
Emmanuel Carballo y Juan Manuel Elizondo son honrados por nuestra Máxima Casa de Estudios
En el marco del Festival Alfonsino, la Universidad Autónoma de Nuevo León entregó la medalla Alfonso Reyes, máximo reconocimiento que otorga la institución y lo hace en un momento tan significativo como es el 75 aniversario de su creación al escritor y periodista Emmanuel Carballo y al dirigente político Juan Manuel Elizondo.
En Sesión Solemne del Consejo Universitario, celebrada el 20 de mayo en el Teatro del Campus Mederos, el rector José Antonio González Treviño encabezó la ceremonia que atestiguó el gobernador del Estado de Nuevo León, José Natividad González Parás y los secretarios de la Máxima Casa de Estudios.
“La medalla Alfonso Reyes es un reconocimiento que estimulará a la comunidad universitaria para conocer la obra de estos dos hombres de ideas y de bien que tanto han aportado a nuestra cultura y nuestra vida política estatal y nacional”, dijo en su mensaje el rector de la UANL.
RECIBEN MAXIMO GALARDoN UNIVERSITARIO
“Dice la sabiduría popular que ‘el honrar, honra’ y por ello, al señalar los méritos y ejemplaridad de los maestros Carballo y Elizondo, nuestra institución se honra a sí misma al reconocer e identificar los valores más altos que presiden lo mismo la excepcionalidad en los individuos y en las instituciones; al hacerlo, nuestra Universidad reaviva el pasado, forta-lece el presente y afirma y modela un porvenir”, dijo en su mensaje el ingeniero José Antonio González Treviño.
El rector dejó claro que para los universitarios de hoy tanto Emmanuel Carballo como Juan Manuel Elizondo son un ejemplo y modelo a seguir, uniéndose con otros 11 distinguidos personajes entre ellos don Raúl Rangel Frías, a quien se le entregó esta máxima distinción en 1978 y al doctor Carlos Canseco González en 1991.
En Sesión Solemne del Consejo Universitario del pasado 31 de enero de 2008 se acordó entregar la Medalla Alfonso Reyes y ante la comunidad académica y estudiantil de la UANL, se hizo público este reconocimiento, primero a don Emmanuel Carballo (Guadalajara, 2 de julio de 1929), quien fue pieza clave en la creación de la Escuela de Verano de la Máxima Casa de Estudios.
Luego de recibir el homenaje y ya con la medalla en el pecho, el maestro Carballo dijo que la Universidad Autónoma de Nuevo León es una de sus dos casas de estudios entrañablemente queridas, la otra es la Universidad de Guadalajara, en la que se formó en estudios superiores y de la que es maestro Emérito.
“Hoy y aquí la Universidad Autónoma de Nuevo León me concede su reconocimiento académico mayor; la Medalla Alfonso Reyes, hoy y aquí digo a las personas presentes -rector, gobernador, maestros, escritores, estudiantes y amigos-, que me siento completamente orgulloso de recibir como un reconocimiento al afecto largamente entrañable por esta figura literaria”, dijo.
Carballo reconoció a don Alfonso Reyes “como uno de mis maestros -entre todos el más amado-, al recibir esta medalla pido que le quitemos a don Alfonso Reyes la túnica griega, la peluca versallezca, las credenciales eruditas, que dejásemos un lado la parte de su obra que escribió para unos cuantos y nos enfrentáramos a este varón mismo, humanísimo, porque estaba más próximo al pecado que a la virtud, que en algunos aspectos era tan pobre como los pobres que hoy en Nuevo León, su pequeña patria, están propiciando un nuevo renacimiento de las letras”, expuso emocionado.
Luego le tocó el turno al luchador social Juan Manuel Elizondo (Coahuila, 8 de marzo de 1910), quien a sus 99 años de vida disfrutó el homenaje a plenitud; en la ceremonia se destacó que en 1932, acompañado de José Alvarado y Raúl Rangel Frías pidió apoyo para fundar la Universidad del Norte, al que Alfonso Reyes respondió con su “Voto por la Universidad”.
En su oportunidad, Juan Manuel Elizondo expresó que pertenece a la generación de 1929, que estaba integrada por buenos oradores, hábiles para usar la palabra, quien fungía como director de la generación Alejandro Gómez Arias, quien fue sin duda el mejor orador de todo el continente americano, según Vasconcelos.