De acuerdo al comportamiento observado en el cruce internacional Reynosa-Anzaldúas, el cruce acostumbrado por compradores regiomontanos, para un sábado de puente solía presentar una espera superior a dos horas, ese fin de semana, los aforos vehiculares disminuyeron a tan sólo 25 minutos.
En fechas de asueto cruzar a Mission, Texas, desde la frontera mexicana es con regularidad bastante lento, pero en el último fin de semana largo –por el descanso que supuso el día feriado del 5 de febrero, aniversario del Centenario de la Constitución– el proceso fue todo lo contrario.
De acuerdo con el sitio oficial del CBP (Customs and Border Protection, por sus siglas en inglés), la espera era de solamente 25 minutos cuando mucho.
El pasado sábado 4 de febrero predominó un buen clima en la región. Todo se prestaba para que los residentes del noreste de México, como de costumbre, acudieran a inundar las tiendas del sur de Texas durante el fin de semana largo, aun sin importar mucho la paridad del Peso frente al dólar, sin embargo algo ocurrió y el aforo se estancó.
Al menos la afluencia de habitantes de la zona metropolitana de Monterrey con visa estadounidense no fueron, desestimaron ir a la Unión Americana y apoyaron un movimiento que ha crecido con fuerza en redes sociales: boicotear las comprar a empresas de origen estadounidense y el consumo a sus centros comerciales.
La razón tiene que ver con las medidas de proteccionismo del presidente estadounidense Donald Trump, que a como dé lugar quiere imponer mayores impuestos a la importación mexicana (20 por ciento) y a las compañías que manufacturen sus productos en territorio nacional.
Lo anterior está ocasionado un marasmo económico que ha sacudido la moneda mexicana a una crisis de máximos históricos de 22 pesos por unidad y a un polarizado clima de incertidumbre comercial y encono político, al intentar el magnate neoyorquino anular el Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN) y construir un muro en la frontera.
EL DIAGNÓSTICO
Por ello no es difícil entender por qué las tiendas de McAllen y Mission, Texas, principales centros económicos del sur de ese país, se han visto desiertas en los últimos días.
Y ese es el escenario que en general se observa en los más de 3 mil kilómetros de franja limítrofe que comparten México y Estados Unidos.
Aunque el tráfico a la Unión Americana fluye, cada vez es menor la cantidad de connacionales que cruzan a la vecina nación del norte a realizar compras.
Incluso, algunos establecimientos han debido recortar los horarios de sus empleados, porque ya no hay mexicanos comprando.
Aunque los directivos de las cámaras de comercio americanas consideran que el tema de pocos clientes está basado en la cuesta de enero, en el trasfondo la cotización de un dólar caro y, para colmo, las amenazas del presidente Trump, han avivado el problema entre dos naciones que hasta 2016 tenían un intercambio comercial de un millón de dólares cada minuto.
LA TENDENCIA
Los puertos internacionales que conectan a los clientes mexicanos con Texas, también lo han resentido.
El que es conocido como el puente Anzaldúas, que une a Reynosa con Mission, lució completamente solo el fin de semana y ese es un comportamiento que se está replicando.
Marcos Olivares, delegado de Caminos y Puentes Federales (Capufe), ha reconocido que hay un desplome.
El malestar de la opinión pública queda patente en las redes sociales, pues los usuarios están llamando a no comprar nada en Estados Unidos.
Pese a tal invitación, existe un grupo, no tan grande, pero sí nutrido, de personas que sigue yendo a Estados Unidos. Y es que se calcula que al menos la mitad de quienes realizan compras en Texas son de Nuevo Léon.
Aunque esta ocasión las cifras disminuyeron dramáticamente, el público continúa cruzando. Es un sector más pequeño, según se pudo comprobar, pero la gran mayoría con placas de Nuevo León, manifiesta el señor Ismael Jiménez, quien tiene nueve años repartiendo publicidad en el puente Anzaldúas.
Si bien reconoce que por su trabajo es mejor que ingrese más gente por este cruce, asimismo dice entender que el presidente Donald Trump ha insultado a los mexicanos, quienes deben solidarizarse.