Para muchos, el doctor Carlos Canseco González es un ejemplo y para otros es un líder y maestro. Es considerado por la Organización Mundial de la Salud como el Héroe de la Salud de las Américas porque, gracias a su vacuna contra la poliomielitis, ha evitado la muerte de millones en el mundo.
A sus 87 años, el especialista –quien nació en el Distrito Federal y vivió desde muy pequeño en Tampico, Tamaulipas- fue reconocido el pasado 29 de mayo por el Municipio de Monterrey con una medalla que lleva su nombre y será un nuevo reconocimiento para médicos que trasciendan en su especialidad.
En la ceremonia estuvieron presentes sus hijos, nietos y su esposa Aurora Villarreal de Canseco, quien recibió el reconocimiento; el doctor Carlos Canseco se encuentra delicado de salud y está internado en el Hospital Universitario.
De acuerdo al secretario de Desarrollo Humano, Ramón de la Peña Manrique, este premio tiene dos propósitos: reconocer la trascendencia de los doctores y motivar a futuras generaciones.
“Con este reconocimiento lo que queremos es también mandar un mensaje a los muchachos porque queremos decir que también ellos pueden ser como él.
“Desde que yo lo conocí ha sido un paradigma positivo, por ser como es, por el trabajo que realizó y no solamente porque innovó sino que fue capaz de pasar del dicho al hecho a pesar de que perdió la casa por impulsar el equipo de Rayados”, explica.
En el evento asistieron ex directivos del Club Monterrey, el secretario de Salud del Estado y secretario de Educación, además de ex rectores de la Universidad Autónoma de Nuevo León, empresarios e integrantes del gobierno municipal, entre otros.
SU VIDA
Carlos Canseco estudió medicina en la ciudad de México, motivado por la enfermedad que sus amigos habían padecido en su niñez: poliomielitis. Posteriormente se especializó en Estados Unidos impulsado por su padre, quien le aconsejó que estudiara Alergología, porque era necesario en el país.
En ese tiempo, en Tamaulipas había casos de poliomielitis y asma, y no había alguien con la capacidad de atender a la gente de escasos recursos. Durante su estancia en el vecino país estudió con el doctor Samuel M. Faiber, el alergólogo más famoso de todo el mundo.
En 1971 Carlos Canseco fue nombrado secretario de Salud en Nuevo León e hizo un esfuerzo por controlar la poliomielitis; instituyó el Día Nacional de Vacunación logrando que al siguiente año de haber aplicado esta medida descendiera rápidamente.
Este hombre, nacido en 1921 y padre de 10 hijos, inició el programa de atención a la fármacodependencia; ocupó dos veces la secretaría de finanzas en el Club Rotario a nivel Internacional y fue presidente a nivel mundial.
Además de haber creado la vacuna contra la poliomielitis, también se caracterizó por su carácter humano y altruista; en 1949 logró la creación de la primera cátedra de Alergología en América Latina.
En 1950 creó un Centro Médico de Alergias donde fungió hasta 2001 como jefe de servicios. Es profesor emérito de la Universidad Autónoma de Nuevo León y posee el doctorado Honoris Causa.
Después de haber implementado el programa de vacunación en el país, viajó a Ginebra, Suiza, para proponer una estrategia diferente de vacunación pues la que estaban practicando no funcionaba, incluso la que establecía la OMS no tenía éxito. Carlos Canseco defendía que la vacunación debería ser vertical.
En 1986 vacunaron en México -en un sólo día- a 13 millones de niños contra la polio y en China a 100 millones. De acuerdo al médico especialista, este virus vive en el intestino del hombre y si de 100 personas 80 se vacunan, las 20 restantes se inmunizan solas con la contaminación del virus vacunal de las heces fecales del agua.
El doctor Carlos Canseco es el iniciador del Programa Polio Plus y el responsable de establecer los Días Nacionales de Vacunación. Su labor ha contribuido para iniciar un programa de salud preventiva y extender el número de vacunas hasta 10 diferentes.
Además de beneficiar en la salud, el altruista mexicano apoyó a Monterrey con la creación del equipo de futbol Rayados. De acuerdo a su biografía, el médico se declaró en quiebra y perdió su casa a consecuencia de impulsar el grupo. Finalmente don Eugenio Garza Lagüera adquirió el equipo y le regaló una casa al doctor Carlos Canseco.
Posteriormente también ayudó a fundar el equipo de futbol Tigres.
Su labor en la sociedad ha sido grandemente reconocida; ha recibido premios y nombramientos no sólo en el país sino también en el mundo. Su vida es ejemplo de la frase: quien no vive para servir, no sirve para vivir.