En uno de los finales más dramáticos de los últimos tiempos, la Liga Oriente de Nuevo Laredo venció en par de ocasiones a la Satélite de Ciudad Juárez para coronarse campeona del torneo Nacional de Ligas Pequeñas, categoría 11-12 años, y representará a México en la Serie Mundial de Williamsport que inicia este 20 de agosto.
Los tamaulipecos le dieron al Estado su tercera corona seguida y cuarta en los últimos cinco años, manteniendo la hegemonía en esta especialidad, que es la más famosa del sistema en todo el mundo.
Nuevo Laredo tuvo todos los méritos para ser el monarca ya que sólo perdió un partido. En la primera fase quedaron con récord de 5-0 y en la segunda cayeron ante Ciudad Juárez 4-3, para comenzar un repunte hacia la corona que nadie esperaba, ya que los juarences estaban más descansados.
UN JUEVES HISTóRICO
La mañana del jueves 29 de julio amaneció nubalada con algunas probabilidades de lluvia. Los laredenses tenían que ganar dos partidos seguidos para ser campeones y Ciudad Juárez con una victoria tenía suficiente.
Armando Rodríguez, manager de los auriverdes, tomó la decisión de ir en el primero con el zurdo Iván Mares, quien había tenido poca actividad en el torneo. Mares dio muestras de que venía por ahí cuando ponchó a los tres primeros enemigos. Sus compañeros fabricaron tres carreras en la segunda entrada y todo estaba saliendo de maravilla.
Misael Contreras, el pitcher de Juárez, es un mocetón de gran velocidad que se metió en problemas desde la primera entrada, pero los errores del equipo lo perjudicaron en la segunda. El equipo de rojo parecía que era el presionado y comenzó a darse por vencido desde temprano.
El zurdo mares permitió sólo un hit en las primeras cuatro entradas y cuando se metió en una turbulencia, en la quinta entrada, supo salir gracias a una doble matanza y un chocolate. Nuevo Laredo metió el juego a la congeladora con racimo de cuatro en la sexta donde destacó un impulsador de dos por parte de Daniel Rodríguez.
Mares lanzó las seis entradas completas para apuntarse la victoria; le dieron cuatro imprabales y ponchó a ocho, probándole a su manager que puede ser contemplado con más frecuencia ahora que vayan a Williamsport.
EL SEGUNDO… DRAMÁTICO
Con la moral por las nubes, Nuevo Laredo entró al campo para el partido definitivo. Era las 13:00 horas y el sol caía a plomo sobre el campo de la Liga del Valle en San Pedro Garza García. El manager de los auriverdes le dio la pelota a Aarón “El Loco” Juárez, quien en su última aparición le lanzó un gran partido a Las Puentes. Por el lado contrario salió a la loma Edgar Martínez, quien regularmente cubre las paradas cortas del equipo.
Aarón Juárez se convitió en todo un “Houdini”, ya que desde la primera entrada se metió en atolladeros de los que pudo salir avante en base a pantalones y coraje. En la entrada inicial tuvo corredor en tercera con un out, pero sacó los dos outs siguientes con ponches.
En el tercer inning pasó lo mismo: corredores en tercera y primera con un out, pero dominó con chocolate y rola a segunda para colgar un tremendo cero.
Nuevo Laredo se fue arriba en la cuarta cuando Alan Alarcón fue golpeado y Aarón Juárez, haciendo por su juego, disparó doblete impulsador. Pero los juraences no se quedaron atrás y empataron en el cierre, teniendo la posibilidad, incluso, de irse arriba.
Con dos outs y hombres en tercera y segunda, Alejandro Minjarez conectó hit al central para producir una, pero excelente tiro de Enriquie Peñaloza enfrió en el pentágono a Óscar Rentería, evitando que los rojos se fueran arriba. Sin duda, esta fue una de las jugadas claves en el partido.
El juego fue de muchas alternativas y ambos conjuntos tuvieron corredores en posición de anotar que se quedaron esperando el batazo remolcador. Fue en la séptima, es decir en extrainnings, cuando la suerte llegó para los laredenses.
Edgar Martínez empezó pasaporteando a los dos primeros enemgios y el manager decidió traer a Minjarez para el relevo. El cambio estuvo a punto de dar magníficos resultados, pues el derecho ponchó a tercera y cuarto, pero regaló boleto a Daniel Rodríguez para llenar las almohadillas.
Norberto Cervantes era el pelotero clave en ese momento. Con dos strikes en su cuenta el chaparrito conectó un batazo de hit al izquierdo y todo mundo corrió por las bases, entrando las carreras dos y tres, que a la postre le dieron el campeonato a Laredo.
A la defensiva, Nuevo Laredo había cambiado a Aarón Juárez en la sexta, para darle paso a Ricardo Puga, quien se desempeña como tercera base. El gordito retiró en fila la sexta y en la séptima su segunda base le cometió error que comprometió el partido, pero una rola al short se convirtió en la doble matanza salvadora que terminaba con un partido tenso y emocionante.
Los guantes saltaron al aire y los abrazos comenzaron a abundar en el terreno de juego, mientras por el otro lado las caras tristes y las lágrimas comenzaron a rodar.
Nuevo Laredo era un gran campeón, digno de representar a México en la gran aventura de Williamsport. Ellos ganaron sin sus tres mejores pitchers, que estaban descartados por haber lanzador en días anteriores. Esta vez la labor de equipo sacó adelante el cometido y todos pueden sentirse ogullosos de haber contribuido para este campeonato que le da a Tamaulipas su tercer título seguido.
TORNEO DE CALIDAD
En este 2010 las reglas del pitcheo cambiaron y eso provocó que la competencia fuera más pareja, ya que los equipos no dependían tanto de sus lanzadores estelares, sino también de los considerados “relevistas”.
Por ejemplo, si un chamaco lanzaba el límite de 85 lanzamientos en un partido (algo que pasa frecuentemente), entonces tenía que descansar cuatro días y ese lapso equivale a toda la primera eliminatoria.
Nuevo Laredo vivió ese caso en la gran final, cuando tuvo que ir con sus pitchers 4 y 5 para coronarse, pero en general todos tuvieron que hacer lo mismo.
Aunado a eso, los 12 participantes mostraron buenas herramientas para pelear por el campeonato y prueba de ello fue que en la primera ronda seis equipos terminaron con marca de 3-2, lo que implicó una revisión de las reglas para determinar a los clasificados.
En el grupo A Guaymas fue líder con récord de 4-1, mientras que Granjero de Ciudad Juárez, Veracruz, Matamoros y San Nicolás terminaban con 3-2. Saltillo fue último con 0-5.
En el B, Laredo lideró con 5-0, pero Satélite, Mexicali y Las Puentes empataban con 3-2; Guadalajara quedó 1-4 y Mata del D.F. con 0-5.
Los equipos locales, San Nicolás y Las Puentes quedaron fuera y ahí es donde vino el hecho reprobable, pues siendo sede del torneo simplemente cerraron las puertas de sus parques y el evento tuvo que terminar en la Liga Valle.
Todavía se espera que los organizadores anuncien una sanción porque simplemente les dejaron tirado el torneo y eso es grave.