
Con la intención de prepararse como médico, Donato Saldívar Rodríguez llegó hace 34 años a la ciudad de Monterrey procedente de Mante, Tamaulipas; como cualquier foráneo que emigra de su tierra, el objetivo que se había planteado era que al terminar su preparación académica, regresaría a su tierra natal. Sin embargo, los azares del destino aguardaban otro camino para él.
Hoy, tras haber pasado por la cátedra, la consulta privada y el servicio público, el aún director de la Escuela de Medicina de la Universidad Autónoma de Nuevo León y titular del Hospital Universitario, está listo para desahogar su agenda de este compromiso a partir del 15 de diciembre, que es cuando entregará el cargo a su alma mater, poniéndose de nuevo en manos del destino.
METAS ALCANZADAS
A más de tres décadas de su elección vocacional, Donato Saldívar Rodríguez considera que su amor por la carrera de Medicina vino desde casa. Aunque su padre se ganó la vida dentro de la agricultura, el oficio de partera de su madre lo motivó.
En 1976 llegó a la capital de Nuevo León para convertirse en médico; tras conseguirlo, dos años más tarde se abocó a cursar una especialidad en el área de Ginecología y Obstetricia, para inmediatamente después continuar su preparación ahora en Perinatología al estudiar una subespecialidad, consiguiendo ambas en el seno del Hospital Universitario.
Con un importante curriculum académico las ofertas de trabajo no demoraron en llegar, situación que lo llevó a redefinir su rumbo.
“Pensaba regresarme a trabajar allá, pero se presentó una circunstancia muy particular, prácticamente terminando la especialidad yo tenía tres ofertas de trabajo y consulta privada, o sea cuatro trabajos, uno de ellos de profesor aquí (en la universidad), entonces le pensé ¿a qué me voy?
“Yo tenía la seguridad de que me podía ir bien allá en el ejercicio de la profesión, pero dije, si aquí tengo estas cuatro oportunidades que mucha gente las desearía tener, a qué me voy, por eso me quedé”, recordó sin poder esconder una sonrisa de satisfacción.
Su historia al interior de esta institución comenzó a trascender desde estudiante, que fue cuando comenzó a enrolarse en la cátedra.
En 1988 se integra al departamento de Ginecología y Obstetricia, mismo del que actualmente continúa a cargo.
Administrativamente su primera responsabilidad fue durante el mandato de Jesús Zacarías Villarreal en 1992, ocupando la subdirección de Servicios Médicos de la universidad dentro del área hospitalaria.
Al llegar Jesús Áncer Rodríguez a la dirección de la escuela de Medicina y el Hospital Universitario, el tamaulipeco asciende a la subdirección de Asistencia Hospitalaria, puesto que lo empujó hasta llegar a la dirección.
Sentado en la sala de juntas ubicada a un costado de su oficina, se rodea por papeles llenos de pendientes, reconocimientos obtenidos para la institución y el teléfono que por momentos no deja de sonar.
Aunque su estatus en esta institución que lo vio crecer profesionalmente ya está en cuenta regresiva, los compromisos propios de cargo no perdonan al hombre de estatura media, piel blanca y sonrisa enmarcada con su característico bigote.
A más de tres décadas de distancia, Saldívar Rodríguez no vacila en afirmar que desde estudiante soñó con ser director de su escuela, ya que considera es un anhelo común entre los alumnos. A pesar de su condición de foráneo, hoy pasa a la historia de esta institución al convertirse en el director que por más tiempo estuvo en el cargo.
“Yo tuve una diferencia comparativamente con los directores anteriores, el periodo (para ostentar la dirección) es de tres años con opción a una sola reelección por otros tres años y ya no puede volver a ser. En mi caso, el doctor Áncer, nuestro actual rector, él se fue un año antes de terminar su gestión por lo que entré yo como director, y la Junta de Gobierno me dio un nombramiento por esos 11 meses que le faltaban, pero no me lo tomó como periodo.
“Fue ese tiempo, y después vino el primero periodo de tres años, y ahora en diciembre termino el segundo periodo, por lo que prácticamente voy a estar siete años, voy a ser el director que más tiempo ha estado al frente”, señaló mientras en una de sus papeletas, dibuja una raya para representar cada uno de los años de su mandato.
Al cuestionársele sobre qué significó para él esta etapa, rápidamente contesta: “es una distinción”, complementando su dicho con una amplia sonrisa.
Asiente que ha disfrutado cada momento de esta etapa de su trayectoria profesional, pero también confirma que la labor que está por entregar trajo consigo algunas complicaciones, como lo es el conseguir recursos para sacar adelante los proyectos.
Entre lo destacable durante su gestión enumera la modernización del nosocomio, mientras que en el área académica presume el impulso que se dio a la investigación.
Mientras acomoda su saco color gris y su camisa blanca con ligeros toques vaqueros, el médico afirma que acciones como ésta no sólo han sido de beneficio para la institución, sino que también han marcado su vida otorgándole una satisfacción personal.
DESDE LA DIRECCIÓN
En las últimas administraciones de la Escuela de Medicina y el Hospital Universitario, pareciera que la historia se ha repetido.
Cuando Donato Saldívar asumió el cargo de director en 2004, anteriormente había ostentado la subdirección durante la gestión de Jesús Áncer Rodríguez.
Este próximo mes de diciembre, el oriundo de Tamaulipas entregará el puesto a su actual subdirector, Santos Guzmán López, quien obtuvo el triunfo con un porcentaje del 49.68 por ciento de la votación, en las elecciones celebradas el pasado mes de junio.
Para el también encargado del área de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario, esta cercanía previa en el cargo es importante para la institución, ya que es una manera de conocer y darle una continuidad al proyecto con el que ya se viene trabajando.
“Tuve la oportunidad de ser colaborador muy cercano con el doctor Áncer, cuando él fue director aquí yo era el sudirector Hospitalario, de tal manera que cuando yo llego a la dirección, conocía perfectamente bien la gran mayoría y el manejo de todo esto, no era algo nuevo para mí.
“En esto es muy importante establecer una continuidad, por que si usted quita uno por que terminó y trae otro que no conozca aquí es un caos”, afirmó el médico.
Aseguró que aquel mes de febrero de 2004 recibió de manos del anterior director una institución sólida, aunque desde su punto de vista, lo importante al estar a la cabeza es seguir proyectando y agregar más cosas de las que en un principio se tienen establecidas.
Lamentablemente, admite que hay acciones que quedarán sin cristalizar durante su mandato, pero confía en que sean concretados en el siguiente periodo que encabezará Guzmán López de 2010 a 2013.
Tras obtener el triunfo, el director electo no quiso revelar cuál sería su plan de trabajo hasta que asuma el cargo, aunque adelantó que este es muy ambicioso ya que involucra la docencia, la asistencia y la investigación.
Desde el punto de vista del aún director del HU, el primero de los objetivos que se debe cumplir es mantener lo que hasta ahora tienen, además consideró que también es necesario otro estacionamiento, así como la implementación en el área hospitalaria de la cirugía robótica y fetal.
Con esto último se pretende mantener al Hospital Universitario como punta de lanza, al ser el primero que contará con este tipo de tecnología en toda la república. Hasta el momento, el sanatorio ya ha realizado con éxito cuatro casos de cirugía fetal.
El médico adelantó que ya han solicitado presupuestos para dotarse de esta maquinaria; por lo pronto, aseveró que el nosocomio ya cuenta con personal adiestrado para implementar este tipo de tecnología médica.
“Hay un proyecto que tenemos de hacer otro hospital aquí en el mismo campus, en donde concentraremos otras súper especialidades, que sea modelo nacional y desconcentrar un poquito aquí (el edificio actual), para solamente dar atención a otro tipo de casos”, dijo.
El Hospital Universitario es la institución para población abierta (aquella que no cuenta con servicio de salud) más grande del país; su infraestructura está integrada por 500 camas, mismas que representan la mitad de las que existen en el estado de Nuevo León; sin embargo, la cobertura de este nosocomio también alcanza para al menos cinco estados vecinos, a quienes se les otorga principalmente atención de alta especialidad.
Anualmente realizan 250 mil consultas, 25 mil hospitalizaciones, 14 mil cirugías, un millón de estudios de laboratorio y 110 mil estudios radiológicos. Su sistema de recuperación económica funciona mediante un departamento de trabajo social, por lo que los profesionales encargados de esta área determinan la situación socioeconómica del paciente para establecer qué porcentaje de la deuda puede cubrir.
Además de esto cuentan con apoyos por parte del Gobierno Federal y Estatal que les permite complementar sus gastos, mientras que los donativos provenientes por partes de la iniciativa privada son canalizados a la fundación Desarrollo Integral para la Salud, la cual es manejada por los mismos empresarios que aportan los fondos.
“Hay gente muy generosa, tenemos muchos empresarios que nos dan por año una cantidad determinada, y este recurso lo maneja una fundación que tenemos que se llama Desarrollo Integral para la Salud, de esa forma el manejo de estos es totalmente transparente, son empresarios y ellos mismos lo manejan, no lo maneja el director.
“Ya yo les puedo necesito este aparato de láser, ya ellos deciden, si hay dinero en la fundación lo compran ellos, no yo”, subrayó el aún titular del área médica de la UANL.
SU FUTURO
Con la satisfacción de dejar al Hospital Universitario como el mejor del país y con un nivel competitivo internacionalmente, sólo le resta valorar qué oportunidades le llegan tras entregar el cargo.
“Además de ser director aquí soy jefe del departamento de Ginecología y Obstetricia, soy profesor y además tengo mi consulta particular. Si después de concluir aquí hay alguna otra oferta en alguna posición pública, llamémosle así, lo valoraremos si es conveniente, o simplemente me dedico a lo mismo”, dijo.
Entre sus planes no descarta regresar a su tierra natal a trabajar, como alguna vez lo soñó hace ya 34 años que llegó a forjarse como profesional a Nuevo León.
“Sí, claro que me interesaría (regresar a su tierra natal). Yo concluyo aquí el día 15 de diciembre, el próximo gobierno del Tamaulipas inicia el 1 de enero, a mí los tiempos se me acomodan perfectamente bien”, dijo entre risas.
Con el actual gobierno de aquel estado tiene buena relación, y es que al mismo tiempo que inició como director de la Escuela de Medicina y del Hospital Universitario, el actual gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández, se interesó en conocer el nosocomio regio.
“A mí me llamó la atención por que cuando ha venido un gobernador de Tamaulipas a conocer este hospital, y pues con todo gusto lo recibimos. Su representante me dijo que venía a entregar becas a los estudiantes tamaulipecos y pues le dije: ‘dile que si quiere yo le hago el evento aquí’, le agradó la idea, le junté montón de estudiantes tamaulipecos del Tec, de la UdeM, de aquí, de todos lados y él vino y entregó las becas.
“Después de eso me pregunta el gobernador ‘oye, ¿cuándo terminas aquí?’, y pues yo le dije ‘igual que tú, voy empezando’, así quedó la cosa. Después me volvieron a llamar y me dijeron que iba a venir el secretario de Salud, en paz descanse, Rodolfo (Torre Cantú, candidato priista por el gobierno de Tamaulipas),vino, nos conocimos, le mostré lo que hacíamos aquí, lo que tenemos y empezó una excelente relación de amistad con él”, recordó.
De esta manera el tamaulipeco comenzó a involucrarse en las actividades que el gobierno de su estado natal realizaba, sobre todo aquellas que estaban relacionadas con el área de salud, misma en la cual se encontraba al frente el fallecido Torre Cantú.
Saldívar Rodríguez recordó que a partir de ese año comenzaron a organizar el Congreso Unidos por la Salud en Tamaulipas, mismo que en 2010 cumple su sexta edición, y en la que año con año ha participado trayendo conferencistas, o bien, dictando una plática.
“Aquí yo siempre he andado metido en esto (la política) desde estudiante, (allá) en este último sexenio porque me invitaban a colaborar desde el punto de vista profesional y médico, no en política o si lo quieres ver con raíz político puedes llamarlo así, pero yo no opino, ni nunca opiné, que si un diputado, que si un alcalde, no es lo mío”, mencionó.
A pregunta expresa de que si le gustaría desempeñarse desde la trinchera de Salud en aquel estado, no dudó en admitir que “sería un honor”.
“Imagínese regresar a la tierra propia a poder aportar algo, a devolverle a mi estado lo que me dio antes de venir acá.
“Sí (sería la primera vez que ejerciera en su tierra natal), desde que me vine acá en el 76, hace 34 años y nunca me fui. Claro, voy con mucha frecuencia, pero a ver a mi familia, a un evento que me invitan, pero toda la vida la he hecho aquí”, puntualizó.