A 60 años del histórico triunfo del equipo regiomontano de “La Industrial” en las Ligas Menores de Williamsport, los “pequeños gigantes” volvieron a emocionar a los regiomontanos, pero ahora con una charla en el auditorio de Museo de Historia Mexicana (MHM), desarrollada el pasado 29 de agosto a las 16:00 horas.
Ángel Macías, José Maiz y Enrique Suárez, entre otros, deleitaron a niños, jóvenes y adultos con sus anécdotas beisboleras.
Desde cómo se conocieron hasta el inolvidable día en el que los ojos del mundo se posaron sobre el llamado juego perfecto, en el que Macías ponchó a todos los bateadores del equipo estadounidense para alzarse con la histórica victoria para México.
Con orgullo, los peloteritos presumieron que la hazaña de Macías fue la responsable del sembrar el amor por las ligas pequeñas en todo el mundo.
Desde su llegada a los Estados Unidos hasta el encuentro con el presidente de la nación anfitriona, los peloteritos, como aún son conocidos, revelaron detalles nunca antes contados a la audiencia, como el que nunca lavaron sus uniformes para evitar que la buena racha se les fuera, o sobre la gran devoción católica de su entrenador, César Faz.
“Algo que nunca se ha dicho es que el entrenador era muy católico y siempre, antes de cada partido, hacíamos una oración”, expresaron entre risas y nostalgia.
Con gran admiración, las ahora leyendas regiomontanas recordaron en aquella charla al motor de sus triunfos, César Faz, quien falleciera el 3 de septiembre, apenas días después del encuentro de los peloteros.
Durante la charla, el mensaje para las jóvenes promesas del beisbol y sus padres fue claro: nunca dejen de perseguir sus sueños.
Con emoción, los aficionados del rey de los deportes escucharon atentos las palabras de los campeones y hasta lograron saciar su curiosidad en la ronda de preguntas y respuestas.
“¿Qué ha pasado con Japón que durante los últimos años ya nos encontró el modo?”, cuestionó uno de los asistentes a los campeones.
Y la respuesta fue contundente: la disciplina de los asiáticos los ha llevado a lo alto del pódium, una disciplina casi militar, que en México no se tiene.
Tras la plática, que se prolongó por cerca de 40 minutos, autoridades del museo entregaron un reconocimiento a los expeloteros.
Posteriormente, se proyectó la película hollywoodense Los pequeños gigantes, basada en la hazaña de los jugadores mexicanos en 1957.