por Emanuel Suárez/
Marilú Oviedo
Por no cumplir con la Ley Federal de Protección del Consumidor, la empresa financiadora Autofin fue multada con un millón 239 mil 318 pesos, siendo de las firmas más denunciadas ante la Profeco en todo el país durante 2010.
En su página de Internet, la Profeco señala que la compañía Autofinanciamiento de Automóviles Monterrey SA de CV. acumuló 24 procedimientos por infracciones a ley (PIL) iniciados y notificados a nivel nacional y se interpusieron 518 quejas en su contra.
Pero esto no es nada nuevo, en los últimos años Autofin auto ha dejado clientes insatisfechos a lo largo del país y una de esas historias la vivió en carne propia Perfecto Benancio Hernández Loredo, de Santa Catarina, Nuevo León, quien perdió 24 mil pesos en una negociación que sólo le dio dolores de cabeza.
Su sueño de tener un patrimonio para él y su esposa terminó en la pesadilla de perder su dinero, mismo que le fue arrebatado “legalmente” por la financiadora.
“Se siente muy mal porque nosotros no perdimos el dinero, nos lo quitaron, nos lo robaron. Fueron puras mentiras lo que nos dijeron”, indicó.
Así como él, centenares de personas en todo el país platican sus historias cargadas de impotencia, coraje, tristeza y frustración por haber visto sus ahorros y esperanzas disolverse por medio de engaños.
DE LA ILUSIÓN A LA PESADILLA
Contar con un patrimonio familiar se ha convertido en uno de los mayores anhelos de la población. La adquisición de un auto o una casa representa hoy en día más que un lujo, una necesidad a la que resulta difícil acceder.
Por tal motivo, existen personas que través de las financieras buscan convertir sus sueños en toda una realidad. Desafortunadamente hay empresas que no logran satisfacer las necesidades de sus clientes.
Este es el caso de Grupo Autofin de Monterrey, que a escasos meses de haber iniciado el 2011 ya acumula quejas en diferentes entidades como Tamaulipas, Zacatecas, San Luis Potosí y Coahuila. Pero Nuevo León no es la excepción. En 2010 este grupo de financiamiento sumó 28 quejas ante la Profeco y lleva cuatro más generadas en el presente año, tal y como informó el delegado estatal de la dependencia, Pedro Salgado Almaguer.
“Tenemos el registro de denuncias del año 2010 en contra de Autofin Auto que nos arroja 28 quejas; en lo que va del 2011, el primer mes tuvo ya cuatro quejas, esto nos da un total de 32 quejas o denuncias de parte de algunos consumidores”, indicó el delegado.
Acorde a datos de la dependencia, los principales motivos por los que Autofin ha tenido que responder a las demandas han sido entre otros: la negativa a la rescisión del contrato, negativa a la entrega del producto o servicio, negativa a bonificación o devolución de cantidad, incumplimiento en la entrega del bien, cobro indebido y publicidad engañosa.
De acuerdo al testimonio de los consumidores inconformes, la financiera se está valiendo de técnicas un tanto engañosas para atrapar a clientes, que consiste en mostrar las bondades de sus planes de financiamiento, pero omite información importante como las cláusulas de sanciones o los sorteos a los que deben de someterse los bienes, que si bien son especificadas en los documentos del contrato, no así por los vendedores, a quienes les atribuyen el mayor peso de la problemática.
Esta situación la vivió Laura López Estrada, quien aseguró que firmó el contrato confiando en las palabras del vendedor que la atendió, mismas que resultaron ser un engaño.
“Ellos no son buenos vendiendo, son buenos engañando porque esa es una manera de engañar a la gente y aprovecharse de sus necesidades económicas”, indicó.
José Rangel Torres atravesó por un caso similar: su ilusión de poder comprar una casa lo llevó a firmar un contrato sin siquiera leerlo, pues creyó en las promesas que le ofreció el vendedor.
“Lo que pasa es que me confié, la señora me lo pintó muy bonito y como le digo yo no sabía nada. A lo mejor si un abogado me hubiera orientado tal vez me hubiera ido mejor, pero la verdad es que yo nunca pensé que me fueran a hacer eso, ni por aquí me pasó”, dijo.
Los casos de consumidores inconformes se replican por todo el país. Sólo basta con teclear el nombre de Autofin en los buscadores de Internet para que se desprenda un sinfín de páginas con comentarios negativos hacia la financiadora, en los que los tachan de “rateros y sinvergüenzas”.
TESTIMONIOS DE TRISTEZA
Aquí presentamos algunos casos de quejas encontradas en la web, en sitios dedicados a que los clientes insatisfechos expongan sus quejas.
“La mayor parte de las ganancias de esa compañía es la obtenida al hacer que los consumidores cancelen sus contratos prematuramente. Así se quedan con todo o la mayor parte del dinero ya abonado, sin dar nada a cambio. (Lean las letras chicas del contrato).Para ello los vendedores son entrenados para engañar a los clientes, ofreciendo tratos diferentes verbalmente, a lo que el contrato especifica; entre más contratos logren, más les pagan a ellos, no importa cómo los hayan obtenido, ni qué hayan dicho al consumidor, cuando firman pensando que han hecho un buen trato, se les retiene”, publicó un usuario en Internet el 23 de septiembre de 2010.
Otro consumidor inconforme escribió el 6 de septiembre del mismo año: “me prometieron una entrega inmediata (del inmbueble) pero me respondieron que el contrato no estipula eso. Así que llamé a la señorita que me prometió la entrega inmediata y no contesta sus teléfonos; acudí a la agencia a buscarla, no se encuentra. Entonces busqué la página de Internet para averiguar qué dice el contrato, el cual tampoco encontré”.
Al igual que los anteriores, existen cientos de personas que debido a lo ocurrido dudan de la ética de la compañía financiadora. Las denuncias presentadas ante Profeco son elevadas, a tal grado de que en algunos lugares como en Tamaulipas, Autofin es considerado un cliente frecuente del organismo defensor.
CULTURA FINANCIERA
Un alto porcentaje de las quejas que se interponen en contra de Grupo Autofin Monterrey ante Profeco finalizan en convenios, tratos que benefician sobre todo a las compañías.
La razón es que las empresas financiadoras actúan legalmente, pues la firma del cliente en los contratos les da la facultad para penalizarlos en determinado caso en el que el consumidor no cumpla con las obligaciones establecidas en el documento.
Por tal motivo, es de vital importancia que antes de firmar cualquier contrato el cliente lea detenidamente el documente y aclare todas las dudas que se le presenten, pues una vez colocada la firma en el papel ya no hay vuelta atrás.
Para la delegada estatal de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros, María Gabriela Lozano Galván, la falta de una cultura financiera entre la población es un problema que provoca este tipo de situaciones, ya que la gente no está acostumbrada a leer los documentos que firma.
“Yo los invito a leer y a comparar para tener las mejores opciones porque nadie nos está poniendo una pistola para firmar antes de leer. El contrato lo tenemos que leer, no nada más firmarlo. Entonces eso es básico: leer, comparar y tomar nuestras mejores decisiones”, mencionó.
Por tal motivo la Condusef ofrece cursos para impulsar la educación financiera en niños, jóvenes y adultos.
Por su parte, la Profeco además de fungir como organismo conciliador también se de-sempeña como consultor, ya que la población antes de firmar un contrato puede acudir a la dependencia a pedir que se le explique de una manera más detallada, pero sobre todo sencilla los derechos y obligaciones que obtendrá una vez que selle el trato con la compañía.
“Recordemos que al firmar un contrato se crean derechos, pero también se contraen obligaciones y muchas veces no las miramos y firmamos. Por eso es importante ver ese tipo de contratos. Nosotros estamos en toda la disposición porque a veces los contratos vienen en términos “elegaloides”. Nosotros estamos en toda la disposición de asesorar a los consumidores en ese sentido que pudiesen tener alguna duda en la interpretación de algunos términos o alguna duda en la interpretación del contrato, que vengan y lo chequen con nosotros y nosotros le decimos de qué se trata, a qué se va a obligar”, mencionó Pedro Salgado Almaguer, delegado de la Profeco en Nuevo León. v