En su reciente visita a Monterrey para participar en un foro promigrante, organizado por la asociación civil Paso de Esperanza, el activista y fundador del albergue Hermanos en el Camino dejó en claro que su voto del 1 de julio será para Andrés Manuel López Obrador, de MORENA.
La migración de centroamericanos a Estados Unidos ya no es un fenómeno que sólo involucre a los territorios de origen y destino.
México, el país de tránsito, enfrenta ahora esta crisis como propia al albergar a miles de desplazados que no lograron llegar al país de las barras y las estrellas.
La ola de refugiados en la nación azteca aumenta día con día. Y es que, por un lado, la violencia en los países de América Central se agudiza sin que las autoridades puedan controlarla y por el otro, Estados Unidos incrementa la seguridad en su frontera sur, lo que deja a México en el centro de la problemática.
La crisis de migración trastoca directamente a la nación sin que se cuente con políticas públicas para atenderla y a futuro sólo hay un candidato -de los tres punteros- que podría garantizar mejores condiciones para aquellos que abandonaron sus países en busca de mejores oportunidades, de acuerdo con el padre Alejandro Solalinde.
En su reciente visita a Monterrey para participar en un foro promigrante, organizado por la asociación civil Paso de Esperanza, el activista y fundador del albergue Hermanos en el Camino dejó en claro que su voto del 1 de julio será para Andrés Manuel López Obrador, de MORENA.
La razón es sencilla: a su parecer, es el único que no está vinculado a las demandas de Estados Unidos.
“Hay un obstáculo muy grande para Meade y Anaya, ellos están demasiado vinculados a las demandas de EU. Entonces, de seguir Meade o Anaya, seguiría el mismo Instituto Nacional de Migración (INM), seguiría la misma represión contra los migrantes, seguiría el mismo sometimiento vergonzoso a Estados Unidos.
“Yo creo que cambiarían las cosas con López Obrador porque delinearíamos políticas públicas complementarias a las que ya tenemos. Tenemos leyes buenas, solo hace falta complementarlas”, mencionó el prelado.
Pero más allá del tema de migración, el padre no tiene empacho en declarar por qué considera al tabasqueño el más capacitado para gobernar México.
En sus palabras, López Obrador es una persona honesta y con una alta sensibilidad por las demandas sociales.
“Andrés Manuel López Obrador sí tengo muy claro que no tiene cola que le pisen. Le pueden inventar muchas cosas, como se la pueden inventar a cualquiera, pero es una persona honesta que no le importa el dinero. Tendrá sus errores y tendrá sus defectos, porque sí los tiene como todos, pero él sí tiene el amor a México.
“Ningún candidato, de ningún nivel, puede compararse a la experiencia y conocimiento que tiene él, de 18 años de estar conociendo la república mexicana.
“Yo lo sé por experiencia propia, porque soy misionero itinerante y yo escucho a las víctimas, escucho los dolores de tanta violencia y yo puedo decir que escuchar esos reclamos, esos clamores, son los que cambian a una persona. Yo creo que él no puede permanecer indiferente. También me he dado cuenta que él trata de responder, no sólo de escuchar”, expresó Solalinde.
Para el activista, MORENA más que un partido debe ser tomado por la ciudadanía como una herramienta de transición pacífica.
“Aquí lo importante ya no son los colores de Morena, sino que la ciudadanía debe de tomar a Morena como un recurso nacional, ya no darnos el lujo de decir que es de los morenos, y Andrés Manuel tampoco lo es, porque es la única esperanza que tenemos de un cambio pacífico y justo en donde podamos volver a México, a nosotros mismos y hacer un proyecto de nación, eso como yo lo veo”, dijo el prelado.
Sin temor a ser catalogado como un “AMLOver”, Solalinde recuerda que en el pasado apoyó también al PRD, partido del cual se alejó cuando “se volvieron traidores”.
De igual forma se acercó al PRI, al PAN e inclusive a los independientes, pero todos lo decepcionaron. Ahora, pide que se le dé un voto de confianza a López Obrador, pues lo cataloga diferente al resto.
De Ricardo Anaya, el segundo en intención de voto, habla poco. Reconoce que nunca lo ha visto en persona, pero considera que su mayor debilidad es la bandera que enarbola: la del PAN.
De acuerdo con el religioso, el partido albiazul perdió la oportunidad de cambiar el rumbo del país en el 2000, cuando Vicente Fox se convirtió en el primer presidente no priísta de la época moderna de México, pero terminó camuflándose con el tricolor.
Lo mismo pasó, a su parecer, seis años más tarde con Felipe Calderón, cuando el PAN vivió un amasiato con el PRI, del que nació el PRIAN.
“De Ricardo me da gusto que sea joven, pero me preocupa mucho que el PAN no haya podido responder en los dos sexenios anteriores a una oportunidad que se les dio en bandeja de plata y esto va también para Margarita Zavala, para (Felipe) Calderón, porque se les dio la oportunidad de hacer lo que quisieran con México.
“Les dieron un cheque totalmente en blanco para poner lo que ellos quisieran. En el año 2000 México anhelaba un cambio, tenían todo para hacerlo y no lo hicieron. Y no solo no lo hicieron, sino que hicieron un amasiato con el PRI y entonces formaron el PRIAN, que fue la ruina de toda la hermosa plataforma panista, humana y cristiana que tenía ese instituto.
“Hoy, yo puedo preguntarle a los panistas de la fracción que sean ¿para qué quieren un periodo más? ¿para hacer lo que no hicieron cuando tuvieron la oportunidad? ¿por qué no lo hicieron antes?”, dijo el originario del Estado de México.
Sobre José Antonio Meade, el abanderado del PRI, acepta que está preparado, pero destaca que está más enfocado a las cúpulas. En sus palabras, al tricolor le hace falta acercarse a las clases sociales menos afortunadas.
“Yo lo que estoy viendo es que Meade tiene muchísima experiencia en la cuestión institucional. Tiene mucha experiencia, al igual que Andrés Manuel, pero veo que tiene una gran deficiencia: la falta de haber convivido con la base. Él (Meade) es más de cúpula, más de universidad, más de burocracia, pero muy poco de experiencia de base”, expresó Solalinde.
A Meade también le afecta la institución que representa, aseguró el prelado, pues durante la actual administración de Enrique Peña Nieto intentó crear una agenda común con el presidente para abonar a la dignificación de los migrantes, pero sus esfuerzos fueron en balde.
“También aposté por el PRI, también fui a ver a Peña, hablé con todos los secretarios de Gobierno. Sabía que si el PRI se iba a quedar habría que ayudarlos a cambiar, pero me di cuenta que no iban a cambiar. Con Peña también hablé, yo buscaba algo diferente y lo que me ofrecieron fue dinero que obviamente yo no acepté, porque lo que yo quería eran derechos humanos”, aseveró el activista.
La cuarta en las preferencias rumbo a la presidencia, Margarita Zavala, es considerada como una “buena persona” por parte de Solalinde, pero las personas que están detrás de ella no están en la misma clasificación.
“Me acerqué a Margarita Zavala porque creo que es buena persona, creo que si estuviera sola sería otra cosa. No es ella, ni es el PAN. El PAN desgraciadamente se corrompió también.
“(En su momento) hablé con Felipe Calderón, con Margarita Zavala muchas veces. Y quiero decirles que un reproche que le hice a Margarita Zavala fue precisamente por qué no dejaban al PRI, por qué seguir pegado al PRI, y lo que me respondió fue que si no estaban juntos no avanzaban”, dijo el padre.
Ya ni qué decir de la opción independiente. Solalinde reconoce que al iniciar su campaña rumbo a la gubernatura de Nuevo León apoyó a Jaime Rodríguez Calderón, al verlo como una opción nueva y funcional.
Sin embargo, el prelado asegura que el encanto terminó por las decisiones que tomó el ahora mandatario con licencia de no incorporar a ciudadanos a dependencias sensibles de la administración.
“Tenía confianza en El Bronco porque era una opción diferente, era una opción independiente que nunca lo habíamos probado. Él me pidió apoyo y claro que lo apoyé, le di mi voto de confianza.
“El desencanto llegó luego de que al hablar con Lety Hidalgo de FUNDENL yo le dije a él que tenía que integrarla a la PGJE porque ellos son los expertos que van a ayudar a buscar a todas las personas desaparecidas y no lo hizo. Ahí me di cuenta que pudo más el bagaje priista que tenía y hoy definitivamente ya no creo en él”, indicó el prelado.
Hoy, con la decepción como principal sentimiento, el activista asegura que le dará la oportunidad a Morena y que en caso de ganar será vigilante de sus acciones.
MIGRACIÓN Y REFUGIO
SIN FRENO
El 1 de julio en México se elegirá al nuevo presidente de la República, pero la decisión de la mayoría de los mexicanos también repercutirá en los ciudadanos de otras naciones, quienes en su tránsito por México o intento de refugiarse aquí, encontrarán en el gobierno a un aliado o a un enemigo.
Actualmente, la recepción para los desplazados por hambre y violencia es agridulce en el país, pues mientras los refugios se autorizan casi en automático para ciudadanos venezolanos, para los centroamericanos la historia es muy distinta.
Aun así, tan sólo en los últimos dos años, en México se ha incrementado el número de refugiados en más de mil por ciento, según el director de la Casa del Migrante de Saltillo, Alberto Xicoténcatl.
La mayoría de las solicitudes se hacen en las entidades del sur, pero una vez que se obtienen (las autorizaciones), los refugiados se dirigen a los estados del norte para encontrar mejores condiciones laborales.
“En todo el noreste de México se ha incrementado el número de personas que se quedan. Recordemos que no solamente tenemos migrantes, ahora también tenemos refugiados, que se han incrementado en más de mil por ciento.
“En efecto, muchas personas que estaban en el sur del país ahora ven al norte como una zona de desarrollo. En el norte hay oportunidades laborales o así lo están percibiendo.
“La mayoría de las solicitudes de refugio se hacen en el sur del país, pero una vez que son reconocidos como refugiados se vienen a lugares como Nuevo León, como Coahuila y como Chihuahua, donde la gente tiene mayores oportunidades de crecimiento laboral”, expresó Xicoténcatl.
El activista mencionó que contrario a lo que se piensa, los refugiados son generadores de riqueza y en algunos casos impulsan el desarrollo de las comunidades.
“Llegamos a pensar que la persona refugiada sólo es un gasto y no. La persona refugiada está generando recursos económicos y está contribuyendo al desarrollo económico de las poblaciones del noreste del país. En los últimos dos años se han incrementado en más de mil por ciento”, puntualizó.