En un escenario lleno de emociones e incógnitas, se llevó a cabo la Octava entrega de los premios de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, durante la cual el principal homenajeado fue el periodista mexicano Miguel Ángel Granados Chapa.
La lluvia dejó recién lavadas las calles de la ciudad y los últimos minutos del día terminaban para dar paso a la ceremonia que engalanaría a la sede tradicional, el Museo de Arte Contemporáneo (Marco).
A las 19:30 horas arribaron figuras políticas y periodistas locales, nacionales e internacionales. Gregorio Martínez, gerente de Relaciones Públicas de CEMEX, fungió como maestro de ceremonias y el presidium estuvo conformado por Germán Rey, Alma Guillermoprieto, Jean Francois Fogel y Jaime Abello Banfi por la FNPI, además del gobernador del Estado, José Natividad González Parás y Nina Zambrano, directora de Marco.
Abello Banfi, director de la FNPI, agregó emotividad a la noche al explicar que por primera vez los nombres de los periodistas galardonados se darían a conocer hasta la misma noche de la premiación.
“Se hace (la ceremonia) en una época en la cual el periodismo está sufriendo grandes cambios, una época de problemas pero también de oportunidades”, destacó Abello Banfi y recordó que la Fundación está por cumplir 15 años de vida.
Posteriormente Jaime García Márquez, un hombre de baja estatura, cabello blanco y evidente parecido con su hermano, el Nobel de Literatura, explicó que “Gabo” estaba ausente a causa de un resfriado que le contagió su esposa, Mercedes, y prometía asistir el próximo año.
Este año, las categorías consideradas fueron televisión, radio e Internet, de las cuales hubo un total de 649 trabajos inscritos y cinco nominaciones de cada una.
Un ambiente de misterio y silencio invadió el momento cuando, previamente a la revelación de los ganadores, se transmitieron sobre grandes pantallas pequeñas cápsulas de los trabajos nominados.
La primera categoría premiada, Internet, fue para las argentinas María Arce y Paula Lugones del periódico El Clarín, con su reportaje “Ruta 66, el largo camino hacia la Casa Blanca”. Entre asombro y lágrimas, las periodistas agradecieron a sus familias.
En la categoría de radio, el premio fue para la española Marta del Vado, por su reportaje “Los muros del mundo”, siendo su madre la primera en romper en llanto.
“El periodismo cumple su función. Los gobiernos no van a ganar en la batalla de normalizar una situación que no lo es, la que representan esos muros que no son más que parches de sus fracasos diplomáticos”, expresó la galardonada.
Los periodistas colombianos Daniel Coronel, Ignacio Gómez y Juan Luis Martínez, dominaron en la categoría de televisión por su reportaje Un crimen casi perfecto.
“A esa fuente de información que no podremos revelar nunca y que nos puso en el curso correcto de una investigación y que además de sacar esta verdad a flote después de 22 años también logró otra cosa, tal vez más importante para esa fuente, aliviar una conciencia de manera póstuma”, explicó de Daniel Coronel.
Luego de concluir la entrega de premios, el reconocido chelista mexicano Carlos Prieto amenizó la ocasión interpretando dos piezas de Bach, como parte del homenaje al periodista Granados Chapa.
El broche de oro de aquella ceremonia fue la entrega del premio en categoría homenaje a Miguel Ángel Granados Chapa, y fue Alma Guillermoprieto, integarnte del consejo rector FNPI, la encargada de entregar el reconocimiento a la trayectoria del periodista.
La periodista mexicana expresó que se considera a Granados Chapa un patriota en calidad de amante y servidor incansable de su país, destacando su columna más conocida “Plaza Pública”, nacida en 1977 y a través de la cual ha realizado un registro detallado y minucioso del quehacer político.
“Granados Chapa quiere que sus lectores entiendan, para que el poder de decisión y reflexión quede con hechos”, dijo Guillermoprieto, agregando que el homenajeado ha demostrado que se puede hacer un periodismo en voz baja y feroz.
Con algo dificultad, de entre la primera fila que conformaba el auditorio, se puso de pie el oriundo del estado de Hidalgo, con su inconfundible tez morena, barba cana y anteojos.
Al tomar el micrófono, y luego de agradecer a su familia por ser parte de sus logros, el también integrante de la Academia Mexicana de la Lengua aseguró que el oficio periodístico seguirá existiendo por ser enriquecedor de la palabra, la esencia de la humanidad.
“No seremos dinosaurios ahogados por el diluvio, prevaleceremos porque el periodismo es necesario”, afirmó Granados Chapa.
Los aplausos rompieron el silencio de la sala y se dio por finalizada la ceremonia, siendo amenizada por un coctel y brindis para las decenas de personas que concurrieron al evento.