Posee la silla undécima de la Academia Mexicana de la Lengua. Conoce más de 30 lenguas, antiguas y modernas. Su vocación humanista abarca, al igual que Alfonso Reyes, vastos campos del conocimiento por lo que ha transitado desde la poesía hasta la traducción directa del griego de los Evangelios.
Ernesto de la Peña, Premio Internacional Alfonso Reyes 2008, es uno de los humanistas mexicanos más destacados de los últimos años.
“Habla de un tema como si de súbito se abriera un libro”, en palabras de Jaime Labastida, vocal de la Sociedad Alfonsina Internacional, que otorga este premio en conjunto con el Gobierno de México, CONARTE, la Universidad Autónoma de Nuevo León y el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.
El escritor recibió el premio de manos de Sergio Vela, presidente de Conaculta y de Romeo Flores Caballero, presidente del Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León, en una ceremonia realizada el 8 de octubre, en el Museo de Arte Contemporáneo en el marco del Festival Internacional de Santa Lucía.
En su discurso de aceptación, De la Peña mencionó su admiración por Reyes, de quien dijo ser el “Menéndez Pelayo de las letras latinoamericanas”, haciendo referencia a la admiración que el Regiomontano Universal sentía por el erudito español.
También destacó el ámbito oral de la personalidad de Reyes como uno de los elementos fundamentales de la palabra junto a la escritura y lamentó que no haya un registro de las conversaciones que el humanista sostenía con sus amistades.
“Lo que hay que valorar en Reyes es su variedad de intereses sin que esto entorpezca el brillo de su prosa”, manifestó el erudito.
Por la tarde, De la Peña acudió a la develación de la placa conmemorativa del premio en la Capilla Alfonsina de la UANL, donde reafirmó su admiración por la obra del llamado Regiomontano Universal.