Una conocida frase dice que “no todos los héroes usan capa” y en Nuevo León cada año cerca de 80 personas se convierten en salvadores de vida gracias la donación de órganos. Sin necesidad de trajes o poderes especiales, la mayoría de la población tiene la oportunidad de transformarse en uno tan sólo con aceptar ser donador al fallecer.
Durante los últimos años, la entidad ha estado dentro de los primeros cinco lugares a nivel nacional en el número de donantes, sin embargo la cifra aún es baja en comparación con los órganos y tejidos que se requieren.
Y es que de acuerdo a Homero Arturo Zapata, Coordinador Estatal de Trasplantes de la Secretaría de Salud, el incremento de las enfermedades crónico-degenerativas ha disparado el número de pacientes en lista de espera que a nivel nacional suma 22 mil y en Nuevo León mil 449.
“En México cada vez tenemos más pacientes con enfermedades crónicas degenerativas que requieren de un trasplante: más enfermedades del corazón, renales, diabéticos, hipertensos y pacientes con enfermedades hepáticas.
“En Nuevo León para el día de hoy tenemos mil 449 pacientes que están esperando órganos o tejidos y la mayor parte de ellos 995 son pacientes con enfermedades renales”, indicó el especialista.
En 2018, el número de donantes en la entidad bajó al pasar de ocho a cinco por millón de habitantes, lo que lo llevó al sexto lugar a nivel nacional con 25 “súper héroes” por detrás de Ciudad de México, Puebla, Jalisco, Querétaro y Guanajuato.
Y aunque son las entidades que más destacan en la actividad, aún distan mucho del número promedio de otros países como España que tiene 40 donantes por cada millón de habitantes.
Por tal razón, el programa de donación y trasplantes es uno de los más importantes que impulsa la Secretaría de Salud estatal.
El objetivo es crear conciencia sobre los beneficios de la donación tanto en hospitales públicos como privados.
“Es la cultura, nos falta promover más la cultura de la donación en escuelas, en facultades y posiblemente esa sea una de las principales causas.
“Cada hospital o cada centro de trasplante tienen una coordinación de donación, ahí tenemos obtener un folleto de información y la credencial de donante. También en la página de www.cenatra.gob.mx está una plataforma en la cual nos podemos registrar como donantes”, aseveró el doctor.
De acuerdo al coordinador cuando una persona fallece por paro cardíaco –que representa el 95 por ciento de las muertes naturales- se tienen seis horas para recuperar córneas y tejidos.
El cinco por ciento restante pierde la vida por la muerte encefálica o muerte cerebral, en la que se pueden recuperar al menos siete órganos como el corazón, pulmones, hígado, riñones, páncreas e incluso intestinos. Aquí también se pueden obtener tejidos como córneas, huesos, tendones y vasos sanguíneos.
Sin embargo, el mayor reto de la Secretaría de Salud es convencer a las familias que acepten donar los órganos de los pacientes con muerte cerebral y paro cardíaco.
Y es que, aunque una persona en vida decida ser donador, al final, la decisión que cuenta es la de la familia.
“Aquí lo más importante es la decisión de la familia. Si tenemos esta credencial en nuestra cartera, pero si al fallecer la familia nos dice que no, es no. Se toma en cuenta la decisión de la familia en nuestras leyes”, dijo el especialista.
La poca cultura provoca que la espera en los centros médicos se alargue por meses o años.
“Para que se pueda recibir un órgano varía mucho dependiendo del hospital en donde se encuentre. Listas de espera en el Seguro Social son masivas y el paciente puede tardar varios años en trasplantarse y un hospital universitario o privado pues también va a tardar porque no tienen tantos donantes. Para un riñón pueden ser dos años o para un hígado un año y medio”, expresó el médico de la Secretaría de Salud.
Actualmente se trabaja con la comunidad en general para incentivar la donación de órganos y acortar la espera de los pacientes.
La intención es aumentar en 10 por ciento la actividad en Nuevo León para que continúe su consolidación como uno de los estados líderes a nivel nacional.
“Se está trabajando en pláticas en la comunidad en general, en hospitales, en escuelas, universidades, en los diferentes hospitales que tienen el programa de donación, activamente están dando información para promocionar la donación.
“Queremos que aumentemos un 10 por ciento la donación que Nuevo León sea nuevamente uno de los líderes nacionales en este tema. En trasplantes sí es muy reconocido, somos de los pocos estados que tenemos todos los programas de trasplante”, comentó el especialista.
De hecho, en la entidad ya se contempla la transformación de la Coordinación Estatal de Trasplante en Centro Estatal de Trasplantes con lo que se busca dar más empuje a la cultura de la donación.
¿Quiénes pueden donar?
Para donar un órgano es necesario ser mayor de 18 años. En el caso de fallecimiento de un menor, es facultad de los padres el tomar la decisión. Por eso, se recomienda tramitar la credencial y llevarla siempre consigo o bien al momento de solicitar la licencia de conducir manifestar la voluntad de ser donador y especificar los órganos que se desea regalar.
¿Cómo se puede donar?
Puedes donar un órgano o una parte de él, cuya extracción sea compatible con la vida y la función pueda ser compensada por el organismo de forma adecuada y suficientemente segura. La mayoría de los trasplantes de este tipo son de médula ósea y de riñón, aunque también pueden ser de hígado y pulmón.
En éste, y todos los procedimientos, debes ser informado previamente de las consecuencias de tu decisión, la cual deberás externar de forma escrita, consciente y desinteresada.
Donación tras el fallecimiento
Cuando una persona muere y se ha identificado como donante sus órganos pueden ser trasplantados a otra. Este procedimiento se realiza cuando se presenta:
Muerte cerebral: es decir, que el cerebro sufre una lesión fatal -ya sea por accidente o enfermedad- y ocasiona el cese total e irreversible de las actividades de una persona. El cerebro no recibe sangre ni oxígeno y muere. En este caso los órganos pueden funcionar durante un tiempo si la persona fallecida está conectada a un respirador (soporte artificial). Los órganos que se pueden trasplantar son corazón, riñones, pulmones, hígado y páncreas. Y los tejidos son córneas, hueso, cartílagos, médula ósea, sangre y sus derivados.
Paro cardio-respiratorio y asistolia: es decir, que se presenta la interrupción repentina y simultánea de la respiración y el funcionamiento del corazón. En ese caso se pueden donar solamente tejidos como hueso, piel, córneas, tendones, cartílago y vasos sanguíneos.