
Fuera de los diputados locales, quienes brindaron un minuto de silencio en recuerdo a las víctimas del huracán “Gilberto”, ninguna autoridad organizó algún evento para conmemorar los 30 años de esta tragedia, por ello, familiares y compañeros de las víctimas organizaron por su cuenta los memoriales.
Solos, sin algún representante del Poder Ejecutivo, Legislativo o Judicial del Estado de Nuevo León, familiares de víctimas del huracán Gilberto, que hace exactamente 30 años azotó la zona metropolitana de Monterrey matando a cerca de 200 personas y cuatro agentes judiciales, realizaron esta noche una guardia de honor en el lugar donde fallecieron sus seres queridos.
Los familiares, quienes decidieron realizar este homenaje pues ninguna autoridad los convocó a recordar a las víctimas por la crecida del río Santa Catarina, permanecieron de las 22:00 a las 23:00 horas en el lugar donde se encontraba el vado de Santa Bárbara donde hace 30 años quedaron atrapados cuatro autobuses que viajaban con dirección a Saltillo.
En el sitio las personas colocaron una ofrenda floral en memoria de sus familiares y montaron una guardia de honor a las víctimas.
Aunque se cumplieron 30 años de una de las más grandes tragedias en la historia de Nuevo León, ninguna autoridad decidió recordar a los fallecidos esta noche del 16 de septiembre cuando empezó la tragedia.
Es por ello que los familiares decidieron adquirir con sus propios recursos la ofrenda floral y colocarla en el lugar donde se atraparon los autobuses y se encontraban los cuerpos de auxilio intentado realizar el rescate, incluyendo a los policías judiciales del Grupo Cobra que perdieron la vida cumpliendo con su deber.
Según las crónicas periodísticas y versiones de testigos y sobrevivientes, cerca de las 10:30 de la noche del 16 de septiembre de 1988 cuatro unidades de pasajeros se quedaron atorados en el vado Santa Bárbara y horas después desaparecieron junto a los pasajeros con la crecida del río.
JUDICIALES LOS RECUERDAN
Ex integrantes del Grupo “Cobra” de la entonces Policía Judicial del Estado, se reunieron para conmemorar a sus cuatro compañeros fallecidos hace 30 años cuando realizaban labores de rescate por las inundaciones generadas por el huracán Gilberto.
El grupo de ex agentes en retiro y algunos activos, acompañados por representantes de la Policía y Tránsito de San Pedro y Protección Civil del Estado, colocaron dos ofrendas florales en las imágenes de la Virgen de Guadalupe y un Cristo Crucificado que se encuentran sobre la avenida Morones Prieto, a unos metros del arroyo El Capitán.
Ahí montaron una guardia en honor de sus compañeros el comandante César Cortez Vázquez “El Campeón”, Oscar Vázquez Hernández, Mario Javier Ríos Zamora y Miguel Juan Manzano de la Cruz, quienes ofrecieron su vida salvando a los tripulantes de cinco autobuses que quedaron atrapados en el río Santa Catarina la noche del huracán.
Los ex agentes recordaron a sus colegas y amigos como hombres valientes quienes no dudaron en dar su vida intentando salvar la de otros.
Este evento se realiza cada año a iniciativa del ex comandante Juan Antonio Villarreal Ferrer, quien junto a sus ex compañeros se reúne en este lugar como una forma de mantener viva la memoria de los cuatro héroes quienes fallecieron hace 30 años.
GUARDAN MINUTO DE SILENCIO
En el Congreso de Nuevo León, al cumplirse 30 años de que el huracán “Gilberto” devastó Monterrey, el diputado local Marco González pidió a las autoridades de todos los niveles concretar un Plan Integral de Manejo y Conservación del Río Santa Catarina.
Esto, para evitar más tragedias por las cada vez más recurrentes crecidas de este afluente y de otros que cruzan el Área Metropolitana de Monterrey, en temporada de huracanes.
El diputado por el PRI y presidente del Congreso del Estado, propuso esto en un Punto de Acuerdo donde se exhorta a los gobiernos Federal, Estatal y a los Ayuntamientos de Nuevo León a siseñar e implementar un Plan Integral de Manejo y Conservación del Río Santa Catarina, sobre todo en lo relacionado a medidas preventivas ante eventuales crecidas importantes de las aguas de este afluente.
Este Plan Integral deberá incluir un programa permanente de desazolve, programa preventivo ante depósitos clandestinos de basura y escombro, y programa de protección al ecosistema de este río, además detectar y reubicar asentamientos humanos irregulares en zonas de riesgo de inundación.
También se pide definir la factibilidad de la construcción de más presas de las denominadas Rompepicos en donde sea necesario, poniendo especial atención a la instalación de más presas en La Huasteca.
Asimismo, a instalar un Sistema de Manejo de Aguas Pluviales y a crear una Red Pluvial Integral para Municipios en la Periferia del Área Metropolitana.
En su exposición de motivos, Marco González advirtió que los embates de los huracanes Gilberto, en 1988, y Alex, en el 2010, demostraron que las grandes inundaciones son cada vez más recurrentes en Monterrey.
Esto, precisó, porque el cambio climático ha ocasionado un número cada vez mayor de ciclones tropicales en el Golfo de México y, con ello, más posibilidades de que estos fenómenos impacten en La Huasteca y sus efectos se dejen sentir en Monterrey.
“Tras haber soportado el impacto de dos huracanes, el ‘Alex’ y el ‘Emily’, el estado físico de esta excelente obra debe ser revisado a fondo, para asegurarnos que siga sirviendo para su objetivo”.
Recalcó que el Plan Integral de Manejo del Santa Catarina debe también incluir nuevas acciones de desazolve, protección al nuevo ecosistema que se ha formado en el río y campañas más efectivas para evitar el depósito de escombros a gran escala.
“Expertos han advertido que urge un plan para intervenir inteligentemente en el Santa Catarina, que incluya, desde la revisión del marco legal y la distribución de tareas entre autoridades, hasta la asignación de presupuestos, la reforestación de la cuenca alta y la construcción de presas dosificadoras o de infiltración”, dijo.
González agregó que en este Plan debe también incluirse el tema de los asentamientos humanos irregulares y de los masivos depósitos de basura y escombros en el lecho de este río.
“Urge un censo actualizado de las familias que se habiten en áreas de riesgo de inundaciones, así como de los asentamientos directamente instalados en los lechos de los ríos, arroyos, cañadas y zonas de escurrimiento”, advirtió.