Por Alejandra Mendoza
Javier Rodríguez camina paso a paso por las principales calles del centro de Monterrey; viste de blanco, en su mano izquierda lleva un bastón, es invidente y es uno de los 20 mil nuevoleoneses (de acuerdo a Protección Civil del Estado) que participaron en la marcha Iluminemos Nuevo León.
Este hombre fue víctima de un asalto 15 días antes de enlistarse en esta marcha que fue simultánea en 25 estados del país, el pasado 31 de agosto de 2008. A su lado se encuentra su esposa Susana Santillán –quien le ayuda a caminar-, también se encuentra Matilde Rodríguez y Pedro Alfonso Rodríguez, invidentes y sordos, pero su discapacidad no los limitó para participar en la protesta ciudadana.
Manuel Rodríguez es otro de los habitantes del área metropolitana que pedían Paz, cantaba el Himno Nacional, y unía su voz a las demandas. Tiene 76 años y está acompañado por su esposa.
“A mí lo que me interesa es que se vaya acabando la violencia, que disminuyan los delitos cometidos por los delincuentes y secuestradores. El gobierno debería empezar por disminuir la impunidad, que significa no castigar a los delincuentes.
“Muchos delincuentes no los castigan porque no saben dónde encontrarlos. Una corporación policiaca debería tener detectives que puedan investigar los delitos al grado de encontrar quienes son los culpables y aplicarles una sanción. No se resuelve nada diciendo que sí lo van a resolver”, explica el abogado.
En esta marcha participaron personas de todas las edades, niños y ancianos; distintos estratos sociales y preferencias políticas o religiosas. Todos llevaron velas, lámparas, banderas blancas y de México unieron sus voces al entonar estrofas del Himno Nacional, demandas como: ‘No a la Violencia’, ‘Queremos Paz’, ‘Si no puede, que renuncie’, entre otras.
La participación inició alrededor de las siete y media de la tarde con un cielo despejado, después de que días anteriores se habían presentado lluvias. Circularon por las calles Zuazua, Washington y Zaragoza, y culminaron en la Explanada de los Héroes.
Alrededor de las ocho y media comenzaron a encender las velas y Alvaro Briseño –quien fue el dirigente y es consultor de empresas- emitió un mensaje a nombre de los ciudadanos hacia el gobernador del estado, Natividad González Parás. Las demandas las distribuyeron en folletos; son cuatro:
“Compromiso visible y comprobable del ejecutivo al menos tres horas al día; Reconstrucción de los cuerpos de seguridad. Facilitar la denuncia y Reforma a Ministerios Públicos y Juzgados”.
POR NUESTROS HIJOS
Laura Martínez, de 56 años, es una de las participantes y vive en el municipio de San Nicolás de las Garza. Para esta madre de familia esta marcha es una forma de exigir una mejor condición para su familia.
“Vendría todas las veces que fuera necesario para expresar la paz de nuestra ciudad y de México. Queremos una seguridad real para nuestros hijos y siguientes generaciones. Para mí, Paz es el conjunto de cosas que se van uniendo para el fin de toda la familia”, dice el ama de casa.
Gilberto Marcos, quien fue director general de Televisa Monterrey y productor y conductor durante 22 años, expresó que no esperaban un alto número de participación y la respuesta que hubo es una forma de pedir un alto a la violencia.
“Nosotros queremos que el gobernador instale un cuartel de guerra contra la delincuencia y le dedique varias horas al tema. El despertar del Gobierno tiene que ir a la par del despertar de los ciudadanos. Queremos que dedique tiempo y deje la política un poco y trabaje contra la seguridad.
“Para mí, Paz es un estado permanente de bienestar, no es una tregua. La guerra es la que debería ser un estado pasajero. Buscamos que se restablezca la Paz en nuestra localidad y ojalá que no tenga que haber derramamiento de sangre para que se logre”, explicó el también líder de varias asociaciones comunitarias como la Comisión de Participación Ciudadana del Consejo Consultivo de Seguridad Pública de Nuevo León.
SE SOLICITAN POLICIAS
Como respuesta a las solicitudes demandadas, el gobernador del Estado se reunió con autoridades al siguiente día, (lunes 1 de septiembre), para puntualizar algunas de las medidas. En el comunicado se explicó:
“Se llevará a cabo una reunión entre el Comité de Inteligencia y Seguridad de Estado y los organizadores de la marcha Iluminemos Nuevo León. Habrá diariamente una sesión de estrategia para el seguimiento de los acuerdos y la toma de decisiones.
“Se facilitarán medidas para la denuncia anónima. Se presentará un programa de reclutamiento emergente de policías. Se acelerarán los trabajos de la reforma en materia de juicio oral”, explica el boletín.
Además, uno de los seis puntos expresa que hay un compromiso con el secretario de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna, de apresurar la certificación del centro de Control de Confianza para dar cumplimiento al acuerdo nacional e incrementar su operación para seguir con el programa de depuración de las policías.
Después del compromiso emitido por el gobierno del Estado, Carlos Jáuregui, presidente del Consejo Cívico de Instituciones de Nuevo León, expresó que vigilará que se cumplan las acciones demandas por los nuevoleoneses.
RESCATE EN PLENA MARCHA
En la ciudad de México, mientras se desarrollaban la marcha para pedir paz en el país, la familia Martínez pagó el rescate de su hijo de 12 años quien había sido secuestrado el pasado 28 de agosto.
La señora Laura Martínez reportó el hecho a W Radio, después de que había recuperado a su hijo y dijo que le pidieron 70 mil pesos que dejarían en un puesto, dentro de una bolsa negra.
Posteriormente, explica la madre de familia, baja de un Pointer color arena un joven para recoger el dinero y metros más adelante bajaron a su hijo.
Laura Martínez explicó que decidió no comunicar el hecho a las autoridades por desconfianza: “¿Ante quién denuncio si no hacen nada? Teniendo ahí a las autoridades en la marcha y todo”. La madre de familia aseguró que tras este suceso vivirán en otro país.
De acuerdo a datos de la Procuraduría General de la República, el secuestro en el país aumentó un 9.1 por ciento. Tan sólo en los primeros cinco meses del año, pasó de 62.5 por ciento a 64.6 por ciento.