
La falta de sensibilidad y tolerancia por parte de la Policía de Monterrey de nueva cuenta ha sido puesta en tela de juicio, luego de que fuera expuesto el abuso de poder de los uniformados contra una persona con discapacidad.
Alfredo Heredia Lazarín, de 26 años, junto a su madre fue amedrentado por un policía de barrio y otro de la Secretaría de Vialidad, en la calle Zaragoza.
¿La razón? Haber tomado fotografías de una patrulla de la Policía que obstaculizaba una rampa.
A base de forcejeos y empujones, los uniformados intentaron despojar al joven de su celular argumentando un “mal uso de los medios”, y ante la negativa del joven y su madre, fueron amenazados con el arresto para que entregaran el móvil.
“No se me hace justo que haya un policía con esa actitud hacia las personas porque se supone que están para servir; si fuéramos unos maleantes hasta yo estoy de acuerdo la manera en la que reaccionaron, pero no estábamos haciendo nada malo”, comentó el afectado.
Alfredo expuso su caso a través de las redes sociales, el cual se volvió viral apenas unos minutos después. Fue compartido 3 mil 979 veces y recabó más de mil 900 “likes”.
Posteriormente, interpuso una denuncia ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
Eran alrededor de las 3 de la tarde del lunes 2 de noviembre, Alfredo y su mamá pasaban por la avenida Zaragoza, cuando en su cruce de Juan Ignacio Ramón se percataron que una patrulla de la policía de barrio, con numeración P915, obstruía la rampa por la cual iba a cruzar la calle. Para no batallar, le sacaron la vuelta a la unidad y cruzaron la calle.
Para evidenciar el hecho, el joven pidió ayuda a su madre para tomar una fotografía con su celular.
A contra esquina estaba la patrulla 81717 de Seguridad y Vialidad de Monterrey, donde había dos oficiales platicando, uno de ellos el responsable de la unidad que obstruía el camino.
Al percatarse que la señora tomaba la fotografía, ambos elementos caminaron hacia donde se encontraba y le gritaron para llamar su atención.
Uno de los oficiales comenzó a exigirle al joven que le entregara el teléfono, alegando que estaba haciendo “mal uso de los medios” y no podía fotografiar la patrulla.
Ante su negativa a entregarle el móvil, el patrullero empezó a empujar al joven y a forcejear con su mamá para intentar arrebatárselo.
“Están forcejeando un rato y mi mamá se acerca a mí y me mete el celular en la ropa para que ya no me lo quiten”, indicó.
El oficial sacó las esposas y los amenazó con que se los “iban a llevar”.
La autoridad pidió refuerzos para arrestarlos, y mientras los esperaban, el policía de barrio movió su unidad a un lugar de parquímetros.
LA RESPUESTA DEL MUNICIPIO
Gracias a la publicación en su cuenta de Facebook, un amigo de Heredia se contactó con él para llevarlo a interponer la denuncia a la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
“Me comuniqué por teléfono y me dijeron que tenía que ir a declarar a las instalaciones del Parque Alamey”, comentó.
Por cuestiones de accesibilidad y transporte, él no podía acudir al parque por lo que “les expliqué y pregunté si podía hacer la declaración vía telefónica, pero me dijeron que no, que a fuerzas tenía que ir”.
De acuerdo con Municipio de Monterrey, los elementos involucrados ya fueron identificados y se encuentran a disposición del departamento de Asuntos Internos y la Comisión de Honor y Justicia de la Contraloría Municipal. No se han revelado los nombres de los uniformados, pero se informó que se encuentran en suspensión mientras se investiga el caso.