“¡Pagan o les cortamos la luz!”, fue el ultimátum que personal de Comisión Federal de Electricidad, de Santa Catarina, emitió a Jesús Hernández, cuando fue a reclamar sobre el cobro elevado e injusto del recibo de luz que le llegó hace dos meses.
“De 700 pesos que pagaba antes, en febrero el recibo llegó con un importe de 2 mil 19 pesos, y el recibo más reciente es de 893 pesos. Es ilógico, ¿cómo de la nada y en una temporada donde no hay que usar ventiladores, sólo aparatos necesarios, se haya incrementado tanto el pago?”, expresó Hernández.
Como él, hay miles de usuarios que han presentado alguna queja en las sucursales más cercanas a su domicilio, ya que constantemente hay “errores” en los importes a finiquitar por el servicio de energía eléctrica.
Aunque por cuestiones de ignorancia y tiempo, Hernández no acudió a la Procuraduría Federal del Consumidor a presentar su denuncia, Jorge Salazar, delegado de la dependencia federal, señaló que a diario recibe entre 80 y 100 quejas.
Con lo anterior, se ve reflejado que la asistencia de la Comisión Federal de Electricidad, es y ha sido injusta, por lo que se encuentra entre las seis empresas de prestación de servicios a las que mayor número de reclamos presentan.
“Fui a las oficinas y en cuanto me tocó mi turno, pregunté a la señorita por qué salió tan elevado el recibo, cuando antes era menos, y me dice que fue un error de nosotros por no checar el medidor. Claro, ella defendía a su empresa, pero no era justo”, dijo.
Señaló que le explicó, una y otra, vez que era “ilógico” que haya aumentado el cobro, cuando lo más que había pagado desde meses anteriores, era entre 700 y mil pesos, no más. Hernández mostró los recibos de electricidad con número de servicio 888 771 010 947 y el incrementó fue notorio.
“Es una casa pequeña, cinco cuartos con un solo foco y no en todos hay televisión. Tenemos un solo refri y dos ventiladores de pedestal; lo básico como la licuadora, entre otros artefactos pero no como para que de pronto, tengamos que pagar 2 mil pesos”, argumentó.
Trató de llegar a un arreglo en la fecha límite de vencimiento pero no lo logró. La dependiente en postura tajante le dijo: “¡Pagan o les cortamos la luz!”. Pero Hernández no podía permitir que su familia se quedara sin el servicio.
Luego de un intento por aclarar la situación, realizó el pago. Con impotencia sacó el dinero de su billetera, lo contó una vez más y lo entregó a la señorita. Le pidió el comprobante de pago y se retiró a su hogar.
“No me quedaba de otra, sí llevaba el dinero pero lo junté con mucho sacrificio. Dejamos de comprar o pagar otras cosas para la casa, pedimos prestado con tal de liquidar la luz pero teníamos la esperanza de que se llegara a un acuerdo”, manifestó.
Aún inconforme, comentó que si tuvieran muchos aparatos en casa, y todos estuvieran en uso frecuentemente, hubiera estado de acuerdo con el monto a pagar. Sin embargo, el desacuerdo aún persiste y cada que llega el recibo se angustia.
“Ya ni sabe uno, cobran lo que quieren y aunque la señorita me subrayó la lectura del voltaje para justificar el cobro, insisto, fue injusto. No coincide con el consumo anterior. Además, qué casualidad que el recibo de este mes llegó de 890 pesos”, dijo.
Ya en la tarde, cuando había regresado a su humilde morada, un supervisor de CFE los visitó para preguntar si habían hecho el pago.
“Le mostramos el recibo y lo único que hizo fue ponerle un seguro al medidor”, señaló.
Por fortuna, es la primera vez que el pago fue elevado. Sin embargo, “teníamos la esperanza de que todo se arreglara pero ni modo, nunca les vas a ganar y menos cuando uno no tiene tantos argumentos y suficientes para defenderse”, expresó Hernández.
Un total de 2 mil 19 pesos fue el monto liquidado aún y con el importe gubernamental.
“¿Se imagina? De no darnos ese apoyo, se hubiera elevado el pago y la verdad no sé qué hubiéramos hecho. Sí así nos la vimos difícil”, manifestó.
Ante ese cobro excesivo Hernández y su familia toman precauciones al hacer uso de la energía. Tratan de ahorrar y no tener encendidos todos los aparatos o los usan sólo cuando es necesario. Pero reconoció que tampoco se puede privar de usar algo por lo que pagan.
A la próxima, si es que se repitiera el suceso, también acudiría a la Profeco para ver si así se resuelve la situación. Pues en ese momento, no tuvo cabeza para presentar la denuncia ante la dependencia federal.
“No fui por ignorancia y porque estaba a contratiempo pero a la otra sí voy porque es injusto lo que cobran y sé que como yo hay muchas personas a las que les pasa lo mismo y a lo mejor hasta les cobran mucho más de 2 mil pesos”, enfatizó.
DENUNCIA… UN PASO
A LA SOLUCIÓN
Todos los servicios públicos, señaló el delegado de la Profeco en Nuevo León, tienen número elevado de consumidores, y por lo mismo, un universo mayor de quejas.
En ese sentido la Comisión Federal de Electricidad se encuentra entre los primeros seis lugares de empresas de las que reciben protestas por parte de los usuarios.
“Sí recibimos denuncias pero también tenemos la posibilidad de conciliar entre el consumidor y la Comisión porque generalmente son respecto a tarifas excesivas o cobro de servicios que el usuario no solicitó”, detalló el funcionario.
Las quejas presentadas en la Profeco se someten a un proceso entre la parte afectada y quien oferta un mal servicio, por lo que pueden tener una resolución en poco tiempo, según el caso o bien se turna a un proceso largo, con el fin de que se llegue a un acuerdo justo.
“De las 80 ó 100 denuncias que recibimos a diario, el 50 por ciento se llega a una conciliación en el momento y el otro 50 por ciento pasa a procedimiento, pero de ese 50 por ciento, la mitad se vuelve a conciliar en un periodo de 10 días y el resto pasa a procedimiento por infracciones a la ley”, especificó.
Tanta es la demanda en este rubro que en las oficinas de la dependencia federal existe personal de la Comisión Federal de Electricidad para atender en tiempo y forma las protestas de los usuarios que han tenido alguna discrepancia con el servicio que se les brindó.
“Hay disposición para resolver y conciliar las denuncias. Claro, habrá casos que no se resuelven al instante pero se les da el seguimiento debido para que el consumidor quede satisfecho. Incluso, posterior al proceso, se les realiza una encuesta para conocer su punto de vista”, manifestó.
De acuerdo al número de inconformidades que presentan día a día los perjudicados ante la Procuraduría Federal del Consumidor, documentan el constante incremento y variación en las tarifas desde el inicio de año a la fecha.
Y mientras testimonios como el de Hernández manifiestan su desacuerdo ante la Comisión Federal de Electricidad y hacen un esfuerzo por defender su posición ante un cobro alto en la tarifa del suministro de la energía eléctrica, hay quienes sí dan parte a la autoridad correspondiente con la esperanza de encontrar una solución.
No es nuevo que el cobro bimestral se eleve en diversidad de porcentajes y esa situación no es privativa de la zona norte del país. En el resto de la República Mexicana se tiene conocimiento, afirma Salazar, se han rebelado en contra de las altas tarifas eléctricas.