
Buscando reducir los índices de delincuencia en contra de los periodistas, colegas de Nuevo León unieron fuerzas con el movimiento “Prensa, no disparen”.
A causa de los asesinatos presentados entre julio del 2000 y febrero del presente año, que en México suman 47, mientras que 20 periodistas continúan desaparecidos.
Y es que tras la desaparición, el pasado 5 de febrero, del periodista Gregorio Jiménez de la Cruz, reportero del periódico Notisur de Veracruz, compañeros de profesión desataron manifestaciones que coreaban “Queremos con vida a Goyo”.
Sin embargo, no se obtuvieron resultados positivos, pues el 11 del mismo mes se encontró el cuerpo de “Goyo”, como lo conocían sus allegados, con marcas de tortura y decapitado.
Por lo anterior, periodistas de 25 estados de la República se manifestaron el pasado 23 de febrero de forma simultánea.
En Nuevo León, el acto comenzó a partir de las 12:00 horas donde los corresponsales de agencias y medios nacionales e internacionales y fotoperiodistas acudieron al llamado de Periodistas de Nuevo León A. C.
Se comenzó con la marcha por la calle Morelos, posteriormente por la Macroplaza, hasta la calle Zuazua en su cruce con Juan Ignacio Ramón, hasta llegar al monumento de la Libertad de Expresión donde se depositó una ofrenda floral.
“En México muchos periodistas no mueren por vejez o muerte natural. No mueren por fuegos cruzados o porque pisaron una granada como en las guerras. En México existe una cacería de periodistas.
“Son sacados a la fuerza de sus casas, emboscados en las calles, perseguidos hasta adentro de sus redacciones. En México la información molesta e informar se paga con la muerte”, se leyó en el acto.
De igual forma, se mencionó que el 90 por ciento de los asesinatos a periodistas no han sido resueltos, recalcando que los mecanismos de protección a los pertenecientes al gremio, en los que se han gastado cientos de millones de pesos, son instituciones en las que predomina la burocracia.
“Los trabajadores y los medios de la comunicación, venimos a exigir el urgente esclarecimiento del asesinato de Gregorio y del resto de nuestros periodistas asesinados.
“Demandamos que termine la impunidad. Que los silenciadores sean castigados. Que termine la violencia y el acoso en contra de nuestros compañeros reporteros de Veracruz, de esta ciudad y todo México”.
Lo anterior, bajo la postura de “Prensa, no disparen”, que con el asesinato de Gregorio y la explicación dada por el Gobierno, unificaron voces para exigir un alto a la violencia.
Y es que las autoridades aseguraron que lo acontecido a “Goyo”, sólo había sido un pleito entre vecinos, ignorando el trabajo que realizaba como cobertura de secuestros y trata de personas, pudiéndose tratar de un silenciador a su labor.
Con este acontecimiento se sumaron 10 los periodistas asesinados en Veracruz, desde diciembre de 2010, cuando asumió la gubernatura Javier Duarte.
“Hoy denunciamos que esta cacería de periodistas permanece impune y que va escalando en un ritmo que parece sin fin. Y que las autoridades gubernamentales de todos los niveles, desde la Presidencia de la República y los gobiernos estatales y municipales, además de los poderes legislativos y judiciales han permanecido omisos, permisivos e indolentes”, leían los manifestantes.
Aseguraron que México se ha convertido en un enorme hoyo negro donde cada vez en más regiones la prensa es amordazada y tiene prohibido informar.
Desatacando la imposición del silencio en estados como Tamaulipas, Coahuila, Michoacán, Veracruz, Estado de México, entre otros, en los que se cancela la posibilidad de la crítica, pues el derecho a la información recibe tiro de gracia.
Cabe recalcar que en Nuevo León se encuentran desaparecidos desde el 10 de mayo 2007, el reportero Gamaliel López y su camarógrafo Gerardo Paredes, ambos de “Info 7” de la cadena Tv Azteca Noreste.
Por otra parte, el 25 de marzo del 2011 fue asesinado el conductor de Televisa Monterrey, José Luis Cerda.
Mientras que en enero del 2012, el reportero del semanario “La Última Palabra”, Raúl Régulo Garza, del municipio de Cadereyta, fue acribillado a balazos en su automóvil por varios hombres armados, mientras viajaba por el centro de la ciudad.