A pesar de que el Cabildo de Monterrey aprobó la venta de una calle y el terreno donde hay una construcción hecha a principios del siglo XX, los vecinos de la colonia Topo Chico se niegan a aceptarlo y protestan por la decisión, aunque parece que nadie les hace caso.
“Se están terminando la colonia”, dice Martha Rentería, vecina del área mientras señala lo que una empresa privada adquirió recientemente a un precio de ganga.
De acuerdo a un dictamen de la presidencia municipal, la calle Villaldama, comprendida entre Juárez y Terán, fue vendida en apenas 3 millones 531 mil pesos.
Vecinos de la colonia manifiestan su de-sacuerdo porque no contaron con la opinión de ellos para la venta de esta vía y además se muestran inconformes porque la presencia de tráileres ha ocasionado un problema de estacionamiento, contaminación y peligro para los transeúntes.
“Por esta calle pasamos para ir a la plaza o tomar el camión de la ruta 37. Después de que la compraron ya no me dejan transitar por ahí. Si un día hay un accidente y necesitamos utilizarla, va a ser un problema”, explica Nelly Lorena Rodríguez, residente de esta colonia.
Rogelio Lozano, de 66 años, explica que ha invertido cuatro mil pesos en postes de acero que colocó en la esquina de su banqueta para evitar que las unidades pesadas sigan subiéndose.
“Los tráileres han tumbado árboles, varias veces he ido a dejar la queja, porque al dar vuelta no tienen el ángulo suficiente y se suben a la banqueta; éstas no están diseñados para ese peso. También he plantado varios árboles porque a cada rato los quiebran. Me bloquean las dos cocheras de mi casa y tengo que ir a hablarles para que localicen al chofer para que lo mueva.
“No se puede cerrar una fuente de trabajo, pero la empresa puede sacar su producto en camiones más pequeños y llevarlos a una bodega y de ahí cargarlos y llevarlos”, menciona el vecino de la colonia Topo Chico.
También explican que otra de las consecuencias que han tenido es que en algunas ocasiones se han quedado sin luz porque los camiones refresqueros rompen los cables de luz y teléfono.
En un recorrido realizado por Hora Cero, se puede apreciar que sobre la calle Villaldama hay tráileres estacionados, señalamientos de postes con frases como: “prohibido estacionarse”, que no tienen autorización del departamento de Tránsito.
En la siguiente calle (Salinas) que corre paralela a Villaldama, también existen señalamientos en los lados –incluso a un lado de la plaza- donde no permiten que se estacionen. De acuerdo a los vecinos del lugar, estos espacios los utilizan para estacionar los automóviles de los empleados.
Esta zona de Monterrey está privilegiada con el vital líquido, ya que a escasos metros cuentan con un venero que los vecinos la utilizan como un sitio de recreación.
“NO SABIAMOS QUE LA VENDIERON”
Aideé Yanet García explica que a través de los vigilantes de la empresa se enteraron que la calle Villaldama había sido vendida, cuando no les permitieron transitar por esa vía.
“Nosotros hicimos una protesta y obstruimos el paso en la avenida Almazán y un señor del municipio de Monterrey fue a hablar con nosotros y después hizo una junta en el Palacio Municipal y ahí nos dieron esa copia (dictamen de la venta). El alcalde Adalberto Madero vendió la calle; ¿qué le hizo al dinero y por qué la vendió?”, pregunta la ama de casa.
Juana Bernal, quien ha vivido en lugar durante 60 años, califica este tipo de actos como injusto por parte de las autoridades y aún de vecinos que se encuentran involucrados.
“Aquí hay personas que le están concediendo los terrenos y a mí me consta porque vine a una comisión; el señor Almaguer dijo que él no sabía de la problemática y Hugo Ortiz Rivera (regidor panista, del municipio de Monterrey, quien tiene la comisión de Protección al Ambiente y vive a escasos metros de esta colonia) le dijo al señor Almaguer que los terrenos los habían conseguido por medio del señor Alfonso Treviño.
“Pedimos una investigación profunda y nos tienen que escuchar, y no por ser pobres nos van a pisotear; si Madero quiere vender calles primero que empiece por las de su colonia”, dice la señora.
AGUAS TERMALES
En la esquina de calle Monterrey –ubicada frente a las oficinas generales de la empresa- hay una habitación que tiene en la fachada el nombre de “Museo Topo Chico”. De acuerdo a los vecinos, en este lugar había baños de aguas termales, que servían de atractivo turístico, pues frente a estas había un hotel, que también fue comprado por la empresa privada. El inmueble ha permanecido cerrado desde hace más de 20 años.
Otra de las edificaciones que los vecinos reclaman como un patrimonio cultural, es la fachada y habitaciones de una escuela que existió varias décadas en el lugar. En el recorrido se observó que en una esquina del muro había cemento y piedras colocadas.
Según Nely Lorena Rodríguez los trabajadores de la industria habían intentado quitar el muro, pero después optaron por colocarlas nuevamente, quizás porque el edificio esté protegido por el INAH.
“Este lugar lo llamamos ´la escuela´, porque fue una escuela hace muchos años; después los niños utilizaban este espacio para jugar y después fue ocupado por unas familias”, menciona la comerciante.
Pese a que la industria continúa expandiéndose e incomodando a los vecinos de la colonia Topo Chico, las autoridades del municipio de Monterrey, vendieron la calle Villaldama que era una vía útil para las familias del lugar.
ERA EL PATIO DE UNA EMPRESA
De acuerdo a María de los Angeles García Cantú -síndico segundo del municipio de Monterrey- y presidenta de la Comisión de Patrimonio, ésta Comisión tomó la decisión de vender la calle Villaldama porque transitaban montacargas de la empresa y la refresquera la utilizaba como patio.
“Nosotros fuimos a ver esta calle; se encuentra en medio de las áreas de la empresa Arca, había muchas montacargas y tráileres. Nosotros hablamos con los vecinos y nos dijeron que nadie transitaba por ahí”, explica la regidora.
El dictamen de aprobación de la subasta pública (identificada como: PM-BI-02-2008), describe que la superficie comprende: 3 mil 275.71 metros cuadrados, y se ubica entre las calles Benito Juárez y Terán.
Sin embargo, en este documento sólo hace mención a la calle Villaldama y no describe claramente que también en esa superficie se encuentra una construcción que fue hace décadas, una escuela para la colonia y que también la empresa Arca compró al municipio de Monterrey.
“No está la descripción pero sí está contemplada dentro de la superficie; sería malo que no estuviera dentro de los metros cuadrados y que se estuviera vendiendo”, justifica María de los Angeles García.
En cuanto a la cantidad en que se subastó el inmueble ( 3 millones 531 mil pesos), la síndico segundo señala que los avalúos que consideraron para vender en esta suma, fueron realizados por la parte de la Dirección de Patrimonio, que depende de la secretaría de Tesorería Municipal, y dirige: Nicolás Alvarado González.
Respecto a los señalamientos de “prohibido estacionarse”, que no tienen algún logotipo del municipio de Monterrey y se encuentran en los alrededores de la refresquera -incluso en la plaza de la colonia, convirtiéndolo en un problema de estacionamiento para la comunidad-, la síndico segundo explica que ésa área no le compete.
HABLAN DIPUTADOS
“Yo soy de la idea que no se deben usar los terrenos que son de la comunidad. Las calles y las plazas deben perdurar como patrimonio de las colonias”, dijo el panistas Miguel Angel García Domínguez, diputado local y ex alcalde de San Nicolás.
“Es válido, pero difiero de esas medidas, creo que faltó comunicación con los vecinos”.
Por su parte, Ranulfo Martínez, diputado local del PAN, comentó sobre el tema:
“No es común, pero sí es factible”, dijo, “es posible en el sentido que esa vialidad no fuera de uso público”.
“Se debería haber hecho un análisis a conciencia porque no se justifica una venta cuando perjudicas a los vecinos”.
“En Monterrey faltan vialidad y si las eliminas estás dando un paso atrás”.
“En el dictamen del municipio no se ve una justificante social, además les faltó sensibilidad”.
“Los vecinos se pueden amparar contra la decisión del municipio”.
Es una zona populosa como la colonia Topo Chico es muy peligroso que los tráilers circulen por calles tan estrechas.
Desde 2003 los municipios tienen la atribución de poder vender propiedades municipales. Sólo requieren de la mayoría en el cabildo. No tiene que pasar por el Congreso.