Los Cabos, además de ser uno de los destinos turísticos más importantes a nivel mundial, es el hogar de una de las especies más espectaculares del mundo: la ballena jorobada, la más activa y acrobática de los océanos.
Este ejemplar, llega del norte de California en busca del calor del Finisterre, pues en este sitio además de dar a luz a sus crías, disfrutan de las aguas cálidas y templadas que ofrece Baja California Sur.
A partir del 15 de diciembre y hasta el 15 de abril, se puede realizar el avistamiento de este cetáceo, el cual puede ser comúnmente observado en el sur del Golfo de California, muy cerca de Los Cabos, donde turistas nacionales e internacionales acuden a conocer este simpático espécimen, que con guías certificados y con las debidas medidas de seguridad, se pueden contemplar en su hábitat.
También denominadas “yubartas”, las ballenas jorobadas se caracterizan por sus aletas dorsales y sus pliegues ventrales, los cuales van desde la punta de la mandíbula inferior hasta vientre, pero al igual que una huella dactilar, su forma y patrón son diferentes en cada una. Su peso oscila entre las 25 y las 40 toneladas, los machos adultos miden entre los 12 y los 16 metros, siendo algo más pequeños que las hembras.
Las ballenas jorobadas se alimentan de pequeños crustáceos, mejor conocidos como krill; cada cetáceo suele devorar alrededor de mil 500 kilos por día, pues gracias a los pliegues de su garganta, tragan grandes volúmenes de agua que, tras expulsarla, atrapan su alimento para ingerirlo inmediatamente. Cabe destacar que estos mamíferos son demasiado inteligentes en cuanto a las técnicas de caza, ya que, logran coordinarse para girar debajo de los bancos de peces y a su vez, expulsar burbujas de aire con las que puedan atrapar al mayor número de especies posibles.
Uno de los comportamientos más interesantes es su “canto” y con el paso de los años, científicos han descubierto que estos mamíferos producen sonidos que duran de 10 a 20 minutos, mismos que facilitan su localización.