Los colores verde, blanco, rojo, naranja y amarillo se hicieron presentes en la ciudad, y aunque pareciera que se tratara de un desfile de primavera no lo fue, sino de los miles de militantes que se dieron cita en la Arena Monterrey y en la Macroplaza, para recibir a sus candidatos presidenciales Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador.
Eran las 10:00 horas de aquel domingo 22 de abril cuando la vialidad de las calles aledañas al centro de espectáculos se paralizó, como si en su interior se fuese a presentar alguna cantante internacional al estilo de Jostin Biber.
Una decena de camiones que transportaban a los “acarreados” -tradicionalmente viejas tácticas del PRI-, bloqueaban principalmente la avenida Fundidora.
“Los copetudos” se hicieron presentes. Un grupo de jóvenes con pelucas alusivas al cabello del candidato de la Coalición “Compromiso por México” (conformada por los partidos PRI y Verde Ecologista de México) y al de su esposa, la actriz, Angélica Rivera, mejor conocida como “La Gaviota”.
Todo parecía una fiesta, miles de simpatizantes estuvieron más de una hora en la explanada de la Arena Monterrey esperando a quien aseguran recuperará la silla presidencial para el partido que gobernó por 70 años.
Finalmente el momento llegó, y Enrique Peña Nieto hizo acto de presencia a las 11:30 horas. El tumulto de gente no se hizo esperar, principalmente el de mujeres que se abalanzaban para siquiera poder tocar al mexiquense.
Por fin ingresan a la Arena Monterrey donde lo esperaban 15 mil personas.
Junto a él caminaba “La Gaviota” y su hija Sofía. Por un momento, el candidato se desvía de la entrada principal,que lo llevaría hasta donde se encuentran los candidatos a diputados federales, senadores y hasta el gobernador, Rodrigo Medina, y camina a su lado derecho para saludar a decenas de regiomontanos; en tanto su esposa aprovecha para hacer lo mismo.
La comunidad tricolor buscaba tomarse la foto con la que quieren sea la primera dama de México, incluso, Angélica amablemente toma la cámara y sonríe con los seguidores mientras que Sofía graba con su IPhone.
Minutos después Peña sigue su paso y se sube a uno de los templetes para saludar al Pueblo de Nuevo León, mientras que es acogido por el mismo.
Llega al escenario, escucha el mensaje del mandatario estatal y es su turno de hablar -en el día 24 de su campaña-, los presentes se encontraban atentos para ver si su candidato no cometía errores en el discurso como cuando cantinfleó en la Feria del Libro de Guadalajara, Jalisco, el pasado mes de diciembre.
¡Oh sorpresa!, justo cuando daba a conocer sus compromisos, confundió la Cuenca del Pánuco con la del Pánico, al referirse al lugar donde traerán agua para el proyecto Monterrey V, sin embargo no pasó a mayores.
Otras de sus promesas firmadas ante el notario público número 129, Juan Manuel García García, fueron las de construir las líneas 3 y 4 del Metro e impulsar la ecovía, además de incrementar el número de elementos federales en la entidad y mantener una alianza estrecha con el gobierno estatal, una vez que llegue a la Presidencia de la República.
“Soy la opción que quiere comprometerse para tener el cambio, para tener un país con mejores condiciones. Vengo haciendo una campaña de compromisos que privilegia y da espacio a la propuesta de solución”, expresó.
Al terminar su mensaje alrededor de las 12:40 horas, los miles de asistentes -algunos portaban aves blancas de unicel-, se abalanzaron a las puertas para irse. Peña Nieto reaccionó ante ello y prefirió tomarse fotografías con los candidatos, para luego repartir besos y saludos a un grupo de personas que se encontraban del lado izquierdo del escenario.
Finalmente se retiro del centro de espectáculos, esperando contar con el voto de los regiomontanos el 1 de julio.
…Y LÓPEZ OBRADOR
PASA LA PRUEBA
Cuatro horas después de la visita de Enrique Peña Nieto, en la Explanada de los Héroes se congregaron 12 mil personas portando sus banderas amarillas, rojas y blancas, alusivas al Partido de la Revolución Democrática (PRD), al Partido del Trabajo (PT) y al Movimiento Ciudadano, para recibir a su abanderado Andrés Manuel López Obrador.
Aunque el termómetro marcaba más de 35 grados centígrados, no fue impedimento para ver y escuchar las propuestas del candidato de la Coalición “Movimiento Progresista”.
A los asistentes tampoco les importó que les entregaran agua embotellada a temperatura ambiente, ni esperar más de una hora bajo los rayos del sol.
En el templete se encontraban candidatos a puestos federales, como Cristina Sada Salinas. Además del empresario Alfonso Romo y Fernando Turner (a quien Obrador nombraría secretario de Economía, de ganar la Presidencia); la senadora, Rosario Ibarra de Piedra y el dirigente del Partido del Trabajo, Alberto Anaya.
Alrededor de las 17: 24 horas, López Obrador arribó a la Macroplaza saludando sonrientemente a los asistentes y portando su camisa azul a cuadros pequeños. El escenario fue vestido con dos grandes estructuras que portaban la fotografía del ex jefe de Gobierno del Distrito Federal
En su primera visita como candidato a la Presidencia de la República 2012, se comprometió a acudir con su gabinete cada 15 días a Nuevo León para tratar el tema de seguridad. Además de no traicionar al pueblo de México.
“Les ofrezco jamás traicionar al pueblo, gobernar con honestidad y justicia”, dijo en su discurso, a lo que todos respondieron con aplausos.
También les dejó de tarea a los militantes a que cada uno se convierta en un medio de comunicación para invitar a familiares y vecinos y así lograr el triunfo el 1 de julio y defender el voto.
En reiteradas ocasiones el nacido en Tepetitlán, Puebla, dijo que México no puede avanzar, “si hay un gobierno rico y pueblo pobre”.
Algunos de los presentes portaban cartulinas con las leyendas “AMLO ¡Auxilio!, rescata a México!”; “Cadereyta, regeneración Presidente AMLO”; “Escribamos una nueva nueva historia para que todos los niños de México puedan crecer con amor, protegidos y felices”.
Al finalizar su mensaje, el cual tuvo una duración de 50 minutos, el candidato y sus abanderados entonaron el Himno Nacional Mexicano, con fuerza y entusiasmo.
Minutos después los izquierdistas entregaban a López Obrador sombreros, cachuchas, playeras y libros para que los firmara.
Cuando descendió del escenario fue acechado por la comunidad quienes buscaban tomarse la fotografía del recuerdo, incluso entre la multitud una persona cayó al piso. También estuvieron presentes en las calles aledañas los elementos de Fuerza Civil y del Ejército.
Entre los comentarios de la gente se pudieron escuchar aquellos de los ciudadanos que están cansados de los actuales gobiernos.
“¡Ya estoy harto, harto, harto de todo el mugrero!, esperemos que Obrador sea el bueno”, expresó un padre de familia que sin portar playera de partido mostraba su sentir a su esposa.
López Obrador se retiró contento de su visita a tierras regiomontanas, y espera recorrer otros estados, ya que en los 6 años de gobierno encabezado por el panista Felipe Calderón -a quien se le acusa de haberle “robado” la elección en el 2006-, acudió hasta dos veces a cada entidad.
Ambos candidatos presidenciales prometieron regresar la seguridad a Nuevo León y como si hubiese sido intencionalmente, la visita se dio en un fin de semana rojo, y es que en menos de 72 horas, se registraron 17 asesinatos en la Sultana del Norte.