A más de un año y medio de que fuera aprobada la Ley para la Atención y Protección de las Personas con la Condición del Espectro Autista y/o Trastornos del Neurodesarrollo en Nuevo León, la Secretaría de Salud estatal ha olvidado la promulgación del reglamento correspondiente.
Debido a esta omisión oficial, se ha dejado en la indefensión a cientos, quizás miles de niños y jóvenes, así como a sus familias, que viven el día a día bajo esta condición.
La situación no es para menos: de acuerdo a la organización no gubernamental Visión, en promedio cada año nacen en la entidad 92 mil 979 niños, de los cuales, cuando menos 972 serán diagnosticados con autismo.
“La detección oportuna, esto es, antes de los tres años, es fundamental para mejorar su condición de vida”, se detalla en un documentado entregado al Congreso del Estado por integrantes de la asociación civil.
El 16 de noviembre del 2016, el pleno del Poder Legislativo local aprobó una ley que busca “impulsar la plena integración e inclusión a la sociedad de las personas con la condición del espectro autista o con trastornos del neurodesarrollo, mediante la protección de sus derechos y necesidades fundamentales”.
Mediante el dictamen 9913/LXXIV, que fue presentado ante el pleno por la diputada Gloria Treviño Salazar, se aseguró que esta ley brinda certeza jurídica y de salud, además enciende una luz de esperanza en los corazones de los padres de familia que han promovido la iniciativa y que también la han enriquecido.
“Estamos hablando de más de 25 mil niños al año que nacen con el Trastorno del Espectro Autista (TEA); en el Estado de Nuevo León, aunque hay muy pocas cifras, se habla de uno por cada 117 familias”, expresó Treviño Salazar.
Durante la aprobación de la Ley para la Atención y Protección de las Personas con la Condición del Espectro Autista y/o Trastornos del Neurodesarrollo, estuvieron presentes en la sesión plena diversas asociaciones civiles y representantes de la Secretaría de Educación.
A favor del dictamen se pronunciaron los diputados Sergio Arellano Balderas, Felipe de Jesús Hernández Marroquín, Daniel Carrillo Martínez, Jorge Alán Blanco Durán y Marco Antonio González Valdez.
La legislación se aprobó con 35 votos en lo general y en lo particular.UN AÑO DE SILENCIO
El pasado 2 de abril se conmemoró el Día Internacional sobre la Concientización sobre el Autismo, sin embargo, en la entidad la difusión y las actividades sobre este tema fueron mínimas, o nulas.
Hace un año, precisamente el 27 de marzo del 2017, se firmó un Pacto por el Autismo en el Estado, en el que alcaldes, diputados, funcionarios de gobierno y representantes de la iniciativa privada y la sociedad civil, unirían esfuerzos, recursos humanos y económicos, para impulsar acciones para atender esta problemática. Nada ocurrió.
Por ello, más de 60 personas, entre madres y padres de familia, niños y jóvenes quienes están diagnosticados con el síndrome de Asperger, regresaron, una vez más, a la sede del Congreso del Estado para exigir que la ley no sea letra muerta.
“A casi dos años de la aprobación de la ley y uno de la firma del pacto, seguimos con la asignatura pendiente de la elaboración del reglamento, que le corresponde a la Secretaría de Salud”, se detalla en un exhorto entregado por la diputada priista Gloria Treviño Salazar a la oficialía de partes.
Otra asignatura pendiente es una iniciativa de ley que se envió al Congreso de la Unión para que se legisle en lo que corresponde a la educación profesional de quienes tengan esta condición.
“Pero más que nada, nos sigue faltando conocimiento, sensibilidad y empatía como sociedad y gobierno para ser incluyentes”, se establece en el documento entregado al Congreso local.
“Pero, ¿cómo detectar lo que no conocemos?, ¿a dónde acudir? Hemos logrado mucho, pero todavía falta mucho más por hacer, porque la preocupación de un padre de familia con un hijo diagnosticado con autismo, es qué va a ser de mi hijo cuando yo no esté”, señaló Iliana Mares Cortés, presidenta y fundadora de Visión.
Madre de dos niños diagnosticados con síndrome de Asperger, explica que el retraso o desidia en promulgar el reglamento por parte de la Secretaría de Salud, y que también compete a la Secretaría de Educación, perjudica cada día a quienes se hallan en esta condición.
Refiere que el desconocimiento de las características especiales de los niños y niñas autistas, impide que estos puedan incorporarse de manera adecuada a la enseñanza pública, o bien ser atendidos por especialistas en los centros de salud del gobierno.
Agrega Mares Cortés que son muy escasos los profesionales que se ocupan en la atención de estos niños y jóvenes, quienes requieren a psicólogos, psicólogos conductuales, neuropediatras, maestros de educación especial y, sobre todo, maestros regulares en general preparados para atenderlos.
“En Nuevo León los padres de familia que tienen hijos con autismo están viviendo un verdadero viacrucis para llegar a un diagnóstico veraz y certero”, indicó.
“La ley dice que las personas dentro del espectro autista tienen derecho a un diagnóstico a temprana edad, a atención en cuanto a terapias de calidad, a una atención escolar digna, pero lamentablemente nada de esto es una realidad aún”, aseveró.
Recordó la reunión de fines de marzo del 2017, cuando autoridades estatales y municipales se comprometieron con su firma, pero la Secretaría de Salud no ha hecho lo que por ley está obligada.
“Sólo exigimos inclusión para las personas con autismo”, finalizó.