Una vez más México se quedó en el camino. Desde temprana hora más de 2 mil regiomontanos comenzaron a arribar a la planta baja del Palacio municipal de Monterrey, para presenciar el partido de futbol de octavos de final entre México y Argentina; sin embargo, no hubo nada que festejar.
A diferencia de otros días, el domingo 27 de junio era esperado, pues la ilusión de ver a la selección mexicana pasar al quinto partido en la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010, era enorme.
Emocionado, en primera fila se encontrada el alcalde de Monterrey, Fernando Larrazábal Bretón, acompañado por su hija Eleonora, amigos y otros funcionarios.
En momentos el edil se mostraba tenso por los malos resultados de los jugadores mexicanos, se limpiaba el rostro, se movía constantemente del asiento y maldijo el primer gol que la selección de Argentina anotó en fuera de lugar.
Al igual que él, los otros aficionados sufrieron la mayor parte del tiempo por la incertidumbre de un marcador que no favorecía a México, pero cuando llegó el gol que Javier “El Chicharito” Hernández anotó fue un respiro, ya que revivió la esperanza, y por fin pudieron gritar el esperado ¡Gol!
No obstante, los minutos transcurrían y los ánimos en la planta baja del palacio poco a poco decaían, caras tristes, ojos llorosos abundaban en el lugar, lo único que se podía festejar era la convivencia familiar.
De nada servían los ánimos que un grupo de aficionados mostraban para tratar de alentar a los presentes, con el famoso ¡Vamos México!, pues la mayoría no se movió de las sillas.
Al final del encuentro, el alcalde dijo que México jugó bien, pero daba tristeza el resultado.
“Finalmente creo que México hizo un buen papel y ni modo, para la otra; siempre será triste perder en un mundial, pero también Argentina es uno de los mejores equipos del mundo y considero que la selección jugó un buen partido.
“Sin duda alguna el futbol es un deporte que apasiona a los mexicanos, nos gusta; y siempre cuando la selección gana igual que nos llena de alegría, verlos perder ya en un mundial nos va a dar tristeza”, dijo.
Cabe mencionar que semanas atrás el alcalde viajó a Sudáfrica donde presenció dos juegos de la selección mexicana a lo que aseguró es igual de emocionante verlo desde Monterrey que en Johannesburgo.
“De los dos lados me emociono, es igual de emocionante, finalmente es un deporte que a mí me gusta mucho, y ni hablar, hasta el próximo mundial. El resultado no nos benefició, pero nos da para el otro mundial”, comentó Larrazábal.
Hay que señalar que antes de iniciar el partido, los aficionados fueron consentidos por la administración ya que recibieron lonches, agua e incluso los niños se vieron beneficiados con una pequeña cancha que se acondicionó en el lugar y aunque se contaba con un mariachi para festejar un “triunfo” se quedaron guardados para otra ocasión.
ABUCHEAN A ARGENTINOS
Un caso que causo polémica fue la presencia de un grupo de al menos siete argentinos que llegaron al término del primer tiempo y aunque lo hicieron de manera pacífica, los presentes les gritaron ¡fuera!, ¡ fuera! y el famoso canto de ¡Vamos, México!.
Ante la posibilidad de un enfrentamiento, rápidamente llegaron elementos de seguridad, pero el caso no pasó a mayores y todos pudieron ver el partido en santa paz.
Una vez más las ilusiones de los regiomontanos cayeron con el marcador final 3-1, por lo que al finalizar el partido se retiraron del Palacio municipal sin festejo alguno, con tristeza en los ojos y sólo algunos niños se divirtieron en una de las fuentes instaladas en la Plaza Zaragoza, pues el calor de 38 grados centígrados era insoportable.
Por segunda ocasión Argentina le cortó las alas a la selección mexicana y los aficionados esperarán el siguiente mundial para ver si esta maldición por fin termina.