hacer pasar a menores de edad por ese lugar.
“Ha llegado muchísima gente a hacer oraciones, a traer velas. Este es un momento de reflexión y por eso me gustaría decirle a quienes buscan venir ilegalmente a este país que lo piensen bien antes de intentarlo, porque muchos creen que brincando el río ya están en Estados Unidos y no es así, creo que lamentablemente la pesadilla empieza de este lado”, consideró la empleada de la guardería, quien asegura no saber qué razón les dará a los niños ante todas sus preguntas.
Según consta en los trazos que hicieron los peritos sobre la carretera, la furgoneta de los migrantes perdió el control, presumiblemente tras haber descendido de los carriles de alta velocidad del Expressway por la rampa hacia la calle paralela, donde se meneó y comenzó a girar de modo estrepitoso. Luego golpeó contra la banqueta y al final se estrelló contra un letrero de concreto.
Minutos después Lucy Moreno y los vecinos acudieron a prestar auxilio, pero el área fue acordonada, aunque según los testigos, de lejos podían observarse los cuerpos tendidos sobre el asfalto.
El crujir de dientes de los heridos, así como los muertos –algunos mutilados– convirtieron ese lugar, por el que a diario son transportados bebés y niños, en un auténtico infierno.
Pese a la magnitud de la volcadura las autoridades afirman que el chofer de la minivan sobrevivió y escapó por su propio pie para evadir cargos de tráfico de indocumentados, aunque dos días después, el jueves 13 de abril, fue arrestado.
Se trata de un adolescente de 15 años, quien se encontraba escondido en una residencia de Hidalgo, Texas, aunque no fue revelado su nombre.
INCIDENTE SIMILAR
La entrevistada detalla que apenas un día antes, el lunes 9, había sucedido un percance parecido en el municipio de La Joya, en el que también se vieron involucrados varios indocumentados. Uno murió y 17 más resultaron heridos. Otros dos, aparentemente los “coyotes”, huyeron de la escena.
“Estábamos muy confundidos y por ello tuvimos que regresarnos al trabajo. Esto sucedió casi enseguida de nosotros haber cerrado el negocio, pues nuestro horario es de nueve de la mañana a diez de la noche.
“Una de nuestras compañeras que llegó más rápido mencionó que había mucha gente quejándose y muchos estaban llorando. Inclusive, aquí en frente descendió un helicóptero que se llevó a una mujer embarazada y a dos personas más.
“Cuando volvimos esta mañana nos encontramos dinero mexicano y un hueso de una cabeza abajo de un letrero; había muchos pedazos de seso, mucha sangre. Nosotras pusimos todas esas cruces con cal para tratar de tapar un poquito el olor, porque era muy intenso y para que los difuntos encontraran un poco de luz para alumbrar su camino a Dios, y aunque sus familiares no están aquí nosotros estamos representándolos y diciéndole a la gente que sentimos mucho lo sucedido.
“Alguien nos informó que por desgracia durante este día fallecieron dos migrantes más en el hospital”, lamentó.
Sin embargo, tanto la Policía de Palmview como personal del Hospital Regional de Mission, a donde fueron trasladados los heridos, no informaron nada al respecto.
De hecho, en el centro hospitalario se mostraron herméticos en torno a este caso e inclusive, le solicitaron al reportero de Hora Cero que debía salir de la clínica.
Asimismo, unos de los vecinos de la calle Minnesota, por donde habría huido el conductor de la van, dijeron haber visto a un niño muerto en el lugar del accidente y también a una mujer embarazada; no obstante, la Policía y el Consulado de México en McAllen descartaron que hubiera habido menores de edad y negaron rotundamente esas vertientes.
CONTINuAN PESQUISAS
En tanto, las autoridades de Palmview dieron su pésame a las familias de las víctimas en una conferencia donde se reafirmó la versión de que la Border Patrol seguía la unidad cuando parte de sus ocupantes acabaron de forma fatal.
“La Patrulla Fronteriza intentó detener el vehículo. La minivan se detuvo mientras que uno de los tripulantes escapaba, por lo que fue aprehendido, pero se zafó de los agentes, volvió a la camioneta y pisó el acelerador. Quince sujetos fueron expulsados del vehículo.
“Había tres mujeres y 16 hombres. De las personas hospitalizadas una se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos en coma”, informaron.
El portavoz de la Policía agregó que la unidad procedía del sur de la ciudad de Palmview.
Solicitaron que quienes estén interesados en aportar información para ayudar a las investigaciones se comuniquen al número 956 4320 303 y que pregunten por el comandante Sánchez, quien también estará a cargo de atender a los familiares de las víctimas, aunque recalcaron que hasta ese momento nadie había llamado para pedir informes de los migrantes accidentados.
Mencionaron que los deudos deben dar nombre, fecha de nacimiento, una fotografía de la persona y acudir al Departamento de Policía.
Por lo pronto, los cuerpos fueron trasladados a la morgue del condado, en espera de que sean reclamados, mientras continúan las investigaciones.
“El juez del Condado de Hidalgo, Ramón García, será el encargado de determinar los medios en que serán transportados los difuntos a sus países de origen”, dijeron.
SIETE MUERTOS
ERAN DE OAXACA
Por parte el cónsul mexicano José Manuel Gutiérrez Minera, encargado de asuntos políticos, económicos y prensa, mencionó que se están siguiendo los protocolos indicados para atender este caso de la mejor manera posible.
“Desde que se nos notificó a principio, en las primeras horas de la madrugada, el Consulado de México ha estado ahí ayudando en lo que se puede. Fuimos al hospital a verificar el estado de salud de las personas involucradas en el accidente y para para tomar información de ellos y de donde son sus familias.
“Asimismo, hemos estado en contacto directo con las autoridades locales de manera coordinada para revisar el proceso de repatriación de los cuerpos. En estos momentos estamos tratando de contactar a las familias para informarles sobre este lamentable incidente”, informó.
Gutiérrez Minera confirmó que todos los indocumentados que viajaban en la furgoneta son mexicanos y de los nueve fallecidos siete son del Estado de Oaxaca y dos de Veracruz.
Dijo además que están trabajando para definir de qué municipios son originarios y que sólo han sido localizado un par de familias de Oaxaca.
“No podemos dar información aún de las personas, porque queremos primero contactar a las familias antes de que salgan sus identidades en los medios de comunicación.
“Mientras tanto, estamos esperando a que las autoridades locales terminen las necropsias y emitan los certificados de defunción para establecer una logística con funerarias mexicanas para que los cuerpos viajen a sus diferentes destinos en algunos días. De los paisanos que se salvaron aún no está descrito cuándo se darán a conocer sus nombres”, señaló.
En cuanto a los dos hospitalizados que quedan, una persona sigue en estado grave y la otra se encuentra fuera de peligro y está recuperándose.
LA CAMIONETA
DE LA MUERTE
Arrumbada en un terreno donde almacenan vehículos de colisión en la ciudad de Palmview, la furgoneta donde murieron los nueve migrantes luce completamente destruida.
En su interior aún se encuentran huellas de la violenta volcadura, así como también algunas prendas de vestir, zapatos sin par, pedazos de carne e incluso, una imagen religiosa que de nada ayudó a evitar la tragedia.
Los medios de comunicación pudieron constatar las consecuencias ocasionadas por la velocidad y la imprudencia, pues la unidad prácticamente quedó aplastada, como si fuera una caja de cartón.
Ahí fue donde precisamente 19 ilegales se jugaron la vida y en el volado sólo 10 pudieron salvarse. El resto ha pasado a engrosar las estadísticas mortales en las páginas policiacas de los periódicos.
Las vestiduras y los asientos de la camioneta Astro no pueden esconder las terribles evidencias de los cuerpos que se impactaron unos con otros y la mezcla de su sangre.
Incluso, en uno de los lados del vehículo pueden observarse las sangrientas manchas, por lo que la unidad les cayó encima a los tripulantes que fueron expulsados durante las volteretas.
Quizá los migrantes imaginaron que sufrirían en Estados Unidos para salir adelante, pero nunca pensaron el martirio que vivirían. De hecho esta es la mayor desgracia acontecida a un grupo ilegales en el sur de Texas desde hace seis años, cuando seis personas murieron ahogadas en un canal del municipio de Hidalgo.
Bajo esta minivan aún es posible ver los tacones de madera amarrados con unos alambres que fueron colocados en los muelles para aparentar menos peso del que realmente llevaba el vehículo.
De manera irónica el único lugar de la Chevrolet Astro que no tuvo ningún daño fue el del asiento del pollero, cuya puerta abrió sin problemas antes de escapar y no afrontar los hechos.
Hasta el cierre de esta edición la Patrulla Fronteriza se comprometió a elaborar un informe y brindar los pormenores de esta tragedia, mientras tanto –como ha sucedido en el pasado– los hechos no detendrán el peregrinaje de miles de indocumentados hacia Estados Unidos. v