Los casi mil 800 integrantes de la caravana migrante que busca llegar a Estados Unidos decidieron que intentarán ingresar al vecino país por Piedras Negras, Coahuila, en lugar de Nuevo Laredo, Tamaulipas, por lo que no pasaron por territorio de Nuevo León, donde ya los esperaban. De todas formas, medio centenar estuvo en la entidad y algunos anunciaron que se quedarán para buscar un empleo.
Aunque las autoridades estatales esperaban que los mil 800 integrantes de la caravana migrante que partió de Centroamérica con destino a la frontera con Estados Unidos cruzaran por Nuevo León, al final solo 51 decidieron pasar por la entidad, de los cuales únicamente 35 se quedaron.
Apenas se supo que la caravana había fijado su ruta por el noreste de México en su deseo con llegar a la puerta de la unión americana, autoridades de los tres niveles de gobierno se prepararon para el arribo de los casi dos millares de personas.
Para ello se instalaron diez puntos de pernocta ubicados en los municipios de Doctor Arroyo y Galeana, además de siete albergues con una capacidad de mil 840 personas que era operado por el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF).
En el marco de las reuniones previas para organizar la recepción de estos miles de migrantes, el gobernador, Jaime Rodríguez Calderón aseguró que la ciudadanía podía estar tranquila, pues las autoridades estaban listas para el arribo de estos viajantes.
“Que no se genere una inquietud que no es la adecuada para la población, que no se inquiete la población, que la población esté informada que (esta caravana) es un paso, que muchos de ellos pueden en cierta medida detenerse o avanzar más rápido, pues una caravana que no tiene una ruta establecida de horarios, entonces nosotros nos adaptaremos”, dijo Rodríguez Calderón.
La noche del viernes primero de febrero, los primeros integrantes de la caravana llegaron a Coahuila procedentes del estado de San Luis y fueron albergados en una bodega estatal ubicada en el municipio de Arteaga.
Tras ser recibidos por las autoridades, la mayoría de los migrantes decidieron que se dirigirían a Piedras Negras, Coahuila, en la frontera con Estados Unidos, en lugar de ir a Nuevo Laredo, Tamaulipas.
La mayoría de los integrantes de la caravana decidieron no viajar a Tamaulipas por lo que empresarios y autoridades de Coahuila les proporcionaron autobuses en las que viajarían a la frontera.
Y aunque con ello se cancelaba la posibilidad de que el grueso de la caravana fuera a pasar por territorio de Nuevo León, las autoridades habilitaron como albergue temporal el Gimnasio Nuevo León, ubicado sobre la avenida Manuel L. Barragán.
Esto es porque 51 integrantes del grupo decidieron que en lugar de viajar a Piedras Negras prefería acudir a Monterrey.
Durante los 240 kilómetros de recorrido, el contingente fue resguardado por personal de Fuerza Civil, Protección Civil del Estado y la Policía Federal.
A las 6:30 horas del 4 de febrero, los autobuses con estos 51 migrantes, de los cuales 32 eran hombres, 13 mujeres –una de ellas, embarazada- y 6 menores de edad llegaron al albergue oficial instalado por las autoridades de Nuevo León.
Al realizar un censo de estas personas se identificó que venían provenientes de El Salvador, Guatemala y Honduras, además de dos ciudadanos mexicanos originarios de la entidad, quienes acompañaban a sus esposas de origen centroamericano.
Ya instalados en el albergue, los migrantes informaron a las autoridades que siete de ellos viajarán con destino a Nuevo Laredo, mientras que otros 35 se quedarán en la entidad para buscar un empleo, gracias a la visa humanitaria que el gobierno mexicano les proporcionó al momento en que ingresaron al país.
Estas 35 personas dijeron contar con familiares viviendo en la zona metropolitana de Monterrey, por lo que es su deseo reunirse con ellos.
El resto de los viajeros fueron enviados al albergue Casanicolás donde decidirán si buscarán un trabajo en Nuevo León o seguirán su camino hacia Estados Unidos.
Al recibir a estas personas, el secretario de Gobierno, Manuel González Flores, expresó que las autoridades estaban brindando este apoyo pues están muy preocupados por defender a lo largo y ancho del estado los derechos humanos.
Aclaró que al ayudar a estas personas no se está desatendiendo las necesidades de los ciudadanos de Nuevo León quienes también tienen necesidades de empleo, salud y bienestar.
“Estamos más preocupados, todos los días, por el empleo de los nuevoleoneses, por el empleo que todos los días se debe generar y que tenemos que cuidar aquí en Nuevo León.
“Esto es algo extraordinario que haremos y lo haremos con 51 gentes, pero lo que todos los días hace toda la sociedad de Nuevo León y su gobierno es por los empleos de Nuevo León, que nos preocupan todavía más que todos los esfuerzos que podamos hacer en todos los sentidos”, expresó.
El funcionario estatal dijo que no hay reportes que una nueva caravana pueda pasar por la entidad, sin embargo se tiene conocimiento que 150 migrantes se encuentran en la capital del país próximos a reiniciar su viaje y existe la posibilidad de que crucen por Nuevo León.
“No hay en puerta una caravana adicional. Hay un número de 150, aproximadamente, en la Ciudad de México y que probablemente decidan salir hacia acá para ir a Nuevo Laredo, no tenemos confirmado eso”, finalizó.