El Dr. José Eleuterio González “Gonzalitos” está reconocido como el primer médico benefactor de los pobres, ya que después de llegar a la ciudad de su natal Guadalajara en 1833, empezó su labor filantrópica, que muchas veces combinó con la investigación histórica y la política.
Y precisamente por su vocación humanista fundó un hospital que fue toda una novedad en el siglo XIX cuando Monterrey todavía era una ciudad chiquita y silenciosa, pues su crecimiento empezó después de la llegada de los primeros grandes comerciantes extranjeros y especialmente cuando se fundó la Cervecería Cuauhtémoc en 1890 y la Fundidora de Fierro y Acero en 1900.
En el siglo XX la urbe regiomontana se empezó a extender más allá de su centro histórico con la inauguración del Palacio de Gobierno en 1910 y la construcción de gran número de casas en la colonia Independencia o San Luisito, hasta que, a partir de 1920, la colonia Obispado se convirtió en símbolo residencial de lujo, junto con las colonias Seminario y Mirador, por el mismo rumbo.
Luego, de ahí en adelante, el crecimiento de Monterrey ha sido explosivo con la consolidación de las empresas más emblemáticas que dieron nombre al Grupo Industrial y han sido imán de obreros y profesionistas, y más tarde de estudiantes embelesados con los planes de la Universidad de Nuevo León y del Instituto Tecnológico de Monterrey a partir de 1943.
Para 1946, en el 350 aniversario de la fundación de Monterrey, su rostro urbanístico ya era otro y la iniciativa privada se adelantó en la promoción de programas sociales para atender necesidades de casa-habitación, así como esparcimiento y deporte, enfocándose a la atención especial de la salud antes de que apareciera el Instituto Mexicano del Seguro Social y siendo ejemplo a nivel oficial para la creación del Infonavit.
Fue así como nacieron ideas progresistas para contar con las mejores instalaciones hospitalarias, pues el Sanatorio San Salvador, que era considerado en la década de 1930 como lo mejor en su área, dejaba mucho qué desear, según la perspectiva del Dr. Ángel Martínez Villarreal (1904-1945) y por eso se lanzó a impulsar la creación del Hospital Universitario a partir de 1933, durante el gobierno de los gobernadores Francisco A. Cárdenas y Pablo Quiroga.
HOSPITAL JOSÉ A. MUGUERZA
Por otra parte, don José A. Muguerza y su esposa Adelaida Lafón de Muguerza se enfrascaron en el proyecto de un hospital de clase mundial en 1932 cuando Mercedes, su hija mayor, enfermó repentinamente y debió ser internada en el Sanatorio San Salvador, donde le realizaron una cirugía con gran éxito, pero al ser trasladada en una camilla por medio de una escalera de caracol a su cuarto, en el segundo piso, le provocaron serias molestias.
Eso bastó para tan útil decisión del matrimonio Muguerza-Lafón que en el mismo año de 1932 constituyó la sociedad Hospitales Modernos y desde entonces solicitó el apoyo de las Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado de San Antonio, Texas, hoy patrocinadoras del sistema CHRISTUS Health en los Estados Unidos.
Fue así como en 1933 se colocó la primera piedra del Hospital Muguerza y un año después, el 16 de julio de 1934, fue inaugurado, honrando, 20 años después, el nombre de su fundador: Hospital José A. Muguerza quien, además, formó parte de Cervecería Cuauhtémoc, Fundidora de Fierro y Acero, Cementos Mexicanos y Banco Mercantil de Monterrey.
HOSPITAL UNIVERSITARIO
Entre tanto, siguiendo el camino trazado por el Dr. José Eleuterio González “Gonzalitos”, fallecido en 1888, y tras la fundación de la Universidad de Nuevo León en 1933 que se enorgullecía de su escuela de Medicina, el Dr. Martínez Villarreal echó a andar el plan de un Hospital Universitario, pero no fue sino hasta el 13 de octubre de 1937 que se creó la Junta de Beneficiencia Pública durante el gobierno de don Anacleto Guerrero, con el fin de concretar tan significativa obra.
Ya para 1938 los ciudadanos comenzaron a admirar el edificio emblemático del Hospital Universitario en la Calzada Madero y el límite de la colonia Vista Hermosa. Y aunque se puso parcialmente en servicio en ese año, su fecha de conclusión tardó cinco años más.
De 1939 a 1943, con el apoyo del gobernador Bonifacio Salinas, se aceleraron los trabajos con el fin de llevar a cabo su inauguración en septiembre de 1943, cuando ya la Universidad de Nuevo León había superado los problemas de origen y comenzaban a figurar sus grandes promotores científicos y culturales.
El secretario y director de obras del Hospital Universitario fue el Ing. Antonio Sava y el director de la institución el Dr. Francisco L. Rocha, contando con un cuadro de prohombres integrantes de la Junta de Beneficencia Pública.
Conocido durante muchos años como el Hospital Civil, al paso del tiempo se convirtió en Universitario y ha servido como centro de enseñanza y prácticas de la Facultad de Medicina de la UANL, misma que tiene créditos sobresalientes a nivel latinoamericano pues la fama de sus estudios se extiende más allá de las fronteras de México.
Asimismo, año tras año el Hospital Universitario atiende a 500 mil pacientes, por eso ha visto crecer sus áreas de atención al público y su equipamiento que es de los más modernos y funcionales, e inclusive cuenta con aparatos con tecnología de punta que otras instituciones médicas no tienen en la ciudad.
Se espera que para la mitad del año 2015 entre en funcionamiento el Hospital de Alta Especialidad y Medicina Avanzada, que actualmente se construye en el área médica de la UANL, con una inversión del gobierno federal y del estatal calculada en mil 200 millones de pesos.
En un terreno de 9 mil metros cuadrados se levanta actualmente una torre de 17 pisos, de los cuales 10 serán para hospitalización, y en donde se dará atención especial en intervenciones cardiovasculares, oncológicas y neurológicas, trasplantes de células madre y cirugías robóticas, entre otras.
HOSPITALES MODERNOS
El Instituto Mexicano del Seguro Social ha estado también a la vanguardia con el establecimiento de unidades médicas de alto nivel, como la de Especialidades No. 25 inaugurada en 1982 por la avenida Lincoln y la número 34 por la misma avenida, para atender problemas del corazón.
El Hospital San José, el Hospital Santa Engracia y y el Hospital Oca hicieron su aparición hace algunas décadas con mucha aceptación entre los usuarios, igual que otros en la zona metropolitana, pero últimamente la ciudad se ha posicionado de los primeros lugares entre las ciudades con el atractivo de turismo médico, dado que se han inaugurado las instalaciones del Christus Muguerza en la zona sur de Monterrey, así como el Hospital Zambrano, en Valle Oriente, y el Doctor Hospital, cuyo edificio ocupa el lugar ocho entre los 10 más bonitos del mundo.
Por si fuera poco, aquí se cuenta con las mejores escuelas de medicina, principalmente en la UANL, pero en competencia directa con la del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey y la de la Universidad de Monterrey.
Y si a eso le agregamos que los Laboratorios de análisis clínicos del Dr. Roberto Moreira siguen ganando prestigio y clientes por sus servicios certificados internacionalmente, es comprensible que Monterrey justifique su liderazgo en cuanto a turismo médico se refiere, superada solamente por la ciudad de México.