Basilia Pérez y Josué Palma son oriundos del estado de Oaxaca y son un ejemplo de costumbres prehispánicas vivas; ambos visitaron Monterrey en una exposición de la cultura de su estado y compartieron sus artesanías con los regiomontanos.
Ella remoja en agua unas cuantas hojas de palma; prepara sus manos para tejer y busca un buen lugar para permanecer varias horas creando artesanías típicas que van desde aretes, canastas y minúsculas piezas que caben en la yema de un dedo.
Desde muy pequeña aprendió este arte de sus abuelos y padres, pues esta actividad ha sido por generaciones la fuente de trabajo familiar. Para Basilia Pérez tejer es un don y un orgullo.
“Esta es una artesanía de palma, es un don que Dios nos dio y que se enseña desde que somos niños. Estoy orgullosa de mi trabajo y de mis raíces”, confiesa la mujer de cultura mixteca.
Las manos de esta madre de familia de 48 años lucen con algunos callos, sobre todo en las puntas de los dedos y las dos uñas de los pulgares están más grandes que los demás, pues las utiliza como apoyo para realizar los cortes de la palma blanca.
Esta mujer de tez morena forma parte de la exposición que realizó un grupo de comerciantes oaxaqueños afuera del Museo Metropolitano de Monterrey -durante las tres primeras semanas de mayo-.
En su espacio se encuentran minúsculas figuras como alacranes, gatos y tortugas que apenas miden un centímetro de largo.
“Los jóvenes que también tejen tratan de hacer nuevas figuras y le van buscando.
“La palma se remoja cuidando que no quede ni muy húmeda, porque se ve negra, ni muy seca porque se quiebra. Después se coloca en un trapo húmedo y se comienza a cortar para tejer”, explica la madre y comerciante.
Basilia Pérez señala que la temporada de más venta es durante la Semana Santa, septiembre y diciembre; en otras temporadas aprovecha para salir a otras ciudades del país y ofrecer sus productos.
Las herramientas que utiliza son tijeras, hilo, aguja y pinturas de agua. Basilia Pérez compra alrededor de un ciento de palma, que tiene un costo de 100 pesos.
“Escogemos muy bien la palma porque a veces puede estar muy podrida, también aprovechamos todo; cuando pintamos lo hacemos en temporada de calor porque se adhiere mejor la pintura que en tiempo de lluvias.
“Nosotros tenemos que luchar para hacer esto y salir adelante, tengo un hijo de 14 años que va a la escuela, él hace algunos anillos y me ayuda”, explica la oaxaqueña, quien asegura seguir enseñando la tradición del tejido de palma a sus descendientes.
JOSUE PALMA Y LA TRADICION DE ELABORAR MOLE
Desde tiempos del México prehispánico, el mole no ha dejado de comerse; se prepara con 24 especies y su olor es especial: huele a una combinación de chocolate con chile y semillas, que mezclado con el pollo y el caldo deja saciado a quien lo pruebe.
Josué Palma Rodríguez es oriundo del estado de Oaxaca; su familia se ha dedicado a la producción de algunos de los ocho tipos de mole de la región.
“Mi producto es artesanal y la preparación ha ido de generación en generación. Antes mi abuela hacía todo esto en metate y ahora utilizamos un molino especial para elaborarlo”, explica el joven de 33 años.
El comerciante se encuentra afuera del Museo Metropolitano de Monterrey y expone el mole que por generaciones se ha elaborado en su familia. Ofrece a los visitantes mole negro, mole almendrado, pipían y adobo.
“Algunos de los ingredientes son chile mulato, chile pasilla, chile ancho, cacahuate, pasas, nuez, avellanas, tortillas, comino, clavo, entre otros.
“A diferencia del mole, el pipián se prepara a base de semilla de chile de guajillo y tiene 18 ingredientes diferentes. El adobo es un mole preparado con un solo tipo de chile, el chile ancho; se elabora con 20 ingredientes y especies de la región; se llama así por el color parecido al adobo original”, explica.
De acuerdo a Josué, el mole dura ocho meses a temperatura ambiente, más tiempo que refrigerado, porque las bajas temperaturas reducen la caducidad de la pasta.
“Nuestros abuelos no sabían sobre el tiempo de la duración y nosotros lo supimos hasta que sometimos la pasta a análisis clínicos; nos sorprendimos al conocer la caducidad. El pipían y adobo son productos que caducan después de cinco meses”, menciona el originario de la tierra del ex presidente de México, Benito Juárez.
Elaborar mole oaxaqueño lleva casi 12 horas de trabajo –dice el empresario-, ya que durante el proceso lavan el chile, lo exponen al sol, después le quitan las ´venas´ y la ´cola´, los fríen durante dos segundos, posteriormente lo muelen con las demás especies.
“El mole es una palabra náhuatl que viene de ‘mulli’, de revolver, entonces es una combinación; se prepara diferente en cada región. El mole que produzco es diferente porque le agrego manzana, un poco de naranja y un poco de guayaba”, menciona el joven con rasgos sureños, y agrega: “cuando comes mole oaxaqueño, comes mi tierra, al menos así lo siento”.
MEJOR QUE UNA HAMBURGUESA
Josué Palma dice muy seguro que el mole que elabora tiene un alto contenido de grasas naturales y nutrientes, mejores que otros productos.
“Te puedo decir que un niño de mi comunidad pesa 20 kilo gramos menos que un niño de la ciudad.
“Es preocupante que México es el segundo país con obesidad a nivel mundial.
“El mole tiene más nutrientes que una hamburguesa de Mc Donald’s, los jóvenes ya no tienen la costumbre de consumir mole, dulces mexicanos o tamarindo guerrerense, ahora prefieren una Coca Cola o unas sabritas”, explica el oaxaqueño.
El también agricultor formó una asociación civil, Calpulli Tecalco, que en náhuatl quiere decir: la casa del saber. Su enfoque es cultural y su abuela –quien también forma parte- enseña el dialecto náhuatl a niños.
Uno de los problemas que han tenido que enfrentar – señala Josué Palma- es la entrada de productos internacionales a precios más bajos que lo hecho en México.
“Entra ajonjolí de Guatemala a 20 pesos y en Chiapas se compra a 42 pesos. Nosotros como campesinos comprendemos y somos solidarios, por eso consumimos el producto nacional, porque es triste que el ajonjolí chino sea más barato. El 60 por ciento de nuestros ingredientes son productos nacionales, aunque sean más caro y esto ocasione que tengamos que hacer ajustes y no empleemos a más”, concluye el oaxaqueño Josué Palma.
DATOS DEL MOLE
:: Mole, proviene del náhuatl molli o mulli, significa mezcla, o cualquier salsa.
:: En la ciudad de México se realiza desde 1977, la Feria Nacional del Mole, en San Pedro Atocpan en la delegación Milpa Alta; durante los meses de septiembre a octubre.
En este lugar el 95 por ciento de las familias se dedican a la producción del mole y hacen al año alrededor de 30 mil toneladas.
LA PALMA
:: Pertenece a la familia de las Palmáceas, comprenden 2 mil 600 especies diferentes.
:: Existen cuatro variedades de palma para tejer: blanca, amarilla, ixcateca y montañera. Se distinguen por el color, tamaño y maleabilidad.
:: Se obtiene de las montañas cercanas de la población de Oaxaca.
PALABRAS MIXTECAS
:: Palma: Ñu
:: Canasta: Ica
:: Mujer: ñaa
:: Hombre: Te