
Un hombre que tenga a su lado a varias mujeres es sin duda polígamo o posee un harém. Armando Manzanero, el compositor yucateco, no es ni uno, ni lo otro, pero se ha convertido en todo un Casanova, al estar rodeado de una decena de damas que lo adoran y le rinden homenaje.
Dos españolas, una peruana y siete mexicanas, forman “Las Mujeres de Manzanero” quienes juntas entonaron las canciones que han quedado grabadas en la memoria de los mexicanos desde hace más de 40 años, además de los temas que a ellas las hicieron famosas.
Por eso es que Angélica María era la indicada para abrir el recital que llevaría al público compuesto por unas ocho mil personas, a emprender un viaje a la nostalgia y al amor.
Angélica recordó la forma en que conoció al pianista cuando ella tenía 17 años luego de inaugurar la velada con “Eddie, Eddie” su melodía más popular. Antes de concluir su intervención deleitó con “Por supuesto que hicimos el amor”.
Ana Cirré fue la segunda estrella de la noche, portando un provocativo vestido que mostraba sus encantos, pero además exhortó a los asistentes a la Arena Monterrey a que corearan “Casi Perfecto”, una de las favoritas de las representantes del sexo femenino.
Luego continuó una joven pero experimentada “mujer de Manzanero” de nombre Lisset, quien destaca especialmente por ser la voz que saltó a la fama gracias al tema “Nada Personal”, de la novela del mismo nombre.
Dos grandes figuras de los años 80 como Rocío Banquells y Arianna , hicieron recordar al público sus éxitos de aquella época, como “Luna Mágica” y “Adoro”, uno de los más aplaudidos, en el caso de Banquells.
Arianna, por su parte, recordó “En mi Soledad” y “Ahora”, tema que la también yucateca cantó a dúo con su paisano.
Otra gran intérprete de hace dos décadas fue María del Sol, quien hizo alarde de su potente voz, cuando estuvo en el escenario para ofrecer una peculiar versión de “Contigo Aprendí” y “El Payaso”, pero cuando terminó su turno y pasó a sentarse a escuchar al resto de sus compañeras, nunca dejó de mitigar el calor con su abanico.
De la madre patria también hizo su aparición Shaila Dúrcal, quien es el vivo retrato de su madre, Rocío, pues interpretó “Amor Eterno”, en forma muy similar a la cantante española, logrando conmover al público y a sus colegas que la acompañaron a coro en esta canción.
Y una de las divas que no podía faltar es Manoella Torres, la mujer que nació para cantar, pues sorprendió a los presentes con su inconfundible y bien conservada voz con “Acaríciame”, un clásico que todavía estremece a cualquiera, y también se entregó con “Dormir Contigo”.
Para hacer el repertorio más variado, Edith Márquez se abrió paso para iniciar su presentación con “Huele a Peligro”, y además cabe destacar que fue una de las más elogiadas por el propio Manzanero.
Tania Libertad fue la encargada de concluir el desfile de talento y belleza; de experiencia y juventud; de elegancia y garbo, pero sobre todo del romanticismo en todo su esplendor.
Por “Debajo de la Mesa” y “Voy a Apagar la Luz” fueron las canciones a cargo de Libertad, pero al final, cuando ya se habían despedido todas las mujeres de Manzanero a excepción de Angélica María, regresaron las nueve con el maestro a ofrecer la última que el público esperaba: “Esta tarde vi llover”, recibiendo una gran ovación como agradecimiento de los espectadores.