Después de la controversia internacional que originó la construcción del muro fronterizo entre México y Estados Unidos, pocos cambios se han registrado en algunas comunidades donde la obra ya está terminada.
Por ejemplo en Granjeno, Texas, el pequeño poblado que enfrentó al gobierno federal porque sus patios traseros serían atravesados por la barda antimigrante, hoy los días transcurren como si nada hubiera pasado.
Apenas 300 habitantes conforman la comunidad asentada a 10 minutos de McAllen y, aunque temían que sus vidas cambiarían drásticamente, al final resulta que el muro les servirá como defensa contra inundaciones, pero no para detener el flujo de personas ni de drogas.
“Todo ha seguido igual, siguen los ilegales y traficantes cruzando. En lo que sí va a servir la valla es en prevenir la crecida del agua, pero ya tampoco entra el viento del sur para las casas”, admitió en tono irónico el munícipe.
En este lugar de semiárida vegetación, salpicado por árboles de zarzamora, todavía se observan en algunas casas los letreros contra la construcción de la muralla que, cuando mucho, les modificó el paisaje.
Para Ricardo Cardoza, nativo de Granjeno, los cambios se han notado en el flujo migratorio.
“Antes pasaba de toda clase de gente, no puedo decir que nomás mexicanos; aquí amanecían chinos, africanos y por supuesto latinoamericanos. Veía grupos de 10, 15 personas, pero ahora casi no se ve a ninguno. Miré a un muchacho la semana pasada”, relató.
Este dependiente de una tienda de autoservicio -al puro estilo de las películas de spaghetti western- considera que los indocumentados y traficantes solamente han modificado sus rutas.
“Creo que ellos van a hallar un modo para ingresar a Estados Unidos; como quiera van a seguir pasando”, apreció Cardoza.
Es difícil creer que los pobladores de este sitio, el cual tiene apenas un ayuntamiento, una iglesia, un panteón y un racimo de casas, eran los más acérrimos enemigos a la barda antimigratoria. Ahora aunque la mayoría ya no la promueve, tampoco la rechaza.
De acuerdo a una publicación de Los Angeles Times, Granjeno resistió las cruzadas raciales cuando los Texas Rangers llegaron a intimidar a sus habitantes tras la Guerra Civil. Prevaleció hace una década cuando funcionarios del condado intentaban construir un puente internacional (que finalmente lo están edificando a un lado del poblado). Pero nada pudo hacer para frenar el muro, que ya es una realidad.
MALA IMAGEN
Sin embargo, hay quienes atisban un impacto económico negativo no tanto por la megaobra -que tan sólo en Texas tendrá una longitud de casi 600 kilómetros-, sino por la polémica que desató.
“A diferencia de otras partes del país en el Valle de Texas se bajaron las ventas un 5 por ciento este año. Desde antes de construirse la cerca nuestra posición fue que no es la mejor manera para resolver el problema de la migración ilegal y el trasiego de drogas.
“Finalmente se hizo un dique y creo que no tiene el mismo mensaje que un muro, con el que muchos están en desacuerdo. Estamos trabajando muy fuerte para explicarle a nuestros visitantes que con el dique no es que les digamos que no los queremos; al contrario, deseamos que todos se sientan bien aquí”, manifestó en entrevista Matt Ruszczak, vicepresidente de asuntos gubernamentales de la Cámara de Comercio de McAllen.
Del lado mexicano, la visión es diferente. En el Centro Fronterizo de Derechos Humanos, Cefprodhac, creen que ha habido una disminución de flujo debido a la crisis económica (por los montos que los indocumentados deben desembolsar a los traficantes de personas) y hasta a la influenza. Afirmaron que: “De todas formas los migrantes seguirán surcando la frontera, aunque tener una barrera entre los dos países generará más muerte, descontento y también grandes problemas con la población flotante”, indicó Rebeca Rodríguez Gómez.
La activista social reiteró que, a largo plazo, el muro también llamado “de la vergüenza” causará mayores problemas de los que pretende solucionar.
“La barda provocará más muertos y riqueza para ‘coyotes’, por eso mientras nosotros no exijamos respeto a los derechos humanos, Estados Unidos va seguir haciendo lo que quiera con nuestros compatriotas.
“Este año han fallecido 29 personas intentando llegar a la Unión Americana, de acuerdo a las publicaciones de los medios de comunicación”, lamentó Rodríguez Gómez.
ELEFANTE BLANCO
Según la Oficina del Censo de Estados Unidos, Granjeno tiene una superficie de 90 hectáreas. La educación es provista por el distrito escolar del condado de Hidalgo.
La mayoría de los habitantes son de origen hispano, como los ancestros del alcalde Vicente Garza, quienes aseguran que su palmo de tierra tiene un valor sentimental, más que cualquier cantidad de dinero, pues es una herencia de 1767 del rey español Carlos III.
En el cementerio del lugar descansan ex combatientes de la Guerra Civil, la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Vietnam. Frente a éste los vehículos de la Border Patrol hacen rondas para ubicar ilegales, se retiran y retornan minutos después.
A las orillas de la comunidad hay caminos polvosos que dan acceso al muro, el cual se extiende como serpiente por la franja limítrofe con México. Su color hueso contrasta con la naturaleza del lugar por el cual han pasado miles de personas en busca de progreso.
En ese tenor hay voces que destacan la importancia de una reforma migratoria y de otras estrategias para combatir el fenómeno de la migración ilegal.
“El muro va a quedarse como un gran decorativo, un elefante blanco que será evadido por el ingenio y la corrupción. Creo que es necesario legislar una reforma migratoria, porque la valla no va a servir de mucho”, sentenció José Luis B. Garza, consejero del Instituto de los Mexicanos en el Exterior (IME) en McAllen.
No obstante, el entrevistado dijo desconocer por qué se le critica tanto a Estados Unidos su proceder contra las personas que no tienen documentos para residir en ese país, pues del lado mexicano las autoridades migratorias se caracterizan por su implacable trato.
“México es bastante estricto con los indocumentados centroamericanos, por eso es difícil entender esta doble situación”, sopesó.
Por su lado, el economista de origen polaco Matt Ruszczak, opinó que la solución a esta problemática es “invertir en más personal, en tecnología y en desarrollo del lado mexicano de la frontera”.
El directivo de la Chamber of Commerce, por sus siglas en inglés, refirió que la misma oficina de la Patrulla Fronteriza reconoce que ‘el muro sólo retardará a los migrantes unos 10 segundos antes de llegar a su destino’.
Para conocer qué tanto le ha beneficiado a la Border Patrol tener al sur de su país una muralla de cinco metros de altura, se hicieron las gestiones correspondientes sin que hasta la fecha haya habido respuesta.
Lo indudable es que ahora la postal de Granjeno ya no es el río Bravo, sino la barda de acero y cemento cuya imagen que se cierne por las ventanas de sus casas. Pese a que durante meses la comunidad fue sacudida por un ejército de trabajadores y sus máquinas, el poblado volvió a la calma, a un silencio casi espectral.
Por su parte, los indocumentados de México y otros países siguen buscando la forma de llegar a Estados Unidos, y el muro se ha convertido solamente en uno más de los muchos obstáculos que deben de sortear.