MEXICO.- Tras una ausencia de 12 años, el PRI regresa a Los Pinos luego de que Enrique Peña Nieto ganara las elecciones con un diferencia menor a los 10 puntos sobre el candidato de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador.
“No hay un regreso al pasado. Este PRI que llega al gobierno ha mostrado su convicción democrática en la oposición”, afirmó Peña Nieto momentos después de saber las tendencias.
El PRI gobernó de 1929 a 2000, cuando fue derrotado por el PAN, con un régimen paternalista, que acabó con las luchas de caudillos y dio estabilidad al país tras la Revolución de 1910, pero fue acusado de autoritario y corrupto, tachas revividas en la campaña electoral.
“Aquí hay un partido que no se ha ido (…). El PRI ha demostrado que cree en la democracia y que (…) podemos tener los resultados de manera eficaz”, dijo Peña Nieto, de 45 años y nativo del Estado de México.
José Antonio Crespo, politólogo e historiador del Centro de Investigación y Docencia Económicas, opinó que “con su pasado autoritario, tener reservas sobre el PRI, es válido”.
Como hace seis años, López Obrador no quiso reconocer la derrota y denunció fraude. En 2006 llevó las cosas al extremo al perder por 0.56 puntos ante Felipe Calderón, del PAN.
AMLO movilizó a sus simpatizantes e hizo plantones que molestaron a los ciudadanos de la ciudad más grande del mundo. Esa actitud el costó al tabaquero, quien batalló mucho para ser aceptado como candidato de nuevo.
“Esperaría que hubiera una actitud de respeto, de civilidad, de madurez política”, expresó Peña, al señalar que el PRI reconoció sus derrotas en 2000 y 2006 frente al PAN.
Prometiendo alentar “la reconciliación”, Peña Nieto afirmó que no descarta sumar a su gobierno a miembros de otros partidos e incluso líderes independientes.
En unos comicios en que un triunfo del PRI estaba cantado por los sondeos, los mexicanos estaban llamados a elegir, además del presidente para 2012-2018, las dos cámaras del Congreso, seis gobernadores y el jefe de gobierno de Ciudad de México.
El PRI, que tenía hasta ahora la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados (500 miembros) y simple en el Senado (128), mantendría la mayoría de escaños en ambas, según proyecciones de prensa, pero sería simple, por lo que tendrá que negociar para sacar adelante sus propuestas.
“Tendrá pendiente reformas que el PAN no hizo en parte por rechazo del PRI: si abrirá al capital privado la petrolera estatal Pemex y si tocará los monopolios privados”, dijo Nicolás Lazo, analista de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales.
LA INSEGURIDAD
México vive una ola de violencia que ha dejado más de 60 mil muertos desde que Calderón lanzó en diciembre de 2006 una ofensiva contra los cárteles de la droga con el Ejército, que ayuda a financiar Estados Unidos.
“No va a haber tregua ni pacto, sino combate eficaz contra los capos, pero en un rediseño que permita bajar la violencia y lograr el respaldo social”, anunció Peña Nieto.
Javier Oliva, experto en seguridad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), manifestó que “el reto más importante es reconstituir las condiciones de paz social” en las regiones golpeadas por la violencia.
PAN ACEPTA LA DERROTA
El presidente del PAN, Gustavo Madero, admitió “una derrota mayúscula” en las elecciones y opinó que su partido ahora “debe agarrar fuerzas y levantarse”.
Madero descartó renunciar al cargo, ofreció “autocrítica y humildad” a los ciudadanos y advirtió de que en México hay “una transición que aún está en riesgo” y por la que se debe seguir luchando.
La candidata Josefina Vázquez Mota, la única mujer que concurría a los comicios, aceptó el mismo domingo por la noche que las tendencias no le eran favorables al lograr poco más del 25 por ciento de los votos, un modesto tercer lugar entre cuatro aspirantes.