Un pequeño bazar ubicado a unos pasos de la Macroplaza, tiene entre sus curiosidades en venta algunos controvertidos productos: banderas nazis y de los estados Confederados, que son símbolos del racismo en Alemania y Estados Unidos, respectivamente. Para el dueño del local son simple mercancía y, aseguró, ha vendido más de un centenar de estos productos.
Desde discos de acetato, pasando por celulares de primera generación hasta banderas Nazis, este bazar de la colonia Independencia ofrece todo tipo de objetos y reliquias para los amantes del coleccionismo.
El negocio, ubicado en la esquina de las calles Nuevo León y 5 de Febrero parecería ser la versión regiomontana del famoso programa de History Channel “El Precio de la Historia”, en donde los vecinos acuden a ofertar sus artículos antiguos para ser valorados, comprados y después puestos a la venta una vez más.
El bazar nació hace 10 años en un local de la colonia Tecnológico, en donde llevaba por nombre iZone, pero tiempo después se mudaron a la calle Libertad de la colonia Independencia y posteriormente en la esquina actual.
Y aunque en teoría, el giro del negocio es la compra, reparación y venta de aparatos eléctricos, lo cierto es que en los últimos años el “negocio de la nostalgia” ha cobrado mayor fuerza, de acuerdo al encargado del lugar Salvador Moreno Olivares.
“Vendemos y compramos aparatos electrónicos. Reparamos computadoras, laptos, celulares y todo eso. Estéreos y microondas.
“Nos dedicamos también a restaurar y vender antigüedades”, expresó el vendedor.
Y es que, entrar a este local es como ingresar a un baúl de recuerdos, de diferentes épocas y regiones, en donde cada artículo cuenta su propia historia.
Mini botellas de colección de marcas refresqueras, tornamesas, quinqués, pelotas autografiadas, playeras, cuadros, teléfonos antiguos, libros, banderas, calentadores, licuadoras, lámparas, insignias y un largo etcétera.
Vista obligada para los miles de usuarios del transporte público que circulan por la colonia Independencia, el negocio –hoy sin nombre- llama la atención a tal grado que muchos de las personas que van en las rutas urbanas se bajan para echar un vistazo, de acuerdo a Moreno Olivares.
“Hay mucha gente que hasta se baja de los camiones y viene a ver que le gusta. A la gente sigue comprando estas cosas”, aseveró el regiomontano.
De acuerdo al vendedor, a pesar de que las nuevas generaciones están más acostumbradas a la tecnología, también son los mejores clientes, pues acuden para comprar objetos y personalizar sus habitaciones.
“Vienen niños y jóvenes que quieren adornar sus cuartos con este tipo de cosas”, dijo el encargado.
El sitio también se ha convertido en un “santuario” para los coleccionistas, que llegan en busca de curiosidad.
Cuando un vecino llega a vender un artículo, primero se evalúa la condición del objeto y en base a lo que pide en vendedor se parte para hacer una propuesta económica.
“Todos los días atendemos gente, no hay día que no se venda algo aquí. No podría darte un número de cuanta gente viene, pero sí te digo que viene mucha”, expresó Moreno Olivares.
La tienda permanece abierta de 1:00 a 8:00 de la tarde los lunes, martes, miércoles, jueves y sábado mientras que los viernes y domingo recorren mercados rodantes de la zona metropolitana para ofertar sus productos.
CONTROVERSIA RACISTA
Entre los objetos que más destacan en el bazar de reliquias están las banderas nazi -con las suástica y la ‘SS’- y la de los Estados Confederados de América, consideradas emblema del racismo en Alemania y Estados Unidos, respectivamente.
Colgadas al exterior del local, a la vista de todos los transeúntes, las banderas llaman la atención por su significado y la “ligereza” con la que se exhiben.
“Aquí somos nazis”, dice el encargado del local y pocos segundos después suelta una carcajada.
“No es cierto, como crees, es broma. Mírame, yo soy moreno. Sólo vendemos la bandera porque nos llega mercancía de Estados Unido. Nos llega de todo y todo lo ponemos a la venta”, aclaró Moreno Olivares.
Consciente del significado de dichas banderas, el encargado sentenció que no se exhiben con la intención de ofender, pues para ellos solo representan productos.
Añadió que cada cuatro meses se surte mercancía del vecino país del norte y entre los objetos que llegan están las banderas, que se venden rápidamente.
“Hay mucha gente que las compra aquí en Monterrey. Yo podría decirte que en el año que tenemos en esta ubicación hemos vendido como unas cien de la bandera nazi”, indicó el comerciante.
Con un costo de 700 pesos, Moreno Olivares subrayó que son principalmente jóvenes los que acuden a comprarlas como símbolo de rebeldía.
“Yo lo que hago es vender, no sé si la gente que compra las banderas sepa de la historia de las banderas, pero yo lo veo más como que es rebeldía es como sentirse que están en contra del gobierno”, indicó el encargado.
Y es que, no se puede negar que, aunque dolorosa, las banderas también forman parte de la historia, misma que se cuenta en cada uno de los objetos de este local.
Y es así como entre artículos llenos de nostalgia y controversia, la esquina de Nuevo León y 5 de Febrero en la colonia Independencia se ha convertido en un punto de referencia para aquellos que solo buscan ‘curosear’ o echarse un clavado en el bazar de los recuerdos.
NO SON LOS ÚNICOS
Este no es el primer negocio en la capital de Nuevo León donde se ofrecen a la venta productos nazis.
En abril de 2014, Hora Cero encontró en Plaza la Silla un bazar donde se ofrecían todo tipo de productos relacionados con los seguidores de Adolfo Hitler.
Esta tienda especializada en compra venta de antigüedades es propiedad de José Francisco Franco y en ella se venden artículos de la Segunda Guerra Mundial comprendida desde 1939-1945, enfocada especialmente en la Alemania nazi.
El reportaje reseño que en ocasiones han habido altercados entre el propietario del establecimiento y paseantes quienes al ver los artículos expuestos lo toman como una ofensa.
Aunque Franco asegura no estar a favor ni en contra de la ideología política nazi, mencionó que sólo busca promover una nueva área de coleccionismo: la militaria.
“Nosotros no estamos a favor ni en contra, vendemos historia… Es como ir a un museo, si está de acuerdo la gente o no con lo que pasó, pues fue una realidad, es parte de la historia del ser humano”, aclaró.
Recordó que en una ocasión un cliente le reclamó y le dijo: “Si realmente supieran quién fue Hitler, no tendrían nada de eso aquí”.
Pero el dueño del negocio está documentado, conoce la historia de cada uno de los objetos que adquiere para comerciar, sin embargo, reitera que es algo que pasó.
Su negocio también incluye piezas de la Primera Guerra Mundial y demás artefactos militares, pero se especializan en la Segunda Guerra Mundial.