
Aunque se pensaría que la subcultura “biker” (motociclista) era exclusiva o en la que predominaban los hombres, las mujeres han demostrado su basto gusto por este estilo de vida.
Es común ver por las calles a mujeres sobre una moto, pero no detrás de un hombre, sino conduciendo sus propios vehículos de dos ruedas.
A pesar de que son distintos los club de motociclistas que ruedan por Monterrey, en cada uno existe la presencia femenil.
Con sus botas estilo rockeras, pantalones y chaquetas de cuero o mezclilla, en otras ocasiones minifaldas, top o blusas sin mangas y ajustadas, los guantes especiales para el motociclismo, cascos, pañuelos y cadenas, es la forma en la que visten los amantes de la subcultura.
Cada grupo, aunque tenga distinta ideología, cuando se trata de ayudar, muestran unidad, sin importar el parche que portan en sus espaldas.
Tal es el caso de Musas Monterrey, el cual está conformado por un grupo de mujeres pertenecientes a diversos motoclubs de Monterrey, aunque también existen algunas que son independientes.
El grupo surgió el 25 de abril del 2013, después de ver que hacían falta mujeres que se asociaran como una forma de apoyo en el ámbito.
Además, de acuerdo a Vane, “la Musa”, como asociación han realizado labores altruistas.
“Hemos hecho visitas a hospitales, hemos entregado juguetes a niños de bajos recursos, también hemos apoyado con juguetes y ropa a comedores”, dijo.
Los tatuajes son comunes en los “bikers” y les da apariencia de malos y en ocasiones se les asocia con actividades delictivas.
Pero ahora, el panorama que caracteriza a los clubs de motociclistas son las actividades que emprenden en beneficio de la sociedad.
Su estilo es escéptico para algunos y sus gustos musicales en los que destaca el rock, heavy metal, hardrock o rock clásico son escandalosos y de igual forma se asocia con vandalismo.
Pero su vida es similar a la de muchos que no tienen un vehículo de dos ruedas, acuden al trabajo en su marca favorita Harley Davidson y buscan espacio para sus actividades del club.
Acuden a eventos, exposiciones, visitas con labor social, a sus reuniones de cada club y a los paseos que emprenden por las distintas avenidas de la ciudad.
Cuando viajan, los hacen en grupo, en fila, si deciden visitar algún bar o restaurante roban miradas.
Nunca faltan quienes desean la fotografía con alguna de las motos o con un miembro del club.
Pero lo anterior, es algo a lo que ya están acostumbradas, además “comparten” sus vehículos para las fotografías.
Y lo que destacan “aprendimos a ser cuidadosos y respetuosos de las calles que transitamos”.
Campañas de seguridad
Con el fin de evitar accidentes, promueven la seguridad ya sea ante un vehículo o un peatón.
Por medio de las páginas de Facebook “Musas” y “Musas Monterrey”, comparten imágenes en las que promueven el uso del casco, principalmente.
El algunas imágenes se lee “en vez de preguntar si nos ven, hagamos lo posible por no vernos”, recomendando el uso de chalecos de alta visibilidad.
De igual forma, materiales reflejantes en ropa y a mantener encendidas las luces ya sea de día o noche.
“Si lo llevas en el codo no te protege, usa casco siempre, abrochado”, es otra de las fotografías que comparten entre sus seguidores.
Por otra parte, procuran fomentar el respeto entre automovilista, motociclista y peatón, para evitar percances, ya que consideran que quienes manejan coches no respetan a quienes van sobre una moto.
Labor social
En los límites de los municipios de Escobedo y Monterrey, se localiza un pequeño espacio dedicado a la ayuda de personas de bajos recursos que habitan en lacolonia Nueva Esperanza.
Con la entrega de comida los martes y jueves apoyan en lo que pueden a los padres e hijos que acuden en busca de una rica comida.
Y es aquí en esta colonia olvidada donde “Musas” realizan su mejor apoyo.
Cada año recolectan ropa, juguetes nuevos o usados en buen estado, alimentos y lo que esté a su alcance para acudir a entregarlo a los habitantes de dicha colonia.
En diciembre se celebra el festín, José y Lupita Leal, quienes dirigen el comedor Brisa de Amor, organizan una posada en la que los asistentes se llevan todo lo recolectado por los distintos clubs.
Acompañados de payasos y shows, las motociclistas apoyan en cada posada, pues para ellas ya se convirtió en un compromiso ayudar a los más necesitados.
Cada mes se reúnen a las 20:00 horas para seguir fijando las metas del grupo, conseguir apoyos, organizar sus eventos y aceptar a nuevos miembros.
Pero además de visitar a las colonias que habitan en las orillas de distintos municipios, cabe recalcar que no falta su participación en los eventos del Día del Niño, donde entregan juguetes en diferentes hospitales.