El cerro de La Silla, el cabrito, el machacado, la carne asada y el calor agobiante, entre otras cosas, son el sello característico de Monterrey, también conocida como La Sultana del Norte.
Pero aparte de eso, la ciudad es un mundo aparte con variedad de lugares por descubrir, muchos de los cuales ni siquiera los propios regiomontanos conocemos o hemos visitado alguna vez.
Sólo basta con recorrer el centro junto con la Gran Plaza, rodeada de museos como Marco, el Museo de Historia Mexicana y edificios como el representativo Condominio Acero, inaugurado en 1959.
Para buscar entretenimiento, la Arena Monterrey ya se ha consolidado como una de las plazas más importantes del país, ya que no sólo ha albergado conciertos de artistas nacionales, sino también internacionales, además de que ha sido sede para otro tipo de eventos.
Uno de los sitios que no pueden faltar es el Parque Fundidora, que es punto de reunión familiar y de esparcimiento; es una caja de sorpresas porque encierra gran variedad de atractivos.
La Cineteca, el Centro de las Artes que cuenta con exposiciones fotográficas, juegos para niños, una pista de hielo y recientemente la Mega Rueda de la Fortuna que permanecerá hasta noviembre.
Por último, el Obispado es más recomendable visitarlo durante la noche, ya que se puede apreciar toda la inmensa ciudad, llena de luces… una postal perfecta.