¿Se imagina usted una universidad sin maestros, tareas y clases? Pareciera un sueño, pero es real. Esa institución se llama Hyper Island University y está en Suecia, un país escandinavo cuya capital, Estocolmo, ostenta las líneas de metro subterráneo más artísticas del mundo.
Claro, su idioma y su lejanía geográfica de México nos hacen imposible conocer tanto el arte y la cultura del metro de Suecia como a Hyper Island University. Pero para eso están los medios y la experiencia de haber contactado a este centro de estudios superiores.
Se preguntará el lector cómo funciona una universidad con estas características: su metodología es proyecto-práctica, siendo la tecnología su principal herramienta; los alumnos son vinculados a empresas desde el primer día. El plantel educativo entrega a los estudiantes de nivel superior un proyecto con un tiempo límite, el cual deben desarrollar en la compañía que se les asignó para realizar sus prácticas.
Su ideología lleva al alumno a que reflexione ante la solución de problemas reales en el rubro que eligió como carrera profesional, algo que a muchos pupilos mexicanos les hace falta ¿no cree? Consideran que adquirir conocimientos mediante prueba-error son los aprendizajes más fuertes en la vida y que difícilmente se olvidan. Se busca que trabajen con clientes, necesidades y problemas reales, para un aprendizaje más real y al mismo tiempo obtengan los conceptos, habilidades y conocimientos que se requiere para aprobar el nivel que cursan en su carrera profesional; si ellos tienen éxito en el desarrollo de su proyecto en el tiempo que se les pidió, aprobarán la materia, de lo contrario reprobarán y lejos de sentirse frustrados reflexionarán sobre cuál fue el error y finalmente no lo volverán a cometer cuando comiencen su vida laboral real.
¿Quién califica? El jefe de la empresa. Mejor evaluador no podrían tener, ¿no cree? Se les exige el resultado como realmente es y no simulado como a veces se hace teóricamente en las escuelas; esto recuerda la regla de oro número cuatro de Bill Gates: “Si piensas que tu maestro es duro, espera hasta que tengas un jefe. Él no tiene vocación”.
Quizás en ocasiones los docentes no son tan estrictos y se considera a los alumnos por su condición, además de tener paciencia y vocación (bueno, esto último ya queda en duda después de lo visto en el documental “De panzazo”); en fin, no podemos generalizar, pero un jefe raras veces permitirá que tengas errores. Lo normal es que se exija perfeccionamiento, así se aprende a hacer las cosas de modo correcto. Los estudiantes deben investigar la información necesaria para llevar a cabo sus proyectos, entrevistar a profesionales en la compañía donde se encuentren, pueden recurrir a mentores en la universidad también, pero éstos sólo asumen el rol de orientadores, nunca una clase.
La educación es un tema puesto de moda en México tras el estreno del documental “De panzazo”. Como lo muestra el filme, decenas de presidentes han hablado de tan capital asunto como prioridad en sus administraciones. La realidad es que la educación en la nación va como el cangrejo, para atrás, y eso resalta en los resultados. La prueba PISA realizada cada tres años muestra un retroceso en dicho rubro, duele, de verdad, duele ver en los últimos lugares el nombre de nuestro país.
Cuando se descubre lo que es realmente educar, es algo maravilloso ; es impactante saber que en el maestro está la formación de un futuro ciudadano. Por eso a veces no se logra comprender por qué existe una gran falta de compromiso por parte de algunos docentes y funcionarios de gobierno de diferentes niveles.Quizás no se han dado cuenta que el daño que causan no sólo es al menor sino a la nación. ¿Qué clase de ciudadanos se arrojan a la sociedad cuando no se les educa como debe ser, sin valores y conocimientos?
Es por esto que se le debe otorgar la seriedad e importancia que merece a la educación: los maestros forman futuros ciudadanos y de ellos dependerá el tipo de sociedad y país que tengamos en unos años más. ¿Le gusta la que actualmente tenemos? ¿Se imagina cómo será en unos 5 ó 10 años más? Suficiente tenemos con lo que vivimos hoy ¿no cree?
Al cuestionar a algunas personas sobre su opinión respecto a la aplicación de una metodología como la de Hyper Island University en un país como el nuestro, la mayoría dijo: “Imposible, México no está capacitado para algo igual”, “los suecos son primermundistas; nosotros no”, “la cultura no es igual, la de ellos es mucho mejor; imposible”.
Hyper Island University tiene alrededor de 400 alumnos de 30 países y no todos provienen de naciones primermundistas; las características que piden en los estudiantes que aspiran ingresar a una institución como ésta son: ganas de trabajar y estudiar así como saber trabajar en equipo. Ahora vuelvo y pregunto: ¿Será imposible?, ¿qué tienen los suecos que los hace tan diferentes de los mexicanos? Son seres humanos como nosotros, por consiguiente tenemos la misma capacidad para desarrollar habilidades y adquirir conocimientos como ellos.
Quede para la reflexión la siguiente frase célebre de Benjamín Franklin: “Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo”. Hay que seguir opinando sobre la educación, porque es un tema que nos incumbe a todos.
Y respecto a la cultura manifiesta en el metro de Estocolmo, es bueno navegar a través de You Tube y pasear mediante las imágenes dinámicas por cada estación del metro para constatar los logros de la creatividad de verdaderos artistas.
Son logros de una sociedad de primer mundo. Por eso los suecos se sienten orgullosos de su metro y de Hyper Island University. v