
“Quiero ver mi mami, como no la voy a querer ver, si es mi mamita”, expresaba entre lágrimas Danfe Astrid, la hija mayor de Julia Yuridia Cardona Morales, una de las 52 víctimas del ataque al Casino Royale.
La menor de ocho años de edad, abrazada de su abuelito quería ver a quien en vida le brindó todo el amor y cariño, ese día del adiós en el Parque Funeral Santa Catalina, de Protecto Deco.
Un profundo dolor se podía observar en cada rostro de los reunidos al poniente de la ciudad, donde los restos de la vecina del sector San Pedro 400, tendrán un descanso en paz.
Y es que tan sólo en ese lugar quedaron los cuerpos de otras empleadas y clientes del casino: Mayra Liliana González Zamarripa,María Guadalupe Monsiváis Estrada, Isabel Ladrón de Guevara y María de los Ángeles Pérez Patlán.
Al lugar acudieron familiares, amigos y compañeros de Yuri, como le decían, quienes no daban crédito a la muerte de su ser amado quien tenía 26 años de edad y ocho meses de laborar como mesera en el centro de entretenimiento.
El día de los hechos, al enterarse del ataque, María y Julia Morales (tía y madre de Yuridia) acudieron al Casino Royale, ubicado en avenida San Jerónimo.
Ante la desesperación de ver que no aparecía por ningún lado, comenzaron a buscar en diferentes nosocomios del área metropolitana, pero desafortunadamente no la encontraron. A partir de ahí, el presentimiento de que algo malo le había pasado no se borró en ningún momento.
“Llegamos a las cuatro de la tarde, la estuvimos buscando en todo momento, ya después mi hermana la buscó en los hospitales y nada; hasta las tres de la mañana me mostraron una foto en el Hospital Universitario y la recocí, mi sobrina ya estaba muerta en el anfiteatro”, dijo María.
“El certificado médico decía que mi sobrina había muerto por asfixia, pero ella no se parecía quizá por todo el fuego que hubo dentro, porque en la parte trasera de su cabeza el pelo se le quemó”, dijo, mientras el cuerpo era velado en una funeraria en el centro de Monterrey.
Aseguró que un compañero de audio fue quien se encargo de rescatarla de aquel infierno, pero desafortunadamente sin signos vitales.
Ella era madre soltera y dejó a sus dos niñas, Fátima Nayeli y Dafne Astrid, de dos y ocho años, respectivamente.
Para salir de las Capillas Protecto Deco, en el centro de la ciudad, el acompañamiento fue trasladado en camiones.
DOBLE GOLPE PARA SU MADRE
Hace tres años la mamá de Yuridia perdió a otra de sus hijas de tan sólo 23 años de edad en un accidente automovilístico cuando se dirigía al municipio de García.
El dolor para la madre de familia es insoportable, comento María, el perder a dos de sus niñas en tan corto tiempo.
Ahora le quedan sus hijos, la mayor de 29, otra de 21 años de edad que está embarazada y el hijo más chico de 20 años.
Los deudos de Julia Yuridia Cardona Morales exclamaban en el cementerio la injusticia que se cometió con su allegada, minutos antes de ser vista por última vez. v