Lo que sería una tarde de festejo en el Casino Royale se convirtió en el último día para Isabel Ladrón de Guevara Barrada, una madre de familia quien murió en el interior del inmueble el pasado 25 de agosto.
La mujer, de 65 años de edad, acudió a una comida para celebrar el cumpleaños de una de sus amigas. Sus hijas y esposo ,Daniel Flores jamás imaginaron que no la volverían a ver.
La familia del municipio de Santa Catarina pide justicia para todas las víctimas del centro de apuestas y que las autoridades no dejen el caso en el olvido.
El profundo dolor se refleja en sus rostros y día a día han tenido que sobrevivir la ausencia de su ser querido, quien cuidaba a su marido de 76 años de edad y sufre de diabetes, por lo que le realizaba hemodiálisis diariamente.
“Mi mamá no acostumbraba a ir seguido al casino porque mi papá está enfermo y se encarga de cuidarlo y justo ese día pasó el ataque. Fue a festejar el cumpleaños de una amiga y mi hermana las iba a ir a recoger, de repente le habla una de las amigas de mamá y le dice lo que había pasado, después llega la señora a la casa y mi hermana le pregunta por mi mamá y no se dio cuenta en dónde estaba, ahí fue cuando comenzamos a buscarla, en ningún momento mamá se comunicó con nosotros”, dijo Maribel, una de las hijas de Isabel.
El Gobierno del Estado les ofreció apoyo psicológico, pero por el momento no han tomado la decisión de aceptarla.
“Nos hicieron el ofrecimiento de la ayuda psicológica, pero por el momento no la solicitamos, nosotros lo que queremos es justicia porque mi madre no murió, la mataron, tengo coraje y resentimiento hacia aquellas personas que actuaron de una manera mal, matando a gente inocente que sólo buscaba pasar un buen rato, ellos no estaban robando ni haciendo daño a nadie; incluso se dice que no murieron 52 personas, sino más, pero las autoridades nunca van a decirlo”, expresó la mujer de 43 años de edad.
Comentó que en cuanto sientan que les hace falta el apoyo de especialistas acudirán a ellos, pero por el momento lo que quiere la familia es que la muerte de las 52 personas no quede en vano.
Isabel era una persona sana, alegre y uno de sus pasatiempos era hacer manualidades de bisutería; además era madre de tres y contaba con tres nietos quienes la extrañan.
“Ellos siguen preguntando dónde está su abuelita, le decimos que es un ángel”, comentó triste Maribel.
EL DÍA DEL INCENDIO
El día del incendio no lo olvidarán jamás, la familia Flores recorrió varios nosocomios en busca de su ser amado y llegaron al Hospital Universitario alrededor de las 20:00 horas donde permanecieron cuatro horas y reconocieron el cuerpo.
“Lo reconocimos a través de una fotografía y al entregarnos el certificado médico éste decía que mi madre había muerto por asfixia”, mencionó.
Además tuvo que transcurrir todo el viernes 26 de agosto para que el cuerpo por fin llegara a la funeraria en el municipio de Santa Catarina, pues debido al incrementO de trabajo con las 52 víctimas, las funerarias no se daban abasto.
Semanas después del incidente el DIF estatal le envío a la familia despensas que con tenía papas, aceites, arroz, galletas, entre otros.
Además los servicios funerarios corrieron a cargo del mismo; pero lo que reitera Maribel es que los funcionarios no se olviden del tema y hagan justicia.
“Lo que pido es justicia, que la muerte de tanta gente no quede en vano, que la muerte de estos ángeles no quede en el aire.
“La culpa no es sólo de las autoridades, sino de los delincuentes, del propio dueño del casino porque muchos de los que sobrevivieron han contado que las puertas de salida de emergencia no servían”, concluyó.
Los restos de Isabel fueron trasladados al panteón Protecto Deco Santa Catarina donde tendrá un descanso en paz. v