La promesa lanzada por Mauricio Fernández Garza el día de su toma estaba encaminada a un sólo objetivo, convertir al municipio de San Pedro en el más seguro del país. Hoy, luego de tres meses en la silla municipal este sigue siendo una de las principales solicitudes por las que sigue clamando la ciudadanía.
Desde el pasado 31 de octubre los reflectores han sido acaparados por el edil, quien aseguró: “Me voy a tomar atribuciones que no tengo, porque vamos a agarrar el toro por los cuernos”, dijo ya como munícipe, aún y cuando días antes de tomar protesta el ejército había patrullado el sector donde se encuentra su residencia ante una presunta amenaza.
El edil ya había anunciado la creación de un equipo especial de inteligencia así como un grupo de limpieza que se encargaría de eliminar las organizaciones criminales, secuestros y giros negros, para el que más tarde solicitaría la ayuda económica de los sampetrinos abriendo una cuenta de banco.
Y el blindaje comenzó, las ventanas de su oficina fueron clausuradas y las depuraciones al interior de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal empezaron, su apuesta en este rubro la dejó en manos del General Brigadier Gonzalo Miguel Aldaid Mier.
Su peculiar forma de encarar este tema no sólo hizo que funcionarios nacionales se interesaran en conocer su propuesta, una cadena de televisión árabe vino con la encomienda de conocer sus estrategias. Ha anunciado que tiene un proyecto de colaboración directa con el Ejército Mexicano, ha puesto de nuevo el dedo en la yaga con respecto a la legalización de mariguana y más recientemente ha admitido que toda esta popularidad lo tiene en el renglón presidenciable el cual no descarta.
Sin embargo, no sólo con este tema ha levantado polémica, está el programa taxi seguro, el padrón de empleados domésticos, el tema de los casinos, su programa piloto de extender a las 4:30 horas la venta de alcohol en los antros sampetrinos y hasta la advertencia de exhibir y no recolectar basura a los contribuyentes amparados contra el pago del predial, han llegado a ocupar las primeras planas.
Fernández Garza recibió la administración con un proyecto pendiente de la ampliación de la avenida Alfonso Reyes y la propuesta de lago artificial bajo el Puente Atirantado que finalmente se conscesionó por un periodo de 25 años. Hoy, ha puesto sobre la mesa la posibilidad de tener una nueva sede policiaca en Díaz Ordaz, así como cambiar las oficinas municipales cerca del auditorio San Pedro, a fin de convertir el casco un lugar más cultural.
Aunque hay quienes condenan sus acciones, sobre todo la de la legalización de la droga, otros le aplauden su forma de gobernar. “Mis respetos para el señor tiene pantalones y no se doblega, aunque no me gusta mucho su idea de la legalización de la droga, pero es una persona que llama a las personas por su nombre y admite cuando se equivoca”, señaló una persona que admitió no haber votado por él.
Otros más se quejan por el tema de los aumentos, en especial el aplicado al predial, mientras que otros simplemente optan por ya no opinar, ya que dicen de cualquier manera no serán tomados en cuenta. A pesar de ello, el 80 por ciento de las personas que le dieron su voto el pasado 5 de julio aseguran que se lo volverían a dar.
Sus acciones seguramente seguirán estado en el ojo del huracán, mientras tanto la mayoría de los sampetrinos considera que en cuestiones de seguridad siguen estando igual, por lo que en su parecer Fernández Garza merece un 7.06 de calificación.