
En un país que sobrevive a una guerra interna que ha dejado más de 28 mil muertos, donde la desigualdad social sigue siendo abismal y la corrupción es el pan de cada día. ¿Tendrá México algo que celebrar al llegar al bicentenario de la Independencia y a los 100 años de la Revolución?
Aunque en el Zócalo capitalino se reunan miles de personas y los juegos pirotécnicos iluminen el cielo de la Ciudad de México, en el fondo de los corazones de millones de mexicanos, sobre todo los que no tienen para comer tres veces al día, seguirá la duda sobre si valieron la pena los sacrificios de los caudillos.
En este tiempo de redes sociales ya no es tan fácil tapar el sol con un dedo y sólo basta entrar a internet y constatar el sentir de la gente que no oculta su desencanto por la inseguridad que se vive en todo el país, la falta de empleos y la corrupción que ha tocado a todos los partidos políticos.
Una de las pruebas irrefutables a nivel nacional es la penetración del narco en las policías municipales y la muerte de alcaldes a manos de sus propios guardaespaldas.
Así como la voz del pueblo se escucha ahora a través de las redes sociales, personalidades de la cultura han tomado la palabra y en sus declaraciones confirmar que no hay mucho que festejar.
El escritor español Arturo Pérez Reverte considera que el bicentenario no se debería celebrar y que la Independencia de México fue un gran fraude del que fueron víctimas las clases menos favorecidas.
“Cuando hablan de celebrar el bicentenario yo creo que más que celebrar deberían conmemorarlo con una misa fúnebre, porque en estos 200 años murieron muchas esperanzas de libertad, de progreso y de justicia”, aseguró.
En realidad, dijo, lo que se está conmemorando es la independencia de una clase poderosa económica que no ha soltado el poder en 200 años, y nada más.
“Si no, vete a dar una vuelta por cualquier barrio de México y verás que la miseria, el hambre y la incultura siguen siendo las mismas”, dijo.
¿CARICATURA?
El famoso caricaturista Eduardo del Río “Rius”, autor de los Supermachos y otros 100 libros más desmitifica la conmemoración del bicentenario.
“En la derecha mexicana no tienen ni asomo de vergüenza, tras haber sido los que mataron y vejaron a Hidalgo y Morelos, los que asesinaron tanto a Madero como a Villa, Zapata y Flores Magón, que el PAN esté encabezando unos festejos carísimos y sin ningún provecho para nadie, excepto, claro, para los organizadores y sus cuates escritores, músicos, pintores y escultores. No creo, pues, que haya nada para celebrar”.
Acaba de presentar un libro que se llama “2010, ni independencia ni revolución”.
“Traté de hacer ver que mientras no resolvamos el añejo problema indígena, este país no va a cambiar, ni a mejorar. Otro hilito fue demostrar que ni somos independientes (sería un chiste cruel sostener lo contrario), ni se ha hecho una revolución digna de ser festejada.
“Nuestra ´revolufia´ duró sólo un sexenio con el general Lázaro Cárdenas, y después se volvió ´Robolución´, y hasta la fecha en eso anda la cosa”, dijo.
DE PELÍCULA
A diferencia de otras épocas en las que la crítica era cortada de tajo, ahora el cine también tiene la libertad de expresar sus ideas sin tener que mantener sus películas enlatadas como sucedió con la famosa Ley de Herodes, donde ridiculizaba al PRI. Actualmente en las salas se exhiben dos cintas El Atentado, que trata sobre un complot para asesinar al ex presidente Porfirio Díaz.
Su director, Jorge Fons, declaró que “ahora es imposible celebrar, el país tiembla de tantos problemas, hay que pasar este túnel triste, difícil”.
Otra película es El Infierno, que retrata a la perfección el clima de violencia en México, a causa de la guerra entre grupos delictivos rivales.
Luis Estrada es su director, el mismo de la La Ley de Herodes.
28 MIL MUERTOS
El gobierno de México aportó una nueva cifra sobre las víctimas por la violencia del narcotráfico: desde 2006 han muerto 28 mil personas en el país, una cantidad mayor que la reconocida en su último reporte.
Las autoridades reconocieron que no han logrado recuperar la seguridad en las zonas con presencia de narcotráfico.
“No hemos logrado el propósito, tenemos una violencia creciente”, dijo el director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), Guillermo Valdés.
Los datos oficiales sobre el número de víctimas han cambiado en los últimos meses.
A mediados de julio la Procuraduría General de la República había informado que las personas muertas eran 24 mil 800.
Pero antes, en abril, un informe del Gabinete de Seguridad Nacional entregado al Senado ubicó en 22 mil 700 los fallecidos.
Ahora, el director del Cisen –uno de los órganos gubernamentales de inteligencia- dijo que el último recuento es de 28 mil muertos.
Especialistas critican la contradicción en las cifras, porque demuestra que no se conoce la situación del país.
“Es un terrible problema, no sabemos en realidad lo que está sucediendo, es preocupante”, dijo Martín Barrón, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe).
HABLA EL PRESIDENTE
El presidente Felipe Calderón reconoció que su gobierno tiene problemas para informar sobre la lucha contra el tráfico de drogas.
“No hemos sabido explicar qué estamos haciendo, por qué lo estamos haciendo, qué es lo que estamos viendo a nuestro alrededor”, dijo en una reunión con académicos y periodistas.
Por ejemplo, según el Sistema Nacional de Seguridad Pública, más de la mitad de los estados tienen un índice de homicidios menor al promedio nacional.
La violencia, dijo Calderón, se concentra en las regiones que disputan los carteles de narcotráfico. Pero al mismo tiempo, la percepción de inseguridad se extiende al resto del país.
CRISIS ECONóMICA
La tasa de desocupación en el país durante julio pasado fue de 5.70 por ciento, mayor al 5.05 por ciento reportado en junio pasado, informó el INEGI. Sin embargo, el dato fue menor al 6.12 de igual mes del 2009.
Con cifras desestacionalizadas, la tasa de desempleo entre la Población Económicamente Activa (PEA) durante el séptimo mes del año se ubicó en 5.37 por ciento, 0.09 puntos porcentuales por debajo de la registrada en junio.
UN PéSIMO COckTAIL
Inseguridad, desempleo y corrupción son una fórmula que ha maniatado a México en los últimos años y que no dejan que el país resurja de entre sus cenizas.
Lo peor del caso es que no hay voluntad política, ya que los partidos en estos momentos están más preocupados en la sucesión presidencial de 2012 que en resolver los problemas de los mexicanos.
Así, ¿qué tenemos que festejar?